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Los cazanazis de Tarantino no escuecen en Alemania

'Malditos Bastardos' es, sin duda, la película del verano

GUILLEM SANS MORA

Los alemanes acuden en masa a ver la última película de Quentin Tarantino, Malditos bastardos. Este spaghetti western de judíos cazanazis en la Francia ocupada llegó a las pantallas el pasado jueves. Fue el día más caluroso de este verano, pero miles de personas renunciaron a las visitas a parques y lagos para meterse dos horas y media en un cine. Están por ver los primeros datos de la recaudación, pero Malditos Bastardos es aquí, sin duda, la película del verano.

'Me pareció fascinante la posibilidad de reescribir la Historia. Es muy divertida, pero la risa se te atraganta cuando recuerdas cómo acabó la cosa', explica a la salida de un multicine Nils, un estudiante. Los alemanes están encantados de verse a sí mismos caricaturizados. Los chistes más reídos de la sesión iban de aficiones y virtudes alemanas, desde el deporte de la escalada hasta la disciplina.

Las simpatías por esta película han venido precedidas de una promoción masiva. En los diarios publican multitud de entrevistas con Tarantino y con los intérpretes, como Brad Pitt que tildó de 'ridículo' el filme de nazis que estrenó Tom Cruise en 2007, Operación Valquiria.

Los medios alemanes han reaccionado con entusiasmo, sobre todo en comparación con los anglosajones. 'Es difícil decir si los bastardos son el ideal que tiene Tarantino de un grupo de matones panamericano o la parodia del mismo', critica The New Yorker. El británico The Guardian no se anda con tantas reflexiones y comenta que la película es 'un estropicio trascendentalmente decepcionante, en el que Brad Pitt ofrece la interpretación más desfavorecida de toda su carrera'. Todo lo contrario que los grandes diarios alemanes, que recomiendan encarecidamente ir a verla.

El propio Tarantino ya contaba con una mezcla de entusiasmo y rechazo, según explicaba en una entrevista en Frankfurter Allgemeine. El director dice que no le interesa la política ni la Historia. 'Probablemente, tengo una visión muy estrecha del significado de la palabra política en relación con un cineasta', explica. Tarantino sigue dándole vueltas al tema, hasta el punto de que tiene escrita la mitad de una segunda parte, sin ser aún un proyecto en fijo, según confiesa al diario alemán.

La película ha resucitado también el interés por unos acontecimientos reales, a la sombra de la historia del filme, recogidos hace nueve años en un estudio de los autores Jim G. Tobias y Peter Zinke. Se trata de la organización de judíos Nakam ('venganza' en hebreo), que ejecutó a entre 100 y 300 nazis en Italia, Austria y Alemania, pero no durante la guerra, como en Malditos bastardos, sino después.

La 'brigada judía' que creó el Gobierno de Winston Churchill a finales de 1944 dentro de las tropas británicas vuelve así a la actualidad para los curiosos, igual que el avieso plan judío de asesinar a seis millones de alemanes envenenando la canalización de agua en las ciudades, todo ello penas de muerte 'en nombre del pueblo judío'.

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