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Chikilicuatre muere de risa en un coche fúnebre

Rodolfo adelantó sus planes de futuro: 'Me voy a tomar un descanso, pero volveré, como Police'

ALICIA MADERA

Si hubo alguna consigna en la despedida de Rodolfo Chikilicuatre fue el imperativo rockero show must go on. Andreu Buenafuente despidió a su criatura a golpe de carcajada, con una entrevista en la que el cachondeo duró hasta el final. En primer lugar, lo presentó como “el hombre que en las últimas semanas ha conseguido los índices de audiencia más altos de la historia reciente”.

El último representante español de Eurovisión deleitó a sus fieles con un riff de su plástica guitarra y esbozó sus planes para el futuro. “Estoy pensando en una canción nueva que se llama el Chaka chaka y tiene cinco pasos”, adelantó antes de referirse a su inquietud de relajarse y hacerse monje budista. Más seriamente, confesó tartamudeando: “Voy a tomar un descanso. Me retiro momentáneamente de la música”.

En su última aparición televisiva, Chikilicuatre se mostró especialmente desconfiado. En primer lugar, le recriminó a su mentor las informaciones publicadas en varios diarios leyendo el titular: “Buenafuente mata a Chikilicuatre”. Acto seguido le pidió explicaciones.

El final del representante eurovisivo se vislumbró en tres momentos de la conversación:  cuando Buenafuente le ofreció una taza con una calavera pintada, cuando en su frente se reflejó un punto rojo y cuando un foco cayó “en el sitio equivocado”, lamentó el presentador.  

Pero no todo fueron malas intenciones. Rodolfo también tuvo palabras de agradecimiento para “todo el mundo que ha bailado el Chiki chiki” y para sus compañeras de bailoteo (Disco y Gráfica). Un agradecimiento que Buenafuente extendió a Raffaella Carrà y José Luis Uribarri. El cantante se emocionó, provocando la compasión de un público totalmente entregado. “Tengo el corazón a mil, más que cuando salí a cantar a Belgrado. Me están saliendo canas en dos minutos”, confesó.

Buenafuente premió tanta honestidad con dosis de la misma medicina, al asegurar: “La música está esperando muchas cosas de usted. Una de ellas, que se vaya”. Algo a lo que Rodolfo respondió dejando la puerta abierta a un posible retorno. “A lo mejor me pasa como Police, que también volvió... Yo volveré”, espetó el cantante antes de estrechar a Buenafuente en un abrazo.

La recta final de la entrevista se desarrolló en los pasillos de la cadena, donde un sastre vestido de luto tomó las medidas a un inocente Rodolfo y donde Buenafuente lo despidió tras introducirlo en un coche fúnebre. Por no faltar, no faltó ni la corona de flores, que reposaba sobre el logotipo de Eurovisión. ¿Será un signo de que el festival está agonizando? “Tener a todo un país pendiente de una broma no tiene precio”. Palabra de Buenafuente. 

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