Cibeles, ¿quién dijo glamour?

Había dudas sobre cómo reaccionaría la moda ante la crisis. Ya están disipadas: los diseñadores de Cibeles reafirman su búsqueda de lo exclusivo abrazando el lujo. La alta peletería, presente en buena parte de los desfiles, será el refugio invernal de quienes no van a sentir el frío monetario. Tanto es así que los activistas de Igualdad Animal fueron los invitados sorpresa en el desfile de Roberto Torretta, de los pocos que recurrió al luto y la moderación para capear el temporal. Sus compañeros de jornada, con Juanjo Oliva, Elio Berhanyer, Hannibal Laguna y Javier Larrainzar a la cabeza, recurrieron a un glamour trasnochado, a veces hasta deprimente.

Juan Duyos, único soplo de modernidad de la jornada, evidenció con sus propuestas el maximalismo que en pocos meses llenará los armarios y con el que la moda dice no a lo comercial. Como declaración de intenciones, funcionó; como colección de ropa, decepcionó. En conjunto, jornada carente de ideas y llena de tendencias previsibles que buscan el glamour en lugares donde nunca estuvo.