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"Hago cine de clase media"

Director. Tras ‘Pagafantas’ estrena ‘No controles’, comedia que abre la temporada con aire a taquillazo

SARA BRITO

Con Pagafantas, Borja Cobeaga (Bilbao, 1977) demostró que podía hacer una comedia melancólica, inteligente y altamente original, que al tiempo fuera capaz de conectar con el público: llevó a unos 350.000 espectadores a las salas y recaudó más de dos millones de euros. La gran esperanza blanca de la comedia patria (para adolescentes de más de 30 años) regresa con No controles, filme hiperconcentrado que cuenta el intento de un pringado que quiere recuperar a su novia con la ayuda de un grupúsculo de entrañables fracasados. Todo sucede la noche de Fin de Año en uno de esos hoteles de aeropuerto.

Se inaugura así un año de estrenos, que necesita recuperar con urgencia al público. Juancarlitros (Julián López), personaje ideado por Cobeaga y su coguionista Diego San José, podría poner en llamas la taquilla. El ruido ha empezado en internet.

Venimos de un año con datos muy flojos en la recaudación del cine español, ¿cree que No controles' puede conectar con los adolescentes, que son hoy por hoy el motor de la taquilla?

Creo que mis películas deprimen a los adolescentes. Cuando hicimos Pagafantas la campaña se dirigió mucho a ellos, y yo estaba convencido de que tienes que tener pasado para entender la película; tienes que haber vivido fracasos para reírte con ella. Creo que Pagafantas les resultó deprimente y siesa. En cambio, la gente mayor sí conectaba. Es para adolescentes de 30, que son los nuevos veinteañeros. Creo que si hiciese un esfuerzo por conectar con los adolescentes, la cagaría. Me considero muy espectador, y hago las comedias que me hacen gracia a mí.

¿Comedias para treintañeros de clase media entonces?

Sí, creo que hago cine de clase media. Me considero una persona normal y hago lo que me gusta esperando que le guste a más gente. Esa es la filosofía.

'Creo que mis películas deprimen a los adolescentes'¿De dónde surge No controles'?

A Diego [San José] se le ocurrió la imagen de un tipo con un cartel que dijera 'retrasado', por la gracia del juego de palabras entre el avión y un tipo parado. Me recordó una vez que me había quedado atrapado en un aeropuerto y se acabó juntando un grupo de gente muy extraña. Además, teníamos la idea de hacer una comedia romántica que transcurriera en una sola noche. Siempre he tenido ganas de hacer algo y luego redondearlo, y es lo que creo que hemos hecho en No controles respecto a Pagafantas. Es una película menos vivencial, más clásica. Y bueno, no quiero ser oportunista pero quería hacer algo un poco Blake Edwards.

¿Por la concentración y el despiporre?

Sí, sobre todo la relaciono con El guateque en cuanto a la torpeza, la borrachera progresiva, la humillación.

¿Más influencias?

Historias de Filadelfia, de George Cukor, por la idea del rival amoroso. También La cena de los idiotas. En realidad, hay más de eso que de las comedias americanas de los ochenta, aunque la película tiene sus referentes de esa década: Mecano, Locomía.

En qué se diferencia el tipo de pringado de Pagafantas' con el de No controles'?

Los dos acaban de dejar a sus novias de siempre. Pero aquí hay una evolución. En Pagafantas quisimos ir en contra de los manuales de guión porque el personaje era estático, no evolucionaba. En No controles, en cambio, Sergio (Ugalde) es como un proyecto de cascarrabias, un tipo que tuvo su momento molón, pero que se ha ido arrimando al gris. He conocido a mucha gente que se va amargando, pero en la película él tiene la oportunidad de cambiar. La verdad es que si no hay amargura no me hace gracia. Igual que no aguanto el cine donde todo es dramático, sin sentido del humor. Ver a gente pasándoselo bien no me parece gracioso.

'Ver a gente pasándoselo bien no me parece gracioso'No controles' tiene un personaje memorable, Juancarlitros, un gracioso insufrible, ¿de dónde sale?

De haber trabajado con Julián López en Pagafantas y ver que tenía posibilidades de actor más allá del sketch. En Pagafantas hizo un papel bastante poco agradecido y le sacó mucho brillo. Así que quisimos hacer un personaje a su medida. A Diego y a mí nos obsesiona el denodado esfuerzo por hacer humor. Las camisetas cachondas, las webs con chistes, los pósters de monos fumando... Ese universo de esfuerzo por la risa, de guasa continua fue la inspiración para el personaje. La historia de amor más importante es la de Sergio y Juancalitros, si bien en No controles

todos los personajes están muy solos. Juancarlitros es el alma de la película y el mejor personaje cómico que hemos escrito.

¿Qué hay de esa comedia sobre ETA?

Sí, su título será Fe de etarras. Alquilan un piso para preparar un atentado con tan mala suerte que les toca ser presidentes de la comunidad. La experiencia de Vaya semanita [programa de ETB] nos sirvió para ver qué se puede decir. Creo que toda creación debe ser algún tipo de venganza contra la realidad. Y yo me quiero vengar de una realidad cotidiana muy politizada. Me impone respeto y responsabilidad, pero estoy convencido de que la película va a ser más liberadora que provocadora.

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