"Crecer durante los años de Thatcher no fue fácil"

El actor británico pasó ayer por Berlín para presentar Shadow Dancer, que pese a llegar al festival fuera de competición consiguió levantar un aplauso casi unánime. Se trata del regreso a la ficciónde James Marsh, el multipremiado documentalista de Man on Wire y Project Nim. La película, marcada por el mismo rigor al que el director ya nos ha acostumbrado, relata la historia de una militante del IRA obligada a traicionar sus ideas para proteger a su hijo en el Belfast de 1993. Owen interpreta al agente de la inteligencia británica que la recluta como topo.

¿Fue la posibilidad de tratar el conflicto irlandés lo que le animó a sumarseal proyecto?

Me gustó que la película no tuviera un discurso político, que no juzgara a ninguna de las dos partes y que se centrara en lo que experimentan los personajes. El agente al que interpreto desarrolla una conciencia crítica respecto al conflicto al darse cuenta de que ha puesto en peligro la vida de su informadora.

Siendo inglés, ¿se siente más próximo a unionistas que a republicanos?

No sé qué decir. Cuando creces en Reino Unido, este conflicto forma parte de tu vida diaria. Cada vez que encendías el televisor, allí estaba. Nunca me he planteado al respecto tomar parte por unos u otros.

¿Ha elegido sus últimos proyectos para escapar de su imagen de galán maduro?

No tengo ninguna estrategia para mi carrera. Elijo papeles que me gustan con directores que me interesan. En este caso, me apasionaban los documentales de James Marsh. Es alguien a quien no le interesan los relatos manipuladores, tal vez porque se ha pasado muchos años intentando capturar lo que es real. Y ese es también su enfoque en la ficción.

La película se sitúa hacia el final del largo reinado de los tories' en su país. ¿Entiende la idealización de Margaret Thatcher a la que asistimos hoy?

¿Lo dice por La mujer de hierro? No lo sé, es sólo una película. Pero puedo decirle que nunca he sido un gran fan del personaje. Crecí en la Gran Bretaña de Thatcher y le aseguro que no fue un tiempo nada fácil. El paro estaba disparado. Yo mismo me pasé dos años sin poder encontrar un trabajo. La suerte que he tenido después me obliga a no quejarme nunca.