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"El debate de la cultura en la red es hipócrita"

Eduardo Berti. Autor de ‘Lo inolvidable’

PAULA CORROTO

Jorge Luis Borges decía que deberían darnos un cerebro para olvidar y no sólo para recordar. Esta máxima está muy presente en los nuevos relatos de Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964), Lo inolvidable (Páginas de Espuma). Recuerdos y obsesiones que nos minan de la mano de quien fue finalista del Premio Herralde con la novela Todos los Funes.

Ha tardado 11 años en escribir este libro de relatos. ¿Por qué?

Se me fueron. Tuve un hijo, estuve viajando. Se vivieron. Pero lo cierto es que en un principio tenía seis cuentos que conformaban la base del libro y otros que quería añadir me parecían extraños. No me quise apurar.

¿Y qué es para usted lo inolvidable?

Lo veo de varias formas. Una es lo que merece ser contado, lo memorable. Pero luego, contar también es decidir qué se escribe, qué se pone en primer plano. Y la vida también es elegir. Por tanto, es aquello que has elegido contar.

Sus cuentos son inquietantes.

Uno nunca sabe hasta qué punto está recordando las cosas o está recordando el recuerdo anterior. Y eso es inquietante porque siempre hay algo siniestro: lo extraño dentro de lo familiar, como decía Freud.

También muestran conductas irracionales.

Por la irrupción de lo ilógico, lo distinto y singular. Un escritor también es eso. Un momento de locura y luego la parte consciente: cuando uno se lee y se corrige.

No todo es automático en la creación literaria.

No creo en la inspiración de una manera pasiva. La inspiración hay que buscarla.

Fue finalista del Herralde, ahora publica con una editorial más pequeña. Menudo vaivén.

No es un caso tan atípico hoy. Se está perdiendo la política de autor. Hay cambios todo el tiempo, hay mucha impaciencia en las editoriales. Es una pena.

Usted utiliza mucho las redes sociales. ¿Cómo ve el debate sobre la cultura en la red?

El debate es muy hipócrita porque hay posturas demasiado rígidas de los dos lados. Hay que serenarlo. Además, se debate un futuro que nadie tiene idea de cuál es. Vamos desde lo más apocalíptico hasta posturas hiperconservadoras. En cualquier caso, hay que respetar los derechos de autor aunque sea de otro modo.

Ahora escribe sobre el deseo. ¿Por qué este tema?

La novela ya está terminada. Porque el deseo es lo que mueve el mundo: la curiosidad de ver cómo es desnuda una mujer, cómo besa. Eso es lo que te mantiene vivo.

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