Entrevista a Ede"Me dan un poco de grima los artistas que jamás se pronuncian por nada"
Jose Carmona
Madrid-
Combativa, precisa, minuciosa y de ojos cansados, Elena Villa 'Ede' (1997) es una de las grandes promesas emergentes de la música española. Nacida en el madrileño barrio de Carabanchel, atiende a Público en las vísperas de publicación de su próximo disco.
Ede se ha curtido en los escenarios como música acompañante de Xoel López, compositor gallego con el que ha publicado a dúo varias canciones. Tras un EP y varios singles, prepara un primer disco del que ya ha publicado cuatro temas: Te espero, Buena y pura, Lo que yo hago y Nada.
¿Qué tal estás ahora? En redes sociales muestras en muchas ocasiones picos de, digamos, mal rollo.
[Risas] Bueno, no creo que sean picos de mal rollo sino que siento que las redes son un espacio para mostrar una versión idealizada de la vida, pero a mí me gusta a veces no ser así. Y cuando lo hago, encuentro muchos igual y te sientes un poco menos solo.
Aunque en realidad, publico esas cosas porque hablo por los codos y expresarme es mi herramienta. De hecho tengo otra cuenta privada en la soy todavía más oscura [Risas].
Vuestra generación ya no puede ganar relevancia en la industria sin usar las redes sociales.
Sí, es inevitable. Es bastante amor-odio. Yo me acuerdo que hace uno o dos años me podía desinstalar Instagram una semana. Ahora estoy en un punto en el que no puedo hacerlo. Se me hace muy tedioso, la verdad, porque antes las redes me gustaban y empecé a conocer gente a través de ellas, pero ahora estoy en un punto en el que si pudiera me dedicaba a colgar carteles por la ciudad y decir: si queréis saber meteros en mi web.
¿Eres muy exigente contigo misma?
Sí... Sí, sí. Grabar mi primer disco ha sido un viaje superbonito, pero tenía que hacer el ejercicio de no darle tanta importancia, de decirme: no es una operación a corazón abierto. Son canciones, algunas serán mejores y otras peores, porque hay un momento en el que te parece que este disco es lo más importante que estás haciendo en tu vida, y a las que somos sensibles y ansiosas esto nos juega malas pasadas. No tenía sentido darle tantas vueltas a todo y estoy contenta con el resultado. Soy mucho del detalle y de la exigencia, así que me ha venido bien para aprender a relajarme. Mi mayor éxito es que escucho este disco y digo: soy yo 100%.
¿Consigues disfrutar el proceso de tu carrera?
Me cuesta. No me cuesta disfrutar de las cosas, de hecho en la vida general soy muy disfrutona, pero en mi proyecto dirijo los videoclips también y estoy detrás de un montón de cosas. Todo tiene importancia y a veces eso juega un poco en mi contra.
Este año incluso he pensado en matricularme en una carrera en la UNED, por aprender cosas nuevas, y últimamente disfruto mucho de cocinar. Con el disco y tal, todo gira en torno a mí misma y no quiero ser yo el sujeto y ser tan importante todo el tiempo. Es agotador y es una mierda. No es proporcional el nivel de curro que tengo con el nivel de ingresos ni exposición.
Diría que eso es un relato totalmente de esta generación, ¿no? Precariedad y falta de oportunidades allá donde mires.
"Nos cuesta encontrar un trabajo que nos lleve al siguiente por experiencia, porque te echan a los seis meses"
Sí, damos muchos tumbos. Veo que a nuestra generación nos cuesta encontrar un trabajo que nos lleve al siguiente por experiencia, porque te echan a los seis meses. Vas dando tumbos y veo a muchos compañeros de generación muy frustrados, porque nos cuesta mucho establecernos y estar dos años en un curro, y eso que dos años es una mierda. Si siempre estás cambiando de trabajo y no te paran de echar y todo es temporal..., estamos siempre dando tumbos. Mis padres a mi edad se iban a comprar una casa.
Hemos asumido la precariedad porque no conocemos otra cosa, hemos ido encandenado crisis. Cuando después de la pandemia Pedro de Sánchez decía que se avecina una gran crisis... Pues me voy a comprar el pan [Risas]. A nuestra generación le da igual, hemos vivido siempre en crisis.
En tu estilo se percibe una presencia importante de la percusión, cercano a la música urbana pero fuera de ese estilo.
Mi disco se resume en voces, percusión y teclas. Cuando compongo no lo hago desde ninguna paradigma estilístico, dentro de que mi paradigma es el de cantautor. Hay canciones que las he compuesto bajo una base de drumkick, me buscaba un subbase que me enecantaba de una sola nota y sobre esa nota pedal hacía una melodía. Se me nota lo urbano porque lo he mamado y he bailado hiphop y el reggueton es un regalo para la humanidad, me encanta. Últimamente tengo muy presente el folcklore.
En tus últimas canciones, 'Buena y pura' y 'Tranquila' , veo las ganas que tienes de huir de clichés en torno a la mujer, y no desde un punto de vista político, sino más natural.
Sí, y de hecho yo sigo y consumo proyectos más políticos pero nunca he querido ir por ahí. Se va notando que las mujeres cada vez tenemos más hueco para expresar nuestros deseos, y en el imaginario femenino una mujer expresando sus deseos o estableciendo límites se ha llevado regular.
"Quiero huir de esa imagen cándida y perfecta sobre la mujer"
Estamos encontrando un espacio en el que podemos escribir un tipo de canciones y no ser unas histéricas. Estamos normalizando ideas y también quiero huir de esa imagen cándida y perfecta sobre la mujer. Yo a veces también me pongo celosa y escribo desde los celos o desde la envidia. En la canción Te espero digo "porque si yo cargo con la pena, tú con la culpa vas a cargar". Es una frase horrible si la piensas, pero es que también somos eso.
Lo que se lleva ahora es mujeres perfectamente equilibradas, cuidadoras... que no podemos ser malas. Pues yo también tengo rencor y si alguien me hace daño quiero decirle "te jodes". Encuentro mucho desahogo en las canciones, porque en la vida intentas no ser reencorosa o revanchista, pero en las canciones es otra cosa.
¿Te cansa la presión de tener que responder a ciertos códigos que se te presuponen por ser mujer?
Me cansa que aunque el discurso haya cambiado, parece que las mujeres tenemos que seguir siendo las cuidadoras. Aunque ya no sea ser cuidadoras del hogar y del marido, porque se ha roto y se huye de esa idea, tenemos que tener la responsabilidad efectiva y ser responsables emocionalmente y no tener traumas... Creo que eso también es una forma de cárcel. Parece que con 25 años tienes que ser supermadura y haber gestionado tus traumas. Tenemos derecho a estar rotas y a fallar.
Y en el mundo laboral, no tenéis derecho a ser mediocres o normales. Todas tenéis que destacar.
Bueno, eso es otro melón. Lo he hablado muchísimo con compañeras y lo ves en los Grammy. Las mujeres hacen unas perfomance con unas escenografías brutales, vestidas con trajes increíbles, con cambios de vestuarios, coreografías... y sale Ed Sheeran con una camiseta con la que ha dormido.
Y yo lo noté cuando empecé a ir a micros abiertos. Cualquier chavalín con una guitarra que más o menos entonara dos notas e hiciera dos metáforas en sus temas era un crack. Nosotras nos subíamos al escenario como pidiendo perdón. "Hola, he hecho este tema y bueno, lo acabo de componer...", y los tíos se suben diciendo "esta es de mi último trabajo", que es un EP de mierda que has grabado en tu cuarto. Nosotras tenemos una inseguridad de base y es horrible.
Bien, bien. El odio es un regalo, ya lo decían los Rage Against the Machine.
[Risas] Sí, sí. El odio es sano, tío. Te dicen que te destruye por dentro: ¡Qué dices! Es lo mejor y te cagas en la puta cincuenta veces y es muy sano. Cuidado con la gente que no se enfada.
¿Te interesa ser una cara visible de movimientos sociales o políticos? Tus canciones no hablan de política pero sí tienen elementos políticos. Y en redes has denunciado la LGTBIfobia, visibilizas la salud mental...
Si te digo la verdad, me daría mucho miedo convertirme en icono de algo. Ismael Serrano es un ejemplo de su posicionamiento y como paradigma de herencia de canción de autor y activista. Me da miedo porque es una responsabilidad y no me siento referente de nada. Si puedo ayudar con mis discursos y puedo crear cierta conciencia en la poquita gente que me sigue, guay. Pero verme como, por ejemplo, referente de la bisexualidad, me daría pánico. Me hago mucho cargo de lo que digo.
"La gente más privilegiada es la que se puede permitir no politizarse"
Me gusta tomar partido porque me dan un poco de grima los artistas que jamás se pronuncian por nada. Además, por ese mismo motivo luego son los que más apoyo tienen de las grandes productoras. No se meten en fregados, que son equidistante de todo... me dan mucha grima.
La gente más privilegiada es la que se puede permitir no politizarse. Nos politizamos porque es nuestro día a día. Las generaciones anteriores a nosotras se piensan que nos quejamos porque nos gusta quejarnos. Pero si te quejas es porque hay una frustración y son nuestras vivencias. Eso nace de las cosas que nos pasan.
La protesta nace de que hay cosas que nos tocan de primera mano y tenemos que hablar de ellas. Te dicen que qué pesada porque solo hablas de feminismo. ¿Y de qué quieres que hable? ¿De las macrogranjas? No las conozco, sé que son una mierda pero no las conozco. Da una imagen de quejitas de nuestra generación, pero bueno.
Sorprende cómo la música urbana, que fue el gran altavoz de la protesta, poco a poco se va suavizando.
Claro, porque lo urbano se ha hecho moda y todo lo mainstream se suaviza porque es lo que recibe más capital. Al final es una rueda. Hay todavía grupúsculos más disidentes en lo urbano, pero esos no son los que suenan.
A parte del escapismo de la gente privilegiada, también es verdad que incluso me pasa a mí. Todo es más visible, y hay un cansancio que subyace.
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