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Flamenco 'De verdad' José Mercé y Tomatito: "El flamenco es tragirrabia, la política es tragicomedia"

El cantaor jerezano y el guitarrista almeriense desandan sus pasos en 'De verdad' para reivindicar la esencia del flamenco.

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José Mercé y Tomatito reivindican el flamenco y su cultura en 'De verdad'. / FOTO: JAVIER SALAS

madrid, Actualizado:


Cuanto más queridos, más reñidos. Dos grandes del flamenco contemporáneo se han juntado para recuperar el puro flamenco, que no necesariamente el flamenco puro. José Mercé (Jerez, 1955) y Tomatito (Almería, 1958) primero han mamado la tradición y luego reinventado el género, como los artistas figurativos que se permiten circunvalar con el paso del tiempo otros estilos más vanguardistas. Ahora desandan sus pasos —e hilan los palos— para reivindicar su cultura más genuina. De verdad (Universal) ha sido producido por el propio guitarrista en su estudio de Aguadulce y está enhebrado por seguiriyas, rumbas, fandangos, bulerías, tangos, granaínas y soleás compuestas por su yerno: Kiki Cortiñas, un flamenco de Lugo, que no se diga. Lo que iba a ser una entrevista pimpón termina convirtiéndose en una partida de billar entre cantaor y tocaor.

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¿El flamenco nace o se hace?

José Mercé: Las dos cosas: nace y se hace.

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Si 'De verdad' es flamenco puro, lo de antes era…

Mercé: Mi eco suena flamenco, por muchas versiones —incluso pop— que haga. Este disco es más tradicional. Vuelve a la guitarra y al cante por una vereda como Dios manda. Me gusta el flamenco abierto, aunque desandar los pasos era una necesidad y entonces surgió la idea de juntarnos.

¿Jondo o superficial? ¿Antiguo o moderno?

Tomatito: Estoy enamorado de la guitarra, un instrumento con muchos lenguajes gracias a Paco de Lucía, quien puso las cosas en su sitio.

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Tomatito: “La política es una música superficial, no cante jondo”

Pero el poso del flamenco siempre estará ahí, por eso el pianista Michel Camilo me llamó para hacer jazz y no, por ejemplo, a Pat Metheny. En el flamenco de verdad, no hay nada superficial.

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Mercé y Tomatito, flamenco 'De verdad'. / JAVIER SALAS

¿Tradición o transgresión?

Mercé: Ambas me encantan. En nuestro caso, como la tradición nos viene de herencia, la forma de cantar y de tocar es muy natural, porque la mamamos en casa. 

José Mercé: “Cuando una cosa está bien cantá y bien tocá, lo demás es pa’ ensuciar”

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Mi bisabuelo, Paco de la Luz, fue el creador de una seguiriya, algo muy difícil de hacer. Luego, la vida avanza y, con ella, la música. El flamenco es la cultura más grande de este país. Por ello, si tuviese que elegir, antepongo la tradición a la transgresión.

¿Paco de Lucía o... Sabicas, Manolo Sanlúcar, Pepe Habichuela, Vicente Amigo o su propio tío, el Niño Miguel?

Tomatito: Todos ellos son maravillosos artistas, pero a Paco de Lucía le tocó la lotería: hay muchos números y no todos resultan premiados. Él abrió las puertas del mundo a la guitarra. Era tres personas en una: Ramón Montoya, Niño Ricardo y Sabicas.

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¿Y la santísima trinidad de los cantaores sería…?

Mercé: Cada uno tiene su época. De lo que yo he conocido, está la época de Manolo Caracol y Antonio Mairena; y luego, la de Camarón y Morente. Hablo a nivel popular, porque también hay cantes muy profundos: Rancapino, Fernanda de Utrera y otros tantos cantaores de estirpes singulares.

¿Guitarra o cante?

Tomatito: Me gusta más el cante que la guitarra, porque la voz es el instrumento natural de la vida. El cante, hasta sin guitarra, es bonito. Rancapino es de lo poco que queda tradicional de verdad.

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Tomatito: “Camarón y Morente llegaron a las masas porque sabían la verdad del cante. No se puede cantar de la nada, sino desde los cimientos”

Lo demás no es que sea de mentira, pero en las músicas vivas, de raíz, que no son estáticas ni dictadoras —como el flamenco— siempre tienen que existir los que renueven.

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Antes del arte abstracto, el figurativo.

Tomatito: Antes del brochazo, tienes que saber pintar muy bien un rostro.

José Mercé. / JAVIER SALAS

Usted, sin guitarrista...

Mercé: La ilusión de mi vida sería ser guitarrista.

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Mercé: “Los primeros en hacer crítica social fuimos los flamencos, aunque luego se apuntaron el tanto los cantautores”

Mercé: No, hombre, no… Siempre le digo que si hace falta cantar con una lata, canto, pero es una broma. Es una gran suerte trabajar con Tomate, porque somos como hermanos [Tomatito boicotea su respuesta y le susurra frases inconexas al oído]. Pues sí, soy capaz de cantar con una lata [risas].

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Ambos son presente, si bien en el pasado Tomatito tocó con Camarón y Mercé cantó con Moraíto Chico.

Mercé: Fue una gran vivencia y una mayor suerte, porque pudimos acompañar a dos genios.

¿Gran escenario o tablao flamenco?

Mercé: Cada cosa a su tiempo. Yo soy capaz de tocar en una pelea… para calmarla, ¡eh!

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Tomatito: “Me gusta más el cante que la guitarra, porque la voz es el instrumento natural de la vida. El cante, hasta sin guitarra, es bonito”

Tomatito: Yo, a mucha honra, soy de la línea gitana. Vengo del barrio almeriense de Pescadería, o sea, de La Chanca, donde aprendí a tocar en los trancos. Y, cuando pruebo el sonido antes de salir a escena, aunque sea en el Teatro Real, sigo haciendo lo mismo que entonces [se levanta de la silla, toma distancia, se agacha y afina una guitarra imaginaria]. Es el barrio.

Mercé y Tomatito, flamenco 'De verdad'. / JAVIER SALAS

¿Jerez-Madrid o Almería-Málaga?

Tomatito: Yo le doy gracias a Almería, por haber nacido allí y porque mi familia es maravillosa; a mi padre, por irnos a Málaga; y a Camarón, por llevarme a Cádiz, su tierra.

Mercé: “Me gusta la política, no me gustan los políticos y España, políticamente, es un país de chufla”

Mercé: Viva la madre que me parió en Jerez, una tierra que tanto ha dado al flamenco.

¿Prefieren el reconocimiento del público o los premios institucionales?

Mercé: El público es quien manda. Máximo respeto a la gente que pasa por la taquilla y paga su dinerito para escucharnos. Los premios son muy bonitos, pero el público es lo mejor del mundo.

¿Artista de culto o de masas?

Mercé: Hombre, a todos nos gusta que nos reconozcan.

Me refiero a ganarse el aplauso de la crítica ortodoxa.

Mercé: Yo, simplemente, prefiero estar a gusto cuando canto.

Tomatito: “Paco de Lucía abrió las puertas del mundo a la guitarra”

Gracias a esa colaboración, la guitarra flamenca entró en los festivales y en los clubs de jazz de todo el mundo, como el Blue Note de Nueva York, Tokio y Osaka. Sin embargo, eso no implica ir contra mí, sino a favor.

Tomatito. / JAVIER SALAS

¿Mejor solo con una guitarra o acompañado de un grupo?

Mercé: Hoy en día, a mi edad y con mi experiencia, me gusta la guitarra y el cante, el cante y la guitarra. No recuerdo quién dijo esta frase, pero me encanta porque es maravillosa: “Cuando una cosa está bien cantá y bien tocá, lo demás es pa’ ensuciar”.

¿Diversión, arte o mensaje?

Mercé: Hombre, el mensaje es muy importante. Cantar no es gritar, lo fundamental es transmitir el mensaje a la gente.

Me refería al mensaje político o a la crítica social.

Mercé: Precisamente, los primeros en hacer crítica social fuimos los flamencos, aunque luego se apuntaron el tanto los cantautores.

Mercé: “La solera en el flamenco se adquiere cuando se es, da igual tener 60 años que 30”

Tomatito: Yo no estoy de acuerdo con ese tipo de mensaje, porque el sentimiento de un artista va más allá de la política. Porque en la política casi todo es mentira. La política es una música superficial, no cante jondo.

¿Sánchez o Rajoy?

Mercé: Eeeh… ¡Florentino Pérez!

¿Iglesias o Rivera?

Mercé: Sergio Ramos [huelga decir que el cantaor, merengue declarado, lava más blanco].

José Mercé. / JAVIER SALAS

¿Monarquía o república?

Mercé: Ahí siempre será lo otro: república.

Precisamente le iba a preguntar por la independencia...

Tomatito: Nada, ya me adelanté yo. En los tiempos que corren, somos muy antiguos, porque estamos globalizados hasta con esto… [señala un móvil y, justo entonces, tira un vaso de agua sobre la mesa]. Perdón…

Tomatito: “La música necesita sus silencios, aunque el silencio solo es muerte”


Mercé: ¡Ya te lo has cargado!

Como se están poniendo nerviosos con la política, una fácil: ¿Real Madrid o Real Madrid?

Mercé: Yo te voy a decir una cosa: Real Madrid Club de Fútbol. Así de claro.

¿Silencio o ruido?

Tomatito: La música no es ruido, pero necesita sus silencios correspondientes, aunque el silencio solo es muerte.

Aguadulce o agua 'salá'.

Tomatito: ¡Aguadulce!

El flamenco: ¿penas o alegrías?

Tomatito: Tiene de todo. El flamenco es un estado anímico.

Mercé: “El flamenco es la cultura más grande de este país. Pero si tengo que elegir, antepongo la tradición a la transgresión”

Mercé: El flamenco es una tragirrabia. Eso lo decimos mucho en Jerez.

Mercé y Tomatito, flamenco 'De verdad'. / JAVIER SALAS

Si el flamenco es tragirrabia, ¿qué es la política?

Mercé: Iba a decir un disparate, macho… Me gusta la política, no me gustan los políticos y España, políticamente, es un país de chufla.

¿Experiencia o juventud?

Tomatito: La experiencia me lo ha dado todo. Desde niño, no he hecho otra cosa. Con la edad, la fuerza se va perdiendo, aunque adquieres otros matices. Digamos que dejas de tener hambre y estás bien comido.

Tomatito: “El sentimiento de un artista va más allá de la política, donde casi todo es mentira”

Mercé: En el flamenco se dice que se tiene más solera con sesenta años que con treinta. Pero esa solera se adquiere cuando se es.

¿Rosalía o Niño de Elche?

Mercé: No conozco a nadie.

Vuestro mayor logro y vuestro peor deseo.

Tomatito: Yo deseo que vivamos todos bien, cada uno a su rollo, y que no pase nada malo en el mundo.

Mercé: “Los premios institucionales son muy bonitos, pero el público es quien manda. Máximo respeto a la gente que pasa por la taquilla y paga su dinerito para escucharnos”

Tomatito: Habrás visto que parecemos dos niñillos, cuando entre los dos juntamos un jar de años.

Mercé y Tomatito, flamenco 'De verdad'. / JAVIER SALAS

A ver, que se llevan sólo tres años de diferencia.

Mercé: Pues él va diciendo por todos los lados que tengo cinco más que él.

A este paso, intuyo que éste será el primer y último disco juntos.

Mercé: Si yo no sé para qué me he juntado con este tío [risas]. ¿Ves lo que va diciendo de mí? ¡Que soy mayor que él!

Deberían intercambiarse el color del pelo.

Tomatito: ¡Hostia! [carcajadas].

A lo mejor le mienten.

Tomatito: A mí no me mentan, aunque me mienten, está claro [risas]. No todo el mundo puede ser tan guapo como José. Yo me considero uno del montón.

Mejorando lo presente, ¿una colaboración de lujo?

Tomatito: Yo he trabajado con casi todos los flamencos y me tiré veinte años con Camarón y con Paco de Lucía. Esas experiencias fueron maravillosas, mas también las que viví con Morente, Rancapino y tantos otros. Me considero un privilegiado.

Tomatito: “Si me ofrecen algo que me desagrada y no tengo necesidad económica, lo rechazaré. A estas alturas, no voy a ir contra mí mismo”

Mercé: Mi privilegio ha sido ser cantaor y colaborar con grandes artistas.

Mejor no olvidarse de nadie para seguir recibiendo felicitaciones por Whatsapp.

Tomatito: ¡Ahí le has dado! [risas]

Menos mal que al final lo han arreglado...

Tomatito: Pero ha costado, ¿eh?

José Mercé y Tomatito. / JAVIER SALAS

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