Este artículo se publicó hace 13 años.
El escritor que buscó el absoluto en la profundidad del corazón humano
Ciencia
Ernesto Sábato fue doctor en Física y trabajó investigando sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie de París a finales de los años treinta. Sin embargo, su trabajo como científico le abocó a una crisis existencial que atravesó gracias a la literatura, a la que se dedicó de forma permanente a partir de 1945. Sábato confesó su "deseo de absoluto" y criticó la civilización racionalista y ‘tecnolátrica'.
Esperanza
Su obra busca un camino hacia la esperanza a través del corazón humano: "El hombre no puede vivir sin esperanza, sin un ideal, sin una tierra prometida", dijo el escritor. "Reflejó al hombre a punto de la catástrofe, pero también a punto de la salvación", explica la escritora Fanny Rubio.
Ficción
En su infancia, Sábato fue sonámbulo y sufrió alucinaciones y terrores nocturnos. "La literatura de ficción me ayudó a liberarme de algunas de las obsesiones más terribles. Por eso me interesa la novela más que el pensamiento puro".
Humanidad
Perteneció al Partido Comunista, pero sus ideas fueron derivando en un humanismo comprometido con el que pretendía rescatar los valores que sostienen la civilización. "La deshumanización es el resultado de dos fuerzas dinámicas y amorales: el dinero y la razón", dijo. Denunció con fuerza la impunidad y la
corrupción frente al sufrimiento de millones de personas en la era de una globalización dominada por poderes incontrolables. Su voz se puso al servicio de la Justicia, la solidaridad y la igualdad, palabras que en su pluma alcanzaron amplio significado.
Sequedad
No fue un escritor de artificios. Concentraba su pensamiento en ideas porque quería hacer pensar, no entretener. "Camus siempre valoró la obra de Sábato y la destacaba por su sequedad y su intensidad", afirma Fanny Rubio.
Sagrado
Su obra literaria fue un intento por penetrar en la profundidad del corazón humano, marcado por la contradicción del amor y el odio. Al hablar de sus novelas mencionaba la poesía, que para él era la única forma de expresar las grandes pasiones del ser humano. Su formación científica no acalló su voz más honda: "Creo en el más allá, hay una eternidad en la vida. El alma es inmortal", dijo.
Terror
En 1984 presidió la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas que redactó el informe ‘Nunca más', también denominado ‘Informe Sábato', sobre los horrores de la última dictadura militar argentina (1976-1983). El escritor sostuvo que, en los años setenta, Argentina "fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda", lo que le valió numerosas críticas.
Vida
Sábato desconfiaba del escritor efébico y adolescente. Él creía que para escribir novelas, el escritor tenía que vivir primero. "Veía las novelas como un medio para transformar al escritor y al lector", explica Fanny Rubio.
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