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Exposición en Madrid Esculturas para la igualdad: las moradas de Yolanda Lalonso y Leandro Alonso

Dos artistas, hombre y mujer, unidos en un proyecto común con un mensaje común, construir un espacio de armonía y comunicación sin papeles predominantes. Es el alma de su exposición 'Moradas', inspirada en la obra de Teresa de Jesús, que acaban de inaugurar en Madrid y que 'Público' ha recorrido con ambos.

Exposición 'Moradas'
Exposición 'Moradas'. Cedida

Parejas en la historia del mundo del arte ha habido varias y muy célebres, Diego Rivera y Frida Khalo, Lee Krasner y Jackson Pollock, Wassily Kandinsky y Gabriele Münter... Si lo han sido trabajando de igual a igual o si han obtenido el mismo reconocimiento ya es algo más discutido. El caso de la pintora y fotógrafa Yolanda Lalonso y el escultor Leandro Alonso, que juntos forman el proyecto Apología de la verticalidad, es distinto y novedoso, primero porque no existe relación sentimental entre ellos, como en los anteriores casos, y, segundo, porque su simbiosis va destinada precisamente a lanzar un mensaje de igualdad no solo artística, también como base de la sociedad actual. Su nueva exposición se titula Moradas y se puede ver en la galería de arte ASPA de Madrid. Público ha tenido la oportunidad de recorrerla con sus autores para adentrarnos en un mundo que, pese a su pequeño tamaño, esconde grandes pensamientos.

Nada más entrar en la sala nos encontramos con miniconstrucciones en bloque, muy minimalistas, con diferentes elementos en su interior y estudiadas sombras que surgen de ellas sin llegar a cruzarse, sin cortarse, respetando el espacio de cada una. Esto ya nos puede dar una idea clara del mensaje que subyace en esta exposición. Moradas se detiene en la intimidad del hogar, en la comunicación dentro de los espacios que habitamos, en las miradas y silencios que compartimos, nos explican.

La idea surge de muchas horas de conversación entre ambos y de una inspiración común, la obra Las moradas de Santa Teresa de Jesús: "Para nosotros, ella fue la primera feminista, porque se enfrentó a la Iglesia y a la sociedad. Ella les decía a sus monjas carmelitas que no dejaran que ningún cura o fraile les dijera cómo tenían que hacer las cosas". Lo que se quiere reflejar es la importancia que tiene el espacio que se genera entre las personas del hogar, donde reconocen que la mujer ha tenido siempre y sigue teniendo un papel representativo. "Cuando falta ella, todo se destruye, se transforma, de ella depende la armonía. Mientras una mujer está dentro siempre hay armonía, cada uno tiene su papel, hay comunicación, hay confianza... Es posible tener una convivencia de igual a igual dentro de las moradas, ella es la parte vertical y lo que ocurre dentro es lo que nos mantiene en sociedad.", asegura Yolanda.

Sigue habiendo discriminación

El hecho de que este dúo de artistas sean precisamente hombre y mujer no es algo al azar, sino que es clave para representar de modo completo esta equidad. Aún así, los dos aseguran que han tenido que revisar sus propios "aprendizajes machistas" para poder rebelarse contra ellos y trasladar de forma clara un mensaje conjunto. "Este es el por qué de nuestra decisión de trabajar juntos. Trabajar con un hombre artista, que además es el que ejecuta la obra por su oficio de escultor, es para mí un acto revolucionario", explica la pintora y fotógrafa. Y pese a ello insiste en que sigue habiendo una discriminación e invisibilización de las artistas femeninas por parte de la profesión y también del público.

"Muchas de las personas que vienen a ver la exposición y también algunos medios, sólo hablan de la obra de Leandro, es algo automático... Y él es quien tiene que reivindicar que la obra es de los dos, que es la materialización de un proyecto conjunto. A veces me han dado a entender que al estar con él, mi obra tiene más peso, que son exposiciones más importantes, más serias...", reflexiona con tristeza Yolanda, mientras su compañero asiente con la cabeza. Y
añade: "Yo siempre he visto a la mujer artista como igual, por supuesto. Son artistas y punto y disfruto muchísimo de su trabajo. El mundo del arte está lleno de muchos egos y encima asociados al machismo que es peor. Yolanda es mi complemento, somos uno. Se trata de caminar juntos y en la misma dirección".

La pintora y fotógrafa Yolanda Lalonso y el escultor Leandro Alonso
La pintora y fotógrafa Yolanda Lalonso y el escultor Leandro Alonso. Cedida

La rebelión contra la dictadura del cuerpo

El proyecto Apología de la verticalidad ha supuesto un verdadero revulsivo para esta artista nacida en Ávila, que ha luchado contra el machismo desde que era casi una niña: "Para mí trabajar con Leandro es algo que me ha costado mucho, porque ha supuesto superar una herida profunda que tengo. Es un acto revolucionario del que estoy aprendiendo mucho y que me ha ayudado a romper prejuicios. Me tengo que hacer una revisión diaria, porque me han pasado muchas cosas por ser mujer y eso hace que te vayas creando unos escudos".

Ese crecimiento personal y la rebelión contra lo establecido también está muy presente en otras obras de Lalonso, como su serie de pinturas Haciendo cosas normales, en las que reflexiona a través de sus pinceles sobre la dictadura de la belleza de la mujer: "Es mi lucha contra la represión de y por mi cuerpo, trabajo sobre el recogimiento y la vergüenza, sobre el autocastigo y la necesidad de perdonarme, me autoreinvidico haciendo todas las cosas normales que hacen el resto de mujeres sin cuerpos grandes". Decidió llevar a cabo esta colección de dibujos en los que se representa a sí misma desnuda y libre para reflejar cómo el hecho de no tener una silueta ajustada a los cánones influía en su vida: "Te rodeas de carne y parece que socialmente no mereces respeto, y ya no hablamos de ser sexualmente deseable... En mi caso es por ser gorda, pero siendo mujer todo se mira con lupa".

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