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"Las FARC de hoy más que ideología tienen una ambición capitalista desmesurada"

José Crisanto Gómez Tovar es el campesino al que las FARC entregaron al hijo de Clara Rojas para que lo cuidase. Luis Tosar le da vida en 'Operación E'

MARÍA JOSÉ ARIAS

 

José Crisanto Gómez Tovar ha pasado de ser una línea en la crónica de un periódico al protagonista real de la última película de Luis Tosar, Operación E. Este campesino colombiano se ha pasado media vida huyendo -primero de los paramilitares y después de las FARC-. El pasado mes de abril salió de la cárcel después de cuatro años acusado del secuestro de Emmanuel, el hijo que Clara Rojas tuvo en cautiverio, y vinculación con la guerrilla. No encontraron pruebas que lo probase y le liberaron. 'En mi país se es culpable hasta que se demuestre lo contrario', dice.

En 2005, un bebé de unos ocho meses fue llevado por las FARC al poblado donde vivía Crisanto, un campesino de 35 años con cinco hijos que se ganaba la vida fabricando pasta de coca para ellos. Los guerrilleros dejaron al niño bajo su protección para que su suegro, curandero, lo salvase. Estaba enfermo de paludismo y con un brazo roto desde el nacimiento. Al final Crisanto y su familia tuvieron que llevar al pequeño al hospital para que lo tratasen allí y Bienestar Social se hizo cargo de él.

No volvieron a verle. Intentaron recuperarlo cuando las FARC regresaron para reclamárselo años después. Fue entonces cuando supo que el pequeño al que ellos llamaban Peggy era 'un tesoro para las FARC'. Lo querían para liberarlo junto a su madre. Ya no era posible, el niño había entrado en el sistema y no estaba en poder de Crisanto. Cuando Clara Rojas fue liberada y el niño entregado a su madre, este campesino fue encarcelado. Ahora, una película narra su historia y él se encuentra en España contando sus vivencias de primera mano.

Operación E pone voz y rostro, el suyo, a un conflicto tan complejo como es el colombiano. ¿Cree que esta película ayudará a dar a conocer la realidad de su país?

Trabajos como este, para suerte de mi país, exteriorizan el conflicto, muy complejo. Es complicado superar las barreras de la imaginación de quienes conocen solo un poco desde fuera y no de una manera tan abierta como se muestra la realidad en esta película.

'Muchas de las personas que integran esos grupos quieren irse pero no pueden'El conflicto lleva tanto tiempo abierto que muchos no recordarán porqué están dentro de él.

Como campesino y como colombiano de clase baja yo lo defino como un conflicto en el que se matan los que no se conocen para beneficio de los que sí se conocen pero no se matan. Es un conflicto absurdo donde mueren cada día colombianos. Aunque también hay gente de otros países, como el caso reciente de Tania. Pelean porque les han metido esa ideología en la cabeza, sembrando una farsa en sus mentes. Muchas de las personas que integran esos grupos quieren irse pero no pueden porque están obligados a seguir. Son como las fichas del ajedrez que mueven a su antojo.

Las FARC recluta extranjeros... y también niños, ¿cómo se vive esa situación con los menores?

Es una realidad. Los niños, sobre todo en las zonas alejadas del centro del país, son reclutados a muy temprana edad por la fuerza y en contra de la voluntad de sus padres. Se ven inmersos en este conflicto del que no tienen culpa. Son niños que no han vivido, que nada saben. Les convierten en máquinas asesinas para atentar contra su propio pueblo. Es algo desgarrador e inhumano.

Según se cuenta en la película, usted logro salvar a los suyos de ese destino. ¿Cómo lo logró?

Yo tuve suerte y pude sacar a mis hijos y no permitir eso. Pero quien se atreve a desafiar esto pone su vida en riesgo. Gracias a Dios yo pude hacerlo. Pero siento gran tristeza por quienes no lo consiguieron y ven como sus hijos son parte del conflicto sin saber el porqué.

Cuando el pequeño Emmanuel llegó a sus manos, su vida y la de su familia comenzaron a depender de que el pequeño sobreviviese. ¿Cómo se afronta algo así?

Es muy duro vivir una experiencia de estas cuando te dejan un niño en unas condiciones inhumanas, un niño tan indefenso, tan inocente, que ve marcada su vida desde un comienzo por la fatalidad, por un absurdo. No porque no fuese mi hijo le iba a dejar a un lado. Me transmitía tanta compasión, que compartía el alimento y todo. La satisfacción es que todo lo que hice lo hice con amor, entrega, humanidad y sentimiento paternal.

'Creo que quizás el propósito de Dios era que este niño llegase a mis manos'¿Cree que le salvó la vida?

Creo que el dueño de la vida de los seres humanos es Dios, pero en algunos momentos él utiliza a algunas personas como instrumento para que contribuyan a un propósito. Creo que quizás el propósito de Dios era que este niño llegase a mis manos y tuviera que enfrentarme a tantas complicaciones para que finalmente pudiera reencontrarse con su madre y tener derecho a la vida.

¿Ha tenido algún contacto con Clara Rojas o el pequeño desde entonces?

Después de llevar el niño al hospital y ponerlo en manos de Bienestar Social nunca más vuelvo a verlo. Por fotos, en los medios, sí. Pero nunca he vuelto a verle. Con Clara Rojas no he tenido ningún contacto y en algunas declaraciones ha sido muy despectiva, pero no la culpo. No soy quien para juzgar a nadie y tampoco puedo llegar a imaginarme qué puede sentir un ser humano en unas condiciones como las suyas, de secuestro. La respeto mucho, la admiro y me da mucha felicidad que hoy comparta su vida con este niño.

Algunos le han tildado de héroe, ¿usted se ve así?

No, para nada. Creo que en el día a día de este conflicto en Colombia muchas personas son héroes en sus propias vidas. Lo que sí considero es que todo esto es una muestra de que uno nunca debe diluirse ante un obstáculo, una adversidad. Hay que luchar por lo que se ama. En este caso mi familia, mi propia vida. No hay adversidad tan grande que no pueda derribarse con voluntad, con amor y con mucha entrega.

'No podemos decir que los paramilitares son mejor que la guerrilla o al revés'Durante su gobierno, la figura de Álvaro Uribe fue muy controvertida. ¿Ha habido un antes y un después desde su marcha en 2010?

Para nadie es un secreto lo controvertido que es este personaje. Tampoco podemos negar que en su momento enfrentó a las FARC con verraquera. Se amarró los pantalones y logró liberar muchas zonas, a mucha gente de la imposición de las FARC. Eso ha llevado al país a sentir un poco más de libertad. Pero no podemos decir que los paramilitares son mejor que la guerrilla o al revés. Son grupos que se han empeñado en sembrar el terrorismo, en desaparecer a gente. Son los responsables del desplazamiento.

¿Y el Gobierno actual?

También admiro al Gobierno que hay ahora. Es más pacifista, centrado en las cosas y que con muy buena voluntad quiere apostar por la paz. Pero quizá desconoce la hipocresía que hay detrás de las FARC. Uno, que conoce a las FARC como campesino de toda su vida, sabe que ellos le mienten al país, al mundo. Desafortunadamente se han autodenominado el ejército del pueblo cuando realmente son los que asesinan, maltratan, humillan y esclavizan a ese pueblo que dicen defender. Es algo muy contradictorio. Además, cuando unos diálogos de paz se inician con tanta mentira y tanta farsa... Eso de que nieguen que viven y se alimentan del narcotráfico es una falacia. Cuando todos sabemos que es su combustible.

Usted mismo ha trabajado para ellos fabricando pasta de coca...

Claro, para nadie es un secreto que las FARC monopoliza el negocio del narcotráfico desde el año 95, cuando lo hicieron suyo. Detrás de todo esto hay muchos intereses. Sabemos que EEUU contribuye de manera incansable aparentemente en la lucha contra el narcotráfico, pero es el país que más consume y que más se beneficia de la venta de armas a estos grupos.

¿Considera que hay un paralelismo entre las treguas anteriores de ETA y la de las FARC?

En el gobierno de Pastrana, va a hacer doce años, hubo estos diálogos, que fueron de mentira. Y eso le duele a uno como colombiano, lo que se muestra en el exterior. Quieren hacer ver que es una cosa muy distinta a lo que se vive en realidad en Colombia. Creo que ese oxigeno que lograron tomar cuando Pastrana, en doce años se les está agotando y entonces han encontrado ahorita la cabida de que el Gobierno les abra las puertas y quieren oxigenarse. Como hizo ETA. Demostrar al mundo que son unos luchadores y unos mártires. Creo que las FARC están congeladas en el tiempo y de manera equivocada quieren cambiar las costumbres de un país mediante las armas, y no de una forma inteligente, democrática. Hoy las FARC más que ideología tienen una ambición capitalista desmesurada y nunca van a dejar el narcotráfico.

'Creo que las FARC están a las puertas de sufrir un desmembramiento total'¿No se fía de la tregua anunciada?

Eso quisiéramos todos los colombianos, que nuestros hijos tengan un futuro real y prometedor y no sigan creciendo con todas estas limitaciones. Pero los hechos indican lo contrario. Ellos anuncia un cese de hostilidades desde el 20 de noviembre al 20 de enero, pero a los dos días atacan. Eso pone en evidencia que las FARC no tienen ninguna autoridad sobre los diferentes frentes y cada uno hace lo que quiere. Creo que las FARC están a las puertas de sufrir un desmembramiento total y que cada frente siga por su cuenta. Es algo como lo que les ocurrió a los paramilitares. Los verdaderos cambios se logran ante una revolución de ideas, de democracia. Ahí sí podríamos tener una posibilidad de cambio en nuestro país,

Da la impresión de que a corto plazo no lo ve viable, ¿cierto?

Desafortunadamente, no. Porque existe el narcotráfico, que incendia todas estas situaciones. Sueño como colombiano con que un día se desligue el narcotráfico del conflicto y se vea quienes son los responsables.

¿Se arrepiente de algo?

Pese a todo lo duro que he tenido que vivir y a mis hijos, no. Me queda la satisfacción de haber contribuido a salvar la vida de un ser humano, indefenso y eso ya es gratificante.

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