Este artículo se publicó hace 16 años.
Lo feo es bello: vuelve el Columpio Asesino
Más surrealismo sucio en su nuevo disco, La Gallina
Hay algo realmente feo en la imagen de un santo. En España, existe toda una tradición de grupos que le han cantado vírgenes y beatos, desde Surfin Bichos a Triángulo de Amor Bizarro, pasando por Fangoria, Los Planetas, Corcobado o Sr. Chinarro. Pero nadie como el Columpio Asesino para coger las estampas y darles la vuelta, ensuciarlas como un niño que las raya con ceras nuevas: en su caso, a base de rock enfermizo, polución, suciedad e interferencias electrónicas y unas letras irreverentes. Es que cuando nos acercamos demasiado a una canción bonita, tendemos a afearla. Decimos: Cuidado, que esto empieza a sonar muy bien. Nos gusta infectar la belleza con cierta suciedad. Nos gusta la fealdad, dice Álbaro Arizaleta, voz y percusiones.
El burka de la vozY eso que lo dicen a raíz de La gallina (Astro/PIAS), su tercer disco y, de alguna forma, el más limpio de una banda que ha crecido escuchando eso que se llamó rock radical vasco (Eskorbuto, Cicatriz, La Polla Records) y que empezó tocando punk a principios de los noventa, continuó encontrando asiento en la escena alternativa (ya en el siglo XXI) y que ahora se aleja hasta de su propio camino. El riesgo que le vemos a este disco está en que nuestro público esperaba una continuación, pero en él hay otro tipo de intensidad. Igual es el disco más intenso que hemos hecho. Nos hemos atrevido a quitarle el burka a mi voz y está más cercana, más limpia. Hemos estudiado otros terrenos, más sosegados, y hemos buscamos un sonido de disco: más orgánico, aunque usemos muchos ordenadores para conseguir esa sensación de naturalidad.
Lo que no dejan es el surrealismo, cierto infantilismo en su manera de ver las cosas y una imagen tan anticool (su cantante es el batería y usan instrumentos fuera de la circulación habitual del pop, como trompetas y sintes) que les aproxima más a una compañía de circo que a una banda. Si el título de su segundo disco (De mi sangre a tus cuchillas) fue inspirado por una dedicatoria de Jodorowsky en la Feria del Libro, ¿qué hay detrás de La gallina? ¿Y de una portada que sigue ahondando en un discurso críptico? No hay ninguna razón detrás de la gallina. Y detrás de la gallina está la nada. Simplemente, la gallina es. Sobre la portada... no he sacado nada claro sobre ella todavía, ríe.
Un buen síntoma de que el grupo va creciendo es su apertura a otros mercados: con La Gallina se marchan a México (Donde los fans son unos hooligans), Portugal y debían haber ido a China, al festival Midi, finalmente cancelado por el gobierno por temor a acciones inapropiadas contra los Juegos Olímpicos. ¿Tienen el Columpio y su gallina opinión política? Ahora mismo tenemos un punto de vista cínico: en una de las letras decimos que nada nos importa una mierda. No teníamos intención de hacer algo especial en ese concierto: con China, hay mucha hipocresía. Da la sensación de que la represión y la censura vienen de dos meses para acá, pero lleva firmando acuerdos toda la vida. No sé por qué les han concedido los Juegos....
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