Cuando las cámaras digitales empezaron a ganar terreno a las analógicas, Joan Fontcuberta publicó El beso de Judas (1997). En ese libro apuntó los cambios que podía suponer el nuevo panorama digital. Ahora, con La cámara de Pandora certifica que la fotografía 'ya no es lo que era'.

7 ¿Qué pretendecon el nuevo libro?

Hacer entender que la fotografía no es una disciplina de especialistas. En España la edad media a la que se accede al móvil es a los 10 años. La fotografía ha cambiado sus usos, hoy es un acto de comunicación.

6 En el libro apunta que la fotografía ha muerto.

Es como si la hubieran crucificado y hubiera renacido. Desde un punto de vista técnico seguimos utilizando cámaras, pero pueden desaparecer. Ahora lo importante es el sensor que construye la imagen.

5 También habla del revelado. ¿Siente nostalgia?

Esperar a que apareciera la imagen en el papel era algo hipnótico. La fotografía analógica era más espontánea, en la digital hay un exceso de control.

4 ¿Cuándo reveló enpapel por última vez?

Hace un mes, para recuperar una foto de los ochenta que me pidieron para la exposición sobre Las Ramblas de la Virreina. Pero mi laboratorio está lleno de trastos, se ha convertido en un almacén. Llevaba un año y medio sin utilizarlo.

3 Usted acostumbra a recordar que la fotografía miente, ¿nos hemos acostumbrado a las imágenes manipuladas?

La cultura de la imagen se ha extendido, la gente ha comprendido que la imagen no transcribe la realidad, sino que se construye y es maleable. Hay más conciencia, pero el refinamiento de losmanipuladores ha crecido.

2 ¿Alguna manipulación que le quite la sonrisa?

Temas como la pandemia de gripe o las armas de destrucción masiva, montajes que han contado con grandes complicidades. La CIA tiene un centro de interpretación fotográfica. Que las fábricas de espías tengan especialistas en detectar manipulaciones lo dice todo.

1 El pezón de Keira Knightley le ha dado para mucho...

Su pecho retocado me permitía hablar de los intentos legislativos sobre aceptar o no los retoques de las fotos de moda. En Francia intentaron prohibirlos, pero si esa ley hubiera prosperado, allí sería delito manipular el volumen de una modelo pero no lo sería poner cuatro misiles cuando no hay ninguno.