Público
Público

La fotografía de vanguardia se abre paso en 'Futures Photography'

Hasta el próximo 14 de noviembre el Círculo de Bellas Artes de Madrid expone la obra de cinco autores emergentes. Un recorrido heterogéneo que nos habla de las miradas que vienen.

'Donde crecen las plantas salvajes', 2020.
'Donde crecen las plantas salvajes', 2020. Arguiñe Escandón / PHotoEspaña

El futuro de la fotografía nos interpela. Lo hace echando mano del medioambiente, la tecnología y la globalización. Lo hace desde el documental pero también desde la vanguardia y lo conceptual. La exposición Futures Photography 2021 le toma el pulso a las miradas que vienen, las que todavía no copan festivales ni museos, la avanzadilla de lo que está por venir.

Cinco son los nombres que integran esta suerte de cantera fotográfica internacional. Arguiñe Escandón (Bilbao, 1979), Marius Scarlat (Rumania, 1993), Antonio Guerra (Zamora, 1983), Suwon Lee (Caracas, 1977) y Carlos Alba (Madrid, 1984). Exponentes de otras formas de acotar la realidad, de buscarle las vueltas y conformar un relato que nos habla de alienación y servidumbres, pero también de belleza y de libertad. 

Un elenco que abrimos con Donde crecen las plantas salvajes, a cargo de la fotógrafa bilbaína Arguiñe Escandón. Una obra que bucea en el llamado Triángulo del Silencio, zona caracterizada por su extraño magnetismo y por algún que otro episodio de difícil explicación, como el ocurrido el 11 de noviembre de 1979, cuando un avión de la compañía TAE despegó desde Mallorca y se vio obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia en València tras ser abordado, según declaró la tripulación, por un OVNI. 

Un suceso que pasó a la posteridad bajo el inquietante epígrafe de "el incidente de Manises", y que dio pie a que algún plumilla con ínfulas de guionista decidiese bautizar la zona del avistamiento como el "Triángulo de las Bermudas" del Mediterráneo. Pues bien, Donde crecen las plantas salvajes es el resultado de una inmersión en multitud de archivos históricos, rituales, mitos, testimonios e historias extraordinarias, que se suman a la experiencia personal de vivir en uno de los vértices de tan singular espacio.

'Donde los perros no ladran', 2020.
'Donde los perros no ladran', 2020. Marius Ionus Scarlat / PHotoEspaña

Otro nombre propio de la muestra es el de Marius Scarlat, cuya obra indaga en los estragos que el alcohol ha generado en su propia familia. La figura de su tío Gigi y de su abuela protagonizan una serie de fotografías en las que Scarlat disecciona con su cámara el sufrimiento de una vida sumergida en el alcohol. "Apenas he tenido conexión emocional con mi tío, salí de Rumanía cuando tenía 11 años y cada vez que volvía trataba de evitar encontrarme con él cuando estaba borracho", explica Scarlat en las notas de la exposición. Su obra Donde los perros no ladran es, en cierto sentido, un intento por comprender una realidad de la que siempre se mantuvo al margen. También la reivindicación de una mujer, su abuela, cuya vida se ha visto condicionada por la enfermedad de su hijo.

Y entre la opacidad y la transparencia, entre lo visible y lo (in)visible se mueve el trabajo de la fotógrafa venezolana de ascendencia coreana Swon Lee. A través de una serie de autorretratos realizados en el ambiente íntimo de su dormitorio, la fotógrafa trata de representar una corporalidad que va más allá de lo físico, un juego de luces y sombras en el que lo oculto complementa lo desvelado.

'Body of lights', 2020.
'Body of lights', 2020. Suwon Lee / PHotoEspaña

"Mi cuerpo femenino es mi medio principal y utilizo mi presencia física en el espacio como un símbolo para resaltar el hecho de que la identidad corporal y mental es un concepto en constante movimiento, transformación, evolución y expansión", anuncia Lee en los créditos de la muestra. 

Body of lights tiene visos de trampantojo, un extraño lugar en el que medio y cuerpo se unen con el fin de revelar no solo la luz sino también la opacidad. Una propuesta que flirtea con lo tenebroso para hilvanar un discurso poderoso sobre lo identitario. Tampoco es baladí el hecho de que la autora sea hija de migrantes, condición esta que se filtra en su obra, cuestionando su identidad –y la invisibilidad de dicha identidad– por medio de sus composiciones.

Una propuesta íntima y crepuscular que da paso a la luminotecnia más descarada. Midnight Sun, a cargo del fotógrafo madrileño Carlos Alba, documenta hasta qué punto el progreso de la tecnología de la luz permite a los humanos "colonizar" la noche.

Carlos Alba
'Midnight Sun', 2020. Carlos Alba / PHotoEspaña

Haces de luz multicolor se dan cita en este reportaje que se centra en la capacidad que tiene la luz para moldear nuestro día a día. También en su incidencia en nuestra psique, no en vano la iluminación sirve para duplicar las horas de trabajo y de placer a las que podemos aspirar. 

La obra de Alba recopila instantes iluminados de ciudades como Madrid, Londres, Singapur, Seúl, Pekín o Hong Kong. De ese reguero de imágenes, de esa profusión de neones, lámparas incandescentes, fluorescentes y ledes, Alba regresa con una advertencia, a saber; que la contaminación lumínica puede provocar impactos graves e irreversibles en humanos, plantas y animales. Desde daños en la retina y cáncer de piel hasta trastornos del sueño, el uso excesivo de luces puede desencadenar una gran cantidad de efectos nocivos.

Por último, la propuesta de Antonio Guerra que, bajo el título Ninguna ruta marcada, reflexiona sobre los sistemas de construcción en el paisaje contemporáneo, los procesos de su transformación y nuestra propia percepción de los mismos a través de las imágenes.

'Ninguna ruta marcada', 2016-2019.
'Ninguna ruta marcada', 2016-2019. Antonio Guerra / PHotoEspaña

Con el acceso a la nuevas tecnologías de comunicación nuestro modo de entender "el viaje" ha cambiado. El camino, como viaje iniciático y de exploración, ha dado paso a la creación de escenarios artificiales e interactivos basados en el simulacro. En ese sentido, Ninguna ruta marcada analiza, a través de la idea de road movie, las posibilidades que nos deja el viaje por carretera, la tecnología y la imagen, así como la interrelación entre mapa y territorio.

Compuesto por seis apartados que incluyen fotografía, escultura e instalación, el trabajo combina materiales y medios, ficción y realidad, enfrentando el dispositivo con la imagen para su cuestionamiento.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?