‘Noches de sapos' narra las aventuras de Jon, un niño muy especial, junto a su madre, en Ituren (Navarra). ¿Cómo era Jon y qué tipo de correrías le gustaba vivir?
Jon era un niño muy apasionado por la fauna y los animales y sobre todo un gran investigador.

Las librerías están llenas de literatura de ficción, pero ‘Noches de sapos' es una historia real. ¿Es su principal atractivo?
Es uno de los atractivos por los que me animé a escribir el libro.

¿Pretende motivar de alguna forma a los niños a los que se dirige?
Pretendo transmitir las vivencias del niño, el respeto por los seres vivos, Jon quería que hubiera señales de tráfico en la carretera para respetar a los sapos, erizos...

Trata valores como el amor a la naturaleza y a los animales, la complicidad entre una madre y un hijo... ¿Pretendía resaltar los valores positivos?
Sí y quizás sin pretenderlo quedan resaltados.

El libro está ilustrado por la pamplonesa Beatriz Menéndez e incluye un 'cuaderno de campo' del propio Jon con las ilustraciones y las fotografías de los animales que aparecen en sus páginas. ¿Qué aporta a la historia este material gráfico?
Mucho, Jon tenía la necesidad de plasmar en dibujos todo lo que pasaba por su vista y que a él tanto le interesaba.

¿Por qué recomendaría su obra?
Porque es divertida, interesante, escrita con mucho cariño, mucho respeto a los animales y a los niños (ellos tienen sus propios intereses y hay que ayudarles).

¿Ha quedado Jon satisfecho con el resultado?
Sí, aunque para él éste es el libro de su madre, un recordatorio de las aventuras de su infancia.