Este artículo se publicó hace 14 años.
Hughes y Hawthorne toman el instituto
En principio, por edad, Emma Stone (Arizona, 1988) no tendría el cine de John Hughes como pilar de su educación sentimental. Pero, qué suerte, su padre era un obseso de las comedias americanas de los setenta y ochenta, y le inyectó el virus de las mejores películas del director de Todo en un día (1985).
Así fue que la nueva actriz de moda en las colinas de Hollywood (y nueva chica de Spiderman), se las tragó todas antes de que le salieran granos. "Me gusta Hughes porque más que mostrarse compasivo con sus personajes, muestra empatía con ellos. Él captaba de forma sincera la manera de sentir adolescente en la que todo se magnifica, todo tiene una medida exagerada. Se deberían hacer más películas como las que él dirigió", opina Stone, protagonista absoluta de la nueva comedia de moda en Estados Unidos, Rumores y mentiras, que se estrena hoy en España, tras haber multiplicado por diez su exiguo presupuesto de 5 millones de dólares.
La referencia a Hughes no es casual. Es el director favorito de Will Gluck, guionista y realizador del filme, y el verdadero inspirador de una cinta que funciona como una revisión adolescente de La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne. En efecto, las referencias de la alta cultura se mezclan aquí con la cultura pop de la mano de Demi Moore y el propio John Hughes para dar de sí un filme que se vale de Facebook, las webcams y la instantaneidad de los móviles para poner de vuelta y media el culto a la celebridad y el puritanismo enloquecido de la sociedad americana.
El instituto para adultos"Quería hacer una comedia de instituto para adultos", reconocía ayer en Madrid el director, que pronto estrenará en EEUU otra comedia romántica también con Emily Stone: Friends with Benefits, algo así como amigos con derecho a roce. En Rumores y mentiras, Olive se ve metida en un berenjenal de aúpa cuando decide mentirle a su mejor amiga y decirle que ha perdido la virginidad. La trola se convertirá en la comidilla de todo el instituto, y Olive sacará partido de su nuevo estatus de "zorrón" (en sus palabras) para hacerse popular y de paso poner en evidencia la hipocresía imperante. "La película toca ese clásico del machismo de que si un tío está con muchas mujeres es guay, pero si es una chica es una zorra", apunta Stone. "Y deja en evidencia que no existe nada parecido a un zorrón, es una cuestión de prejuicios", apunta Stone.
Rumores y mentiras puede recordar a ratos a Juno (Jason Reitman, 2007), por aquello de la protagonista inteligente y pizpireta que rompe con los clichés y lo políticamente correcto. "Es curioso, sabía que iba a pasar esta comparación. Por eso durante el rodaje cuando creía que Emma estaba haciendo algo muy parecido a Ellen Page le gritaba "¡Juno! ¡Juno!", dice entre risas Will Gluck. Watson añade: "Es una pena que nos llame la atención que haya un personaje femenino rebelde e inteligente, hay una tradición de estos papeles en la comedia americana, pero se ve que no es suficiente. Normalmente son ellos los protagonistas".
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