El techno bailongo y verbenero de Joe Crepúsculo le ha hecho un hueco al discurso social en el sexto disco en solitario del prolífico músico barcelonés, Baile de magos (Mushroom Pillow), que ha contado con la colaboración al micrófono de la cantante y compositora Russian Red. El también miembro de Tarántula se bajará este viernes a Madrid para presentarlo en Independance Club (calle Doctor Cortezo; 21.30 horas; 10-15 euros).

¿Un motivo por el que escuchar su último disco?

Le he puesto mucho amor y dedicación y el resultado ha sido sensacional, al menos para mí.

¿Qué álbumes ha comprado recientemente?

Los nuevos de Major Lazer y Oliva Trencada. También vinilos viejos de Wagner, Jarre y AC/DC.

Formato: ¿cinta, vinilo, CD, mp3...?

Vinilo en el comedor y digital en la habitación de grabar.

Logró dar el salto gracias a...

La buena acogida de mi segundo disco, Supercrepus.

Objetivo realizable.

Poder tocar un poco más fuera de España, como en Suramérica o en Europa.

Sueño inalcanzable.

Que Larry Levan remezclara una de mis canciones.

La definición más absurda que han hecho de usted.

Ahora no recuerdo ninguna, pero seguro que hay muchas.

La que deberían haber hecho...

Eso es cosa de periodistas, no mía.

Grupo español olvidado digno de ser reivindicado.

Los Iniciados y Joder Arround.

¿Triángulo de Amor Bizarro o Los Planetas?

Pues ahora no sé qué decirte.

Cuando publicó su segundo disco, ¿se cumplió el tópico de que el primero era mejor?

Para mí, cada nuevo disco es mejor que todos los anteriores.

¿Su directo mejora el estudio?

No sé si mejora, pero quizá te lo pasas mejor bailando con más gente.

Un álbum prometedor malogrado por la producción.

De momento creo que ninguno.

¿Dylan o Reed?

Últimamente más Dylan, aunque hace diez años te hubiera dicho Reed.

Filia, rareza o fetiche instrumental.

Me gustan las piedras y sobre todo los cuarzos. Siempre llevo algo encima.

Como fuera de casa, ¿en ningún sitio?

Normalmente sí, pero a veces también mola salir de la guarida.