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Jordi Galcerán: "La historia de la media naranja es un cuento chino"

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La física cuántica trata de describir cómo funciona el mundo a niveles muy pequeños. Según su teoría, una partícula puede estar en un lugar y en todos a la vez. Al dramaturgo Jordi Galcerán, en 2007, se le ocurrió la idea de hacer una obra que tratara sobre esta particularidad de la física, y no fue hasta que un amigo le contó una anécdota sobre el desastroso crucero que le regaló a su madre, y la petición de su progenitora de no repetir presentes similares, que le vino la inspiración. La criatura se llama Cancún, una comedia que trata sobre las posibles vidas que podría tener un individuo y cómo los pequeños detalles determinan un camino u otro. Desde este viernes y hasta el 4 de enero se representa en el teatro Infanta Isabel, en Madrid.

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Galcerán: "Contar una historia de manera compleja es muy sencillo, lo difícil es hacer lo contrario"La obra se desarrolla bajo estas premisas: ¿Cambiarías a tu marido por el de tu mejor amiga? Y si pudieras ¿qué cambiarías si tu vida no te gusta? Galcerán no se considera uno de esos autores que tienen por meta llegar al intelecto colectivo planteando cuestiones filosóficas: "Mi objetivo era escribir una buena obra de teatro. Nadie se imagina nada de la relación entre esta historia y la física cuántica". De lo que se trata, explica, es de que el público salga de la función con sus propias conclusiones, y que haya construido, de una idea simple todo un universo de complejas cuestiones. "Contar una historia de manera compleja es muy sencillo, lo difícil es hacer lo contrario", asegura.

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Pese a que se la podría etiquetar de comedia romántica, en realidad, explica su autor, la obra "es muy poco romántica, ya que viene a decir que las elecciones de las parejas se producen por el azar. Su hubiese tomado decisiones distintas quizás mi vida sería diferente y no hubiese conocido a mi mujer. La historia de la media naranja es un cuento chino", sentencia y reconoce, medio en broma, que esta teoría le ha llevado a dar alguna que otra explicación a su mujer. La función, añade, "habla de los sentimientos desde un punto de vista racional, y de una forma que es muy poco apasionado".

La trama trata sobre dos matrimonios amigos desde hace más de 20 años que están en un crucero y tras una noche de copas se produce una revelación que marca el rumbo de la obra. Un pequeño incidente, en apariencia sin importancia, que determina la vida de todos. En un giro argumental que recuerda a películas americanas como Big, de Tom Hanks, en la que un niño se hace adulto en una noche tras pedir un deseo; o Una rubia muy dudosa, de Ellen Barkin, en la que un mujeriego posee el cuerpo de una mujer tras su muerte, los protagonistas viven en primera persona otras versiones de la realidad, respondiendo así a la pregunta de ¿Qué hubiese ocurrido si...

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Para dar vida a los personajes, el elenco lo forman los actores María Barranco, Vicente Romero, Francesc Albiol y Aurora Sánchez. Barranco, apartada de los escenarios desde hace dos años, ha asegurado, en varias entrevistas, que este papel parece haber sido escrito especialmente para ella, broma que mantiene con Galcerán ya que el nombre del personaje es Remedios, igual que el segundo de Barranco. Lo cierto es que el dramaturgo asegura que cuando escribe un guión no piensa en un actor en concreto, pero si que los roles que idea estarán representados por los mejores artistas: "Eso siempre me ha ayudado a simplificar las cosas", reconoce.

Sobre la personalidad de los personajes, Galcerán reconoce que no se ha fijado en nadie en concreto, aunque si ha ido cogiendo prestada algunas características y costumbres de sus conocidos: "A la protagonista cuando se emborracha le da por cantar villancicos, esto lo hacía mi suegra".

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La obra lleva ya recorrido, se estrenó en Barcelona, y desde entonces se ha representado en Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, Suiza, Rumanía, Grecia o Rusia. "Me habían propuesto antes llevarla a Madrid, pero hasta ahora no me había animado a hacerlo porque no me gustaba lo que me proponían, pero ahora si que creo que puede estar bien", asegura.

El dramaturgo reconoce que no suele hacer acotaciones en las obras que crea y que no le llama la atención escribir otro género, ya que se considera "muy vago", lo que le gusta es "escribir sin describir". Lo cierto es que se le da genial, cada libreto suyo tiene grandes repercusiones, un ejemplo de ello es su creación más famosa, El método Grönholm, obra trasladada al cine con la que le llegó al reconocimiento del público y la crítica. Sin embargo, estuvo cinco años sin escribir, según Galcerán, por culpa de una crisis de inspiración.

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Precisamente, fue por esa necesidad que tienen algunos dramaturgos de que sus obras remuevan conciencias y que sean el sumun del paradigma filosófico de nuestra época. "Hubo un tiempo, con las primeras obras, que parecía que yo era la gran esperanza blanca", recuerda. Esa tensión, movida por las expectativas generadas le llevaron, por sugerencias ajenas, a pretender escribir un tipo de teatro más profundo y ajeno a las historias que suele contar.

Tardó ese tiempo en darse cuenta de que, como rezaba el slogan de aquel spot que anunciaba un producto de belleza, "el secreto está en ser tu mismo". Y así lo hizo, y volvió a sus historias, las que le divertían y llegaron obras como Burundanga, que está a punto de convertirse en un clásico del Lara y un indispensable si estás por Madrid. Cancún apunta a convertirse en una de las comedias de la temporada. ¿Lo será? Seguramente, en un plano de la realidad sí, y en otro no. 

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