'Hola desde el Teatro Kodak de Los Ángeles. Estos son los premios de la Academia de cine'. Puede que esta frase que cada año da comienzo a la gala de los Oscar no se vuelva a escuchar tal cual nunca más. 

La razón es que el gigante fotográfico Kodak, acuciado por las deudas, ha decidido solicitar a un tribunal de quiebras de Estados Unidos que retire su nombre del famoso teatro de Hollywood.

Kodak firmó hace una década un contrato que duraba 20 años y por el que asociaba su nombre al edificio -propiedad del grupo CIM- a cambio de 74 millones de dólares, unos 4 millones anuales.

Sin embargo, su actual situación le ha obligado a replantear toda su estrategia, incluyendo dicho patrocinio. La multinacional ya ha presentado documentos judiciales para reclamar la extinción del contrato que vincula su nombre al del teatro pero no ha aclarado si el próximo 26 de febrero seguirá apareciendo su nombre en la gala anual de los Oscar o la decisión tiene carácter inminente. Pero hay quien ya asegura que varias empresas habían contactado con el dueño del edificio CIM Group sobre los derechos del nombre.

La otra opción que se baraja tras la marcha de Kodak es que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas decida cambiar el emplazamiento de sus premios. Este extremo ya se contemplaba hace unos días para la gala del año que viene pero la 'espantada' de la empresa fotográfica podría precipitar los acontecimientos y que la Academia decidiera este mismo año hacer la mudanza.

Un miembro de la junta directiva de la Academia ha declarado que se van a 'buscar otras sedes y a escuchar todas las ofertas'. Ya hay quien ha empezado a dar nombres de los posibles nuevos escenarios. Entre ellos, destaca el Nokia Theatre, situado en el centro de Los Ángeles y cercano a Staples Centre -lugar donde juegan los Lakers-. Sin embargo, el presidente del Academia, Tom Sherak, es partidario de seguir en la misma sede y ha declarado que no se cansará de defenderlo. 

El 19 de enero, Eastman Kodak declaró ante los tribunales de Nueva York su estado de quiebra voluntario para la matriz de filiales estadounidenses de la empresa, de esta forma se acogía a la protección que ofrece el capítulo 11 de la ley de quiebras de EEUU para reestructurar sus actividades.

La empresa disminuyó su actividad en el mundo del entretenimiento desde que la tecnología digital comenzó su rápido desarrollo. Sin embargo, todavía sigue teniendo un impacto significativo en Hollywood. Kodak debe millones de dólares en devoluciones de película a los grandes estudios.