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"Ha llegado el momento de que Cannes premie a Almodóvar"

La película, que quiere inaugurar una nueva etapa para la franquicia de oro de Disney, fue acogida ayer con tibieza

SARA BRITO

Paren máquinas, que llegan los piratas. El Festival de Cannes, cuna mundial del cine de autor y la crítica de mocasín, fue tomado este sábado por el ruido y la furia de todo un blockbuster americano. El foco de atención se trasladó de la competición oficial, que continuó este sábado de forma más agazapada, al desembarco del equipo de Piratas del Caribe, la saga comandada por el capitán Jack Sparrow, que cuenta con nueva compañera a bordo.

Penélope Cruz dominó este sábado las mareas mediáticas del Festival. La actriz española es la incorporación más lustrosa de la nueva etapa de la franquicia que ha logrado que Disney y el productor Jerry Bruckheimer hagan caja a las bravas. Piratas del Caribe se ha convertido en una de las sagas más taquilleras de la historia y sus tres primeros títulos han recaudado más de 2.500 millones de euros en todo el mundo.

'No importa donde trabaje: siempre seré una actriz española', reconoció este sábado

Sevillana, de nombre Angélica e hija del temido Barba Negra. Esa es la nueva cara de Cruz en Hollywood, que apuesta por la actriz que ganó un Oscar por Vicky Cristina Barcelona como la comediante de moda. La pirata Pe navegó este sábado los mares del sur durante 140 minutos, en un filme cuya trama se centra en la búsqueda de la fuente de la juventud, el grial capaz de alojar el líquido de la vida eterna. ¿Indiana Jones y la última cruzada? No, la cuarta entrega de la saga, llamada esta vez En mareas misteriosas.

'Yo estoy encantada de cumplir años', dijo Cruz, en referencia a la trama del filme. 'Será porque soy española y la vejez se encara de manera diferente en mi país que en Los Ángeles. Pero yo espero con emoción cada etapa del camino', declaró. Para los dudosos añadió: 'No importa dónde trabaje, yo siempre seré una actriz española'.

Haciendo patria, Penélope Cruz habló también de su amigo Pedro Almodóvar, que llegará a Cannes el próximo jueves para presentar La piel que habito: 'No he visto la película de Pedro pero leí el guión y creo que es uno de los mejores que ha escrito. Ha llegado el momento de que Cannes premie a Pedro', dijo la actriz, refiriéndose a la palma de Oro, ya que el manchego ya ha recibido premios a la dirección, al guión y uno conjunto a sus actrices en años anteriores.

Rob Marshall, que ya trabajó con Cruz en 'Nine', dirige esta nueva entrega

Pero antes de la Palma de Oro, los piratas. La franquicia de oro de Disney emprende nueva etapa con nuevos personajes para que, como dejaron claro Johnny Depp y el todopoderoso Bruckheimer, la maquinaria siga funcionando hasta el agotamiento. 'Continuaré haciendo de Jack Sparrowhasta que el público quiera y hasta que el personaje no haya quemado las posibilidades de juego que sigue teniendo', dijo este sábado el propio Depp, al que llaman 'el capitán indiscutible del barco de Piratas del Caribe'. Eso dijo el director Rob Marshall, que sustituye a Gore Verbinsky al frente de la franquicia y que es el responsable del fichaje de Penélope Cruz después del trabajo conjunto en Nine.

'Acepté el proyecto antes de leer el guión y me he sentido muy cómoda en este papel de pirata mentirosa y manipuladora, con muchos matices. Ha sido un rodaje muy largo, de seis meses viajando por todo el mundo', indicó Penélope, que mascó chicle durante la rueda de prensa y reconoció sentirse cada vez más cómoda trabajando en inglés.

Depp: 'Continuaré haciendo de Jack Sparrow hasta que el público quiera'

Hacía 12 años, desde Blow, que la actriz no trabajaba con Depp, con el que intercambió elogios a lo largo y ancho de la presentación. 'Lo más duro del rodaje fue aguantarme la risa cuando estaba junto a él', dijo Cruz. 'Es siempre inspirador tener a Johnny cerca, es una persona con una creatividad enorme', continuó.

La actriz de Móstoles admitó que contó con la ayuda de su hermana Mónica, que la dobló en los planos largos al final del rodaje para evitar riesgos en su embarazo. De sus hijos también habló Johnny Depp, que reconoció que con ellos ensaya los gags que hará Jack Sparrow en la gran pantalla. 'Mi verdadera inspiración para el personaje son los dibujos animados clásicos. La idea es ser un Bugs Bunny de carne y hueso', explicó. El actor habló también de su carrera, en cuyo mapa de ruta ha combinado cine independiente a babor y algún blockbuster a estribor. 'Durante unos 20 años hice películas que en muchos casos fueron consideradas un fracaso. Así que construí mi carrera sobre fracasos, razón por la cual estaba a gusto en ese terreno', bromeó el actor fetiche de Tim Burton. 'He sido muy afortunado por llegar a un equilibrio y haber enganchado mi trabajo a lo que es auténtico para mí', dijo.

La cinta no logra ser un filme de aventuras y no hay química entre ambos

Ahora bien, la recepción de la película fue mucho menos entusiasta que todo lo anterior. En mareas misteriosas no levantó apenas aplausos en su primer pase en Cannes, donde las gafas 3D eran más un adorno molesto que una herramienta para ganar profundidad e impacto visual. La sala Lumière no estaba llena en el pase de la mañana y muchos pusieron el grito en el cielo por la programación de este tipo de cine-evento en la exigente Croisette.

Entretenida a secas y dotada de algunas enérgicas secuencias de acción, como la huida de Sparrow de un palacio en Londres o el ataque de las sirenas en una isla remota, la nueva entrega de Piratas del Caribe no logra convertirse en un filme de aventuras trepidante: no hay enredos demasiado ocurrentes, ni gags brillantes, ni suficiente delirio pirata. También ocurre que al tira y afloja de Sparrow-Angélica le falta chispa. Además, ¿en serio no hay nada más que hacer en el mar que buscar el santo grial?

Echamos de menos la oscuridad y el tono lisérgico de la tercera entrega de la saga, aquella en que Keith Richards aparecía como padre de Sparrow, cameo que se repite brevemente en este capítulo. Y ya que, como dicen director y productor, este es el inicio de una nueva etapa, a la película le falta más frescura si de verdad se quiere hacer un lavado de cara. El humor de Sparrow está cansado y el público no pasó de una sonrisa forzada. Consejo: menos misionero (personaje soporífero de este nuevo capítulo) y más anarco-piratas. La culpa es del guión pero también del siempre dudoso Rob Marshall.

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