Este artículo se publicó hace 13 años.
El Lliure sufre más recortes y rebaja su ciclo más radical
Àlex Rigola lamenta la pérdida de investigación teatral
Los recortes de la Generalitat no afectan sólo a la sanidad pública. La cultura también sigue restando en sus cuentas. Àlex Rigola, director artístico del Teatre Lliure de Barcelona, comentó hoy en la presentación del ciclo de nueva escena Radicals Lliure (que se celebrará hasta el día 15), que la crisis económica le ha forzado a prescindir de artistas internacionales: "Con el poco tiempo que nos ha dado la Generalitat para aplicar los recortes, hemos tenido que eliminar las piezas internacionales", dijo.
Las partidas presupuestarias de la Generalitat para este teatro público ya bajaron alrededor del 10% a principios de temporada. "En la programación ya contemplamos esa austeridad, pero después de las elecciones autonómicas, el nuevo Govern [de Convergència i Unió] ha aplicado otro ajuste que nos ha pillado por sorpresa, con espectáculos ya programados", comentó ayer Rigola a Público. El ejercicio de austeridad, por lo tanto, ha afectado a las obras programadas o simplemente previstas para el final de temporada. Como los Radicals.
"Ya habíamos reducido el presupuesto del festival, pero ha habido que renunciar a algunos de los espectáculos que nos hubiera gustado traer". El encaje de bolillos ha llevado a renunciar a la programación internacional por dos motivos: los puramente económicos (son más caros) y por principios: "Hemos mantenido los compromisos con las pequeñas compañías catalanas y del resto de España porque necesitan este espacio".
Democracia culturalEs la función de un teatro público: "Tenemos que asegurar una democracia cultural dando cabida a todo lo que no entra en las programaciones de las salas privadas", comentó el director, apesadumbrado por lo que significa la ausencia de espectáculos extranjeros. "Dejan una huella muy fuerte y son propuestas muy interesantes para los creadores y programadores de aquí". Rigola no se atreve a cifrar los espectáculos abortados, porque en cuanto se vieron encima un nuevo recorte presupuestario, ya cambiaron los objetivos.
La presencia de estos grupos innovadores es importantísima en el panorama cultural ya que forman, para Rigola, un equipo de investigación teatral: "Van al límite, exploran, son los que reinventan el teatro".
El director del Lliure asume que la inversión en cultura lleva tiempo en recesión. "No es una cuestión de la actual crisis económica", explicó, recordando que se llegó a hacer una política de culturización de la sociedad. "Durante el Gobierno de Pasqual Maragall [hasta el año 2006] se llegó a hablar de doblar el presupuesto en cultura. Luego, con el Tripartito, antes de la crisis, nadie volvió a mencionar el tema. No podemos competir con culturas públicas de referencia, como Alemania o Francia,con nuestros presupuestos tan escasos".
Detrás de todo hay una crisis, más que económica, de valores: "No es nuevo. Ahora el mundo se extraña de que el liberalismo radical no haya sido ninguna fórmula mágica... El ser humano en general es de derechas. Es difícil tener un pensamiento de izquierdas ahora", se lamentó.
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