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Lola Herrera o la fortaleza del débil

La actriz vallisoletana publica sus memorias, 'Me quedo con lo mejor'

VICTOR USÓN (EFE)

Me quedo con lo mejor titula Lola Herrera sus memorias, en las que se descubre 'la fortaleza del débil', asegura la actriz, quien recuerda en este libro su infancia en la Guerra Civil, además de su infortunio en el amor y el recuerdo de su abuela, que sufría el maltrato de su marido.

'Se ha hablado mucho en mi casa de la guerra, pero escribir esto me ha resultado terrible. He hecho una especie de duelo de todas esas muertes y de las palizas que recibía mi abuela', ha dicho Herrera en la presentación de Me quedo con lo mejor (La Esfera). Al acto, han acudido amigos de la protagonista, como Carmen Maura, Natalia Figueroa, Pilar Bardem o el productor y director teatral José Sámano.

Aunque nació en 1935, Lola Herrera recuerda la Guerra Civil y toda la desgracia que le acompañó. Fueron muchas muertes que, según la actriz vallisoletana, se acababan convirtiendo en 'algo cotidiano'. Pero la dureza de aquellos años, la tristeza y la soledad, eran combatidas en su casa con enormes dosis de humor, además de una tendencia familiar a cantar. Precisamente, uno de los primeros recuerdos que guarda de su padre eran los tangos que le cantaba en sustitución de las nanas. Rememora también su tesón en sintonizar una emisora clandestina, Radio Pirenaica, sin temor a que fuese descubierta su ideología, en unos años en los que todo estaba empapado de miedo.

Aunque Herrera asegure en el título de sus memorias que prefiere quedarse con lo mejor, su vida no es un cuento de hadas Aparte de su infancia, cuidó de sus dos hijos sola en Madrid, trabajando en una profesión que se caracterizaba por la inestabilidad. 'No es precisamente una novela rosa. Sería imposible en una niña que nació justo antes de la Guerra Civil, que recuerda los bombardeos y que vivía en una casa obrera de un barrio obrero', ha asegurado José Sámano en la presentación, que se ha celebrado en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

Lola Herrera pasa por aquellos primeros años de su vida con enorme emoción, y su talento como actriz y como cantante le permitió ser artista desde muy joven, porque se convirtió en lo que ahora se conoce como una niña prodigio. Por ello, abandonó sus estudios demasiados pronto, algo que le provocó un vacío cultural al que le acompañaron inseguridades y miedos.

Además, relata las anécdotas que rodearon el rodaje de su primera película, El pórtico de la gloria (1953), los ensayos de su primera representación teatral, que dirigió Pepita Serrador en Valladolid, y su partida a Madrid para convertirse en actriz de radio. Una luchadora que tuvo que sufrir la falta de derechos de la mujer durante la dictadura. Era una de aquellas que no estaba ni casada ni soltera ni viuda, toda vez que las relaciones sentimentales le provocaran enormes desgracias en su vida.

'A Lola se le puede considerar la mujer más positiva, más serena del mundo. Su vida ha sido una larga batalla y ha triunfado', comenta Natalia Figueroa, quien ha escrito el prólogo de la obra. Pero, si hubo un papel importante en su largo recorrido como actriz, fue cuando interpretó a Carmen Sotillo en la obra Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes. 'Hicimos lo que realmente queríamos hacer, y es que no entiendo cómo hay gente que hace planes pensando en lo que va a gustar', asegura Herrera.

La intérprete ha recibido numerosos premios como la Medalla al Mérito de las Bellas Artes o la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Porque sigue activa e ilusionada con nuevos proyectos: de hecho, interpretará 'El estanque dorado' junto a Héctor Alterio, además de continuar como diseñadora de su línea de ropa. Este libro, que ha permitido a Lola Herrera 'desahogarse', le sirve para 'limpiar el trastero', según reconoce, por lo que ahora se siente 'muy ligera' al haber hecho 'duelo' al recordar la gran cantidad de batallas que ha vivido.

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