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Manfredi deja el mundo clásico por los campesinos

El autor trata el profundo cambio social italiano tras las dos guerras mundiales

PAULA CORROTO

Después de vender más de seis millones de ejemplares de su trilogía Alexandros sobre el mito de Alejandro Magno y de narrar el asesinato de Julio César en su última novela, Idus de marzo, Valerio Massimo Manfredi (Italia, 1943) abandona el mundo clásico. Su próximo libro, cuyo título será Noche de invierno (que publicará Mondadori próximamente), recreará la vida de una familia de campesinos italianos entre 1914 y 1949. El escritor deja atrás a los grandes líderes de las antiguas civilizaciones para centrarse en una época que explica la Italia actual.

Si bien el autor ya había transitado anteriormente por el siglo XX con libros como El oráculo, esta es la primera vez que uno de sus libros toca una historia que no se aleja de su propia vida. La novela transcurre en su pueblo natal, Piumazzo, en Módena, y reconstruye la vida de una comunidad que tiene que superar la brutalidad de dos guerras mundiales. 'Hay momentos en la vida en los que tienes la necesidad de contar otras cosas', aclara.

Su objetivo era narrar cómo dos guerras cambiaron para siempre el mundo cotidiano que existía hasta el siglo XX. 'Después de estos conflictos, la vida tal y como era en Italia hasta entonces desapareció. Hace cien años, un campesino italiano vivía prácticamente como un campesino de la época del Imperio romano. Tras las guerras, todo cambió y empezó también la desintegración de las familias. Ahora vamos hacia la destrucción de todo contacto humano', señala.

A pesar de esta visión catastrofista del paso del tiempo, Manfredi, que antes de escritor fue arqueólogo, no cree que las antiguas civilizaciones fueran mejores que la nuestra. 'El ser humano trata de alcanzar un mundo mejor, pero no se pueden hacer clasificaciones entre civilizaciones porque las circunstancias y la cultura no son las mismas', apunta.

El italiano es uno de los escritores más conocidos de novela histórica en el mundo, aunque a él no le vaya esta etiqueta. 'Todas las novelas son históricas', señala Manfredi, que rompe el debate sobre la veracidad de la novela histórica. 'La principal diferencia es que el ensayo histórico excluye toda emoción, mientras que la literatura nació para transmitir emociones. La literatura llega a la tercera dimensión, que es la vida. La Historia sólo se queda en los hechos', asegura de manera clara.

Para este escritor el lenguaje literario llega, incluso, con mayor profundidad que el del cine. Aunque acaba de vender los derechos de Idus de marzo, manifiesta que no le gustan las películas que se han rodado sobre el mundo antiguo. La razón es que sus principales financiadores suelen ser norteamericanos: 'Y estos tienen totalmente perdido el sentido histórico'.

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