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Miguel Ríos: "La subida del IVA es un gran acto de piratería"

Presume de estar jubilado pero su cerebro sigue en activo y lo mismo que cargó en su día contra la piratería, carga hoy contra las medidas del Gobierno

JUAN JOSÉ TÉLLEZ

Tiene 68 años, diez menos que Leonard Cohen y cinco más que Bruce Springsteen. Con uno y con otro comparte la historia del rock, el gusto por la literatura y la convicción de que un escenario lo mismo brinda una estupenda ocasión para la fiesta, para la belleza o para la arenga. Miguel Ríos Campaña (Granada, 1944) presume de estar jubilado pero su cerebro sigue en activo y lo mismo que cargó en su día contra la piratería como una artimaña del capitalismo para acabar con la creación artística, ahora lo hace contra la subida del IVA que el Gobierno impone a partir del 1 de septiembre: 'La subida del IVA es un gran acto de piratería -denuncia a poco que se le pregunte-. Peor, claro, es subírselo a las chuches o al pan, pero la cultura también es el pan de la gente, el alimento más sólido que conozco para andar por este mundo proceloso. Estoy totalmente en contra de esa subida de un impuesto que es absolutamente indiscriminada. Es un impuesto que grava a todos, a los más pobres principalmente. Que se lo apliquen, en cualquier caso, a un tío que se compra un Lamborghini y paga un 24 si es que lo paga, pero que no se lo impongan a alguien que va a llenar la cesta de la compra'.

'La subida del IVA -remata-- es la puntilla definitiva para quitarse de en medio a la cultura, para hacerla etérea y viajera por redes que nunca se sabe a qué bolsillos van. Es acabar con la música, con los libros, con el cine. Es acabar de una vez por todas con los diletantes que tan mal se llevan con el poder'.

El jipi de los 'Conciertos de Paz y Amor', que denunció el totalitarismo en 'Memorias de un ser humano' y fue antimilitarista con 'La huerta atómica', coincide con algunos postulados del 15-M, aunque también tenga alguna que otra discrepancia: 'Hay motivos para juntarse y protestar; hay tantos que lo difícil es buscar una solución para todos ellos. El descontento se expresa con mucha facilidad y tiene un verbo muy claro, pero la organización del descontento es muy difícil. Si estás diciendo que hay que combatir la política de los líderes carismáticos, ese criterio extirpa cualquier tipo de liderazgo político, pero yo creo que la única forma de enganche que tiene aún la política es que exista alguien que te aglutine para luego desilusionarte'.

'En cualquier caso, el 15-M me encanta; me parecía que era rarísimo que la gente joven, viviendo un deterioro tan grande de la situación, no reaccionara o no tuviera un gesto de rebeldía. Encauzar toda esa fuerza colectiva para que la acción política tenga su efecto es complejo pero por lo menos la gente no se apalanca en el sofá. Va a haber más 15 m, el de los parados de larga duración, el de la gente que ya pasa hambre, un drama que supone un agravio respecto a todo el derroche que en estos momentos se está viendo. El encargado de dar la vuelta de tornillo a la situación global se ha pasado un par de vueltas y como apriete un poco más le va a estallar en la cara. Habrá sociólogos midiendo el grado de descontento al minuto, pero sin conocer sus datos, yo creo que el descontento llegará a las barricadas'.

'Creo que el descontento llegará a las barricadas' Miguel Ríos, que cantó las composiciones de Kurt Weill y de Brecht, las de Roque Narvaja o Jaime Noguerol, los temas cómplices de Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat o Victor Manuel, o se atrevió a traducir al español el 'Stormy weather', anda ahora en su propia barricada particular, la de la SGAE y el colegio de pequeño derecho al que representa: 'La SGAE está saliendo de la UVI ahora mismo. No sabemos si podemos quitarle la ayuda asistida o tendrá que pasar un tiempo en cuidados intensivos. Habrá que entonar el mea culpa por la dejación de quienes quizá no nos interesáramos a tiempo por este asunto, antes de que estallara todo. Pero como estoy jubilado, en vez de irme a ver obras que ya no se pueden ver porque la construcción ha caído en picado, empleo mi tiempo en echarle una mano a los compañeros y a mí mismo en la SGAE'.

'Yo estoy jubilado de los escenarios pero las canciones siguen constituyendo mi patrimonio y es importante que una sociedad de gestión de derechos funcione bien. Se han conseguido unas elecciones muy participativas, muy democráticas, con grupos dentro de la Junta bastante equilibrados aunque algunos tienen más poder y otros menos. Como voy de independiente, sigo manteniendo la intención de mi programa, la de la SGAE para el socio, como único destinatario. Aparte de ser de los mayores tengo una cierta autoridad moral solo por haberme presentado. Estoy muy contento en el sentido de que se ha hecho una junta muy equilibrada y se está intentando resolver problemas de muy difícil situación, de una gestión un poco megalómana al final de un periodo que empezó siendo interesante. No sabría decir si el poder absoluto corrompe absolutamente pero lo que hace es enloquecerte absolutamente y perder de vista la realidad'.

'Que un rico sea de izquierdas me parece de puta madre'

Ese criterio también lo aplica a la política en general, un compromiso al que llegó a través del rock and roll, aunque en sus comienzos aún estuviera lejos de dicha conciencia cívica, cuando fue por primera vez a Estados Unidos en los años 60 y pudo ver a Led Zeppelin en el Forum de los Angeles, aunque él prestara más atención a las grouppies, aquellas chicas de estética y costumbre tan distintas a las que la dictadura y la moral católica imponía en España: 'Luego comprendí que la música es conciencia. Nos viene de Pete Seeger, pero el papel actual de Bruce Springteen en ese sentido es brutal. Es gente que lo tiene todo, insanamente ricos que no juegan en la división de honor sino en la siguiente. Para ellos, caer en la tentación de olvidarte de todo y caer en el dolce fare niente sería fácil. Que un pobre sea de derechas, no me parece natural, pero que un rico sea de izquierdas me parece de punta madre. Lennon dejó esa semilla, la del compromiso del individuo más allá de la práctica partidistas. Los derechos del ser humano tendrían que estar en el frontispicio de cualquier persona digna con independencia de su ideología'.

Ahora que se cumplen 35 años de la muerte de Elvis Presley, él recuerda cuando acudió a verle cantar en el International de las Vegas: 'Era la época del himno de la alegría y querían que cantase allí, para actuar durante la misma velada que unos cómicos americanos, Smaller Brothers. Yo por aquel entonces no podía cantar en ningún lado, porque era difícil contratar a un grupo. Empecé a dar conciertos en el el 73 o el 74, porque compramos un aparato, el meletron, que inventaron Procul Harum y que hizo furor hasta el punto de que en Hermano Lobo aparecían noticias como 'Teddy Bautista atacado por su meletron''.

'Fui hasta Las Vegas pero yo no veía que fuera el sitio idóneo para actuar. Yo quería ir a tocar a los colleges, porque me hice muy amigo de Scott Mckenzie, el de 'San Francisco be sure to wear flowers in your hair'. Le acompañaba a los colegios universitarios y veía que era una forma de entrar en el mercado estadounidense, no por el lado que lo estaba intentando Julio Iglesias'.

'Me enterá más tarde de que Elvis era un poquillo fachilla' En aquella ciudad fundada por un gangsters, con su eterna calle del infierno, llena de casinos rutilantes y de bodas exprés como un oasis eléctrico en el desierto de Nevada, el joven Mike Ríos que ya no se llamaba Mike Ríos, vio al Rey: 'Lo cierto es que acudí a ver la actuación de Elvis. Yo tenía una adoración por él, aunque me enteré más tarde que era un poquillo fachilla el tío. Yo no lo sabía, pero tampoco sabía entonces lo que era ser fachilla en el 65. A mí, lo que me importaba era ligar, buscar canciones y la manduca. Me fascinó verle, pero me dejó un sabor muy agridulce. Ya era un Elvis crepuscular, orondo, pero con muy buena voz todavía. El repertorio empezaba con Suspicious Minds. Al saber que se cumplían treinta y cinco años de su muerte, me acordé de él por aquellos amores de juventud. Mucho de lo que soy creo que se lo debo también. Fue el primero que le robó la música a los negros para transformarla. Estoy convencido de que sigue vivo y tiene un affaire con Marilyn Monroe'.

Vuelve entonces Miguel Ríos a incurrir en una nueva digresión por los cerros de Ubeda de la cultura pop: 'Qué mundo más icónico, ¿verdad? Era difícil para nosotros en aquella época tener devoción por la cultura americana, por más que me gustara mucho la literatura, la beat generation, o el mundo hippie, usando todas las armas que el mundo hippies podía darte. Políticamente, todo era distinto. Había partidos emblemáticos de la izquierda europea que no te daban el carné si eras homosexual'.

Miguel Ríos no era gay pero nunca tuvo carné de partido: 'No he tenido carnet de nadie. Los captadores del Partido Comunista eran Víctor Manuel y Teddy. Sabían que me gustaba ir de independiente por la vida, pero que podían contar conmigo cuando hiciera falta'. E hizo falta, a la hora de reivindicar la autonomía andaluza con Al Andalus, a Federico García Lorca el cinco a las cinco, o el desencanto en 'Generación límite'. En Rota, durante un homenaje convocado por Izquierda Unida el pasado jueves, le reconocieron los servicios prestados en 'el camino de la libertad y de la autenticidad'. 'No hay cultura si no es popular', reivindicó Miguel Ríos. También entonces pudieron contar con él. Dos empleados públicos de 'Marea Verde' subieron a escena para denunciar como se está desmantelando el estado del bienestar, del que también forma parte el rock and roll. El rockerío y el rojerío se juntaron aquella noche alrededor de aquel muchacho de pelo largo que acudía a los añejos conciertos del Price.


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