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De la moral y el código ético propio de las series

‘Cómo defender un asesino’ es una de la últimas series que plantea en la pantalla un código ético propio. ‘Homeland’, ‘Breaking Bad’, ‘Arrow’ y ‘Juego de tronos’ son otras cuyos personajes disfrutan de una moral contracorriente.

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Series con su propio código ético.

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MADRID.- “No entiendo de eso [ética], pero tengo normas”. Quien pronuncia tan lapidaria frase no es otro que uno de los personajes de mayor trascendencia que ha dado la caja tonta en los últimos años, décadas. Efectivamente, de eso, de ética,Tony Soprano no entendía, pero tenía sus propias reglas, las de la mafia. Esas que rigen un mundo de crimen y delincuencia donde la familia está por encima de (casi) todo. La ética se rige por la moral que, a su vez, define las actuaciones desde el punto de vista de si se actúa con bondad o malicia. Una definición un tanto burda basada en lo que dice la RAE al respecto que sirve para aproximarse a la ética propia que manejan algunas series y personajes. La ficción televisiva está plagada de ejemplos y el repaso podría extenderse párrafos y más párrafos. De la misma forma que, al tratarse de un punto de vista tan subjetivo como lo que es ético o no, es probable que muchos no estén de acuerdo con los distintos códigos aquí recogidos. Hannibal, Dexter, The Newsroom, Homeland… La lista sigue y sigue.

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Revisando series recientes con un código ético particular, el máximo exponente que se encuentra es Dexter (Michael C. Hall). Se mire por donde se mire, su protagonista es un asesino, un psicópata con una infancia traumática (así se intentan justificar hasta cierto punto sus tendencias homicidas) al que su padre adoptivo intentar reconducir por el ¿buen? camino. Su filosofía de vida es simple: si vas a matar, que sea a los malos. Ahí reside su propia ética. Soy un asesino, pero soy mejor que el resto porque no mato inocentes, elimino a lo peor de la sociedad. Igual que hace Oliver Queen (Stephen Amell) al convertirse en Arrow. Empieza tachando los nombres de una lista que le dio su padre antes de morir recitándoles antes la muletilla: “Le has fallado a esta ciudad”. Después, el vigilante aspira a ser superhéroe y para eso no puede ser considerado un asesino. Entonces cambia su código. Ahora colabora con la policía (más o menos) y ya no mata a nadie por muy culpable que sea su adversario, aunque sus violentos métodos sigan siendo cuestionables para muchos.

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Singular es el caso de Tyrion Lannister (Peter Dinklage). En una serie con tanto personaje retorcido, incestuoso, sin escrúpulos, depravado y sórdido, llama la atención que alguien como Tyrion, quien en apariencia tiene la razón de su parte para sentir un odio enfermizo contra todo el que le rodea, en realidad sea uno de los personajes más nobles de Juego de tronos. Repudiado por su propia familia debido a su aspecto, maltratado y relegado siempre a un segundo plano, Tyrion utiliza el sarcasmo como defensa para esconder que en realidad le duele todo ese desprecio. Y aún así, pese a ser uno de los personajes con más puntos para ser retorcido y cruel, es de los más nobles. Él tiene su propia ética y se guía por ella. Sólo hay que ver cómo se comporta con la joven Stark cuando es obligada a casarse con él, como vela por Shae –la única que lo ha querido de verdad– y los consejos que le da al bastardo Jon Nieve.

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