Cargando...

La muestra de cine más pequeña del mundo

En la base de operaciones

Publicidad

El pueblo de Ascaso, que acoge una de las muestras de cine más pequeñas del mundo. FERRÁN BARBER

ASCASO (HUESCA).- Decía Jean Luc Godard que el cine es una verdad 24 veces por segundo. Ascaso, también. Claro que no se agota en ello. Es como una sesuda tertulia de Garci, pero sin garcis, sin subvenciones (cuantiosas) y sin sesudas. Es un drive-in sin drive y en butaca de plástico (verde botella); es un apocalipsis-zombi donde coinciden, durante cinco días, los septuagenarios del terruño con los rastas del arcoiris y el turista ocasional aburrido ya del rafting, las discos móviles y las romerías 'folk' aragonesas: “Yo viajaba a Ordesa y me encontré con esto”.

Publicidad

En la base de operaciones

Huele a puchero hoy en casa Juez. Los voluntarios de cocina han hecho un alto en la mañana para un pito y una estrella mientras el resto de la tropa se organiza a la fresca del patio. Hay que despejar la zona de acampada; cuidarse de la luz y del sonido; redactar un par de notas para los chicos de la prensa y atender a los coches a medida que llegan, ayudarles a aparcar en las márgenes del estrecho camino de tierra que se enrosca entre barrancos hasta coronar, a los mil metros, el cerro donde se levanta Ascaso, la aldea.

Click to enlarge
A fallback.

"Sala de proyecciones" de Ascaso, que acoge una de las muestras de cine más pequeñas del mundo. FERRÁN BARBER

No menos de veinte personas colaboran cada año con Miguel y con Néstor para poner la muestra a punto. No pretenden crecer. Ni siquiera podrían, dado el aforo reducido de la, digamos, sala de proyecciones y el no menos reducido espacio de acampada, tres estrechos bancales que un vecino les cedió y donde han improvisado con cañizos una ducha. En realidad, la sala es una era, la parcela donde antaño se trillaba y aventaba el centeno. Aquí es Dios quien pone las estrellas y los actores abandonan la pantalla para mezclarse con el público, como en “La rosa púrpura de El Cairo”.

La gente no está sola

¿Dónde concluye el film y dónde empieza la relación que en torno a las historias se establece? Porque tal y como dice Miguel Cordero, Ascaso va de cine y va de vínculos humanos; va de contenido y de continente, que en este caso es la atmósfera, el entorno humanista y los lazos que terminan por crearse entre los presentes alrededor de la filosofía compartida que sustenta a la muestra. “Detrás de todo estoy hay una ideología, o una idea de vida”, asegura Cordero. “Hay, digamos, un intento por hacer visible el cine más desconocido. Pero también es una apuesta por la diversidad sexual, por la diversidad étnica, por la libertad en todas sus formas, por el respeto a la diferencia. Queremos que la gente sepa que no está sola”.

Publicidad

Casa Juez es la base de operaciones del personal de la muestra. FERRÁN BARBER

Definitivamente, como decía Polanski, el buen cine debería hacernos olvidar que estamos sentados en una sala. Claro que... ¿quién necesita un teatro cuando puede tumbarse sobre el suelo, apoyarse sobre el hombro de un amigo y cubrirse con la manta para dejarse llevar en volandas por una historia, la que toque? Ese es, justamente, el deseo que en su día empujó a Néstor y a Miguel a alumbrar la criatura: estrechar la distancia entre el creador, la creación y el público. En Ascaso, el cine es mucho menos un negocio y mucho más un modo de comunicación humana. Si la muestra fuera un libro, tendría un espejo mágico como el de Lewis Carroll, para que el público saltara al otro lado y se fundiera con los personajes.

Ese invento del diablo

La entrada de las proyecciones cuestan unos módicos tres euros. Por 10 puede conseguirse un pase para la programación entera de la muestra. ¿Subvenciones? Las justas. En el mejor de los casos, acaban poniendo por delante su dinero. Luego, se recupera parte o todo con la barra, con las aportaciones de los socios y con el 'merchandising' (camisetas, pósters y recuerdos). Los ingresos casi íntegros de la venta de entradas van, por principio, a los directores de las pelis y las productoras.

Publicidad

INFORMACIÓN ÚTIL


-Alojamiento. Hay espacio gratuito para la acampada con capacidad para 70 personas. Asimismo, los responsables de la muestra han suscrito un convenio para facilitar el alojamiento en la casa rural Arana, de Fiscal (Huesca); en el centro vacacional de Morillo de Tou (Huesca) de CCOO y en el hotel La Demba, de Abizanda (Huesca).
-Cómo llegar. Ascaso se halla en lo alto de un cerro desde el que se contempla el valle del Ara y al que se accede por un camino de tierra en buen estado (tan sólo asfaltado en su primer kilómetro). La pista forestal puede tomarse desde el punto kilómetrico 447 de la N-260. Esta es la carretera que conecta L'Aínsa con Broto.
-Precio. El pase de cada película cuesta 3 euros. Puede adquirirse un bono para toda la muestra por 10 euros.
-Invitados a las tertulias. Este año, tomarán parte en las tertulias que se organizan tras los pases de las películas los dos directores de El Rayo (Fran Araujo y Ernesto de Nova; jueves, 27 de agosto), así como la co-directora de Los días sin Joyce (Anna Soler Cepriá; miércoles, 26 de agosto) y los directores de Loreak (Jose María Goneaga y Jon Garaño; viernes, 28 de agosto).

PROGRAMACIÓN DE LA MUESTRA DE ASCASO 2015


MARTES, 25 DE AGOSTO
21.00 Inauguración de la muestra y de la exposición de fotografías de Sebastiao Salgado.
21.30 Proyección de La sal de la tierra. Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado (2014, Francia, Brasil e Italia)

Publicidad