Mungiu vuelve a retratar el comunismo

El cine rumano no ha terminado de arreglar cuentas con el pasado comunista. Con 4 meses, 3 semanas, 2 días, Cristian Mungiu se convirtió en uno de los realizadores europeos más premiados. Tras la Palma de Oro en Cannes en 2007, su historia sobre el aborto durante la dictadura de Nicolai Ceaucescu ganó el pasado domingo el Goya a la mejor película europea. Nacido en 1968, Mungiu ataca de nuevo a los fantasmas de su país: acaba de terminar Cuentos de la Edad de Oro.

"La película retrata las leyendas urbanas de los últimos años del comunismo", explicó el director rumano a Público. Mungiu escribió, produjo y codirigió la película, que "habla de los efectos perversos de una dictadura que se tomaba demasiado en serio". El régimen llamaba Edad de Oro a la época Ceaucescu quien gobernó entre 1965 y 1989; es decir, "lo peor de la historia de Rumanía", recuerda Mungiu.

En Rumanía, hablar de Ceaucescu sigue siendo un tabú, aunque en los últimos años varias películas han denunciado con irrisión la dureza del régimen. Para Mungiu, Cuentos de la Edad de Oro habla con humor de "cómo los rumanos sobrevivieron a la dictadura" y lleva a la pantalla leyendas urbanas, como la de un policía que tenía un cerdo, que no sabía cómo matar para dar de comer a su familia. El director espera presentar el filme en el próximo Festival de Cannes.