Público
Público

Dos cabras andan sueltas

El grupo de la bajista de los Pixies, Kim Deal, y de su hermana Kelley vuelve tras seis años de parón con ‘Mountain Battles’.

JESÚS MIGUEL MARCOS

¿El éxito adormece? Las gemelas Deal, Kim y Kelley, deben saberlo. Se han tirado seis años para hacer Mountain Battles, el disco que acaban de publicar. '¿Seis años?', se pregunta Kelley, como si con ella no fuera la cosa. 'Sé que es mucho tiempo, pero en realidad nos parece que hemos estado trabajando sin parar', se justifica.

Teniendo en cuenta que entre el impactante -comercial y artísticamente- Last Splash (1993) y su siguiente disco, Title TK (2002), transcurrió casi una década, se podría decir que el nuevo álbum lo han finiquitado en un periquete. Por otro lado, tampoco es cierto que hayan estado trabajando sin parar. Los hechos están ahí: Kim se tiró año y medio de gira con los Pixies, su primera banda. Y Kelley, ¿qué hacía mientras tanto? 'Kelley ha tenido un niño', suelta Kim, como chivándose.

El caos y el desorden son una constante en su conversación. También en su música. Y en su habitación de hotel, donde transcurre la entrevista mientras Kelley hace su enorme maleta y Kim intenta confirmar la reserva de un vuelo a Londres. Hablan por los codos, como extraídas de una película de Kevin Smith.

¿Por qué ese título para el disco, Mountain Battles? Kelley, tras pensarlo unos instantes, toma la palabra: 'Son dos palabras poderosas. Pero no sé, Kim lo sugirió y a mí me pareció bien'. Kim ha dejado de hurgar en el ordenador y se ha quedado mirando absorta al suelo, como paralizada. De repente, reacciona y exclama: 'Sobre todo me gusta la frase en la que Mountain Battles aparece en el disco: batallas montañosas en la mente'. Y grita: '¡Las batallas más grandes siempre se libran en la mente! ¿ O no?'. 'Eso es verdad', responde Kelley. Y Kim: 'Aunque estoy segura de que alguien del Ejército norteamericano no estaría de acuerdo con esa frase'.

Las melodías directas y el desaliño sonoro tejen Mountain Battles, un disco que parece hecho por impulsos, de forma despreocupada, casi de local de ensayo. Precisamente son esas guitarras sucias, esas baterías de tambor de detergente y esas estructuras esquizofrénicas -es decir, el pan de cada día del indie-rock americano- las que otorgan al disco una calidez y una naturalidad especial. Como curiosidad y novedad, Mountain Battles incluye un tema en español, Regálame esta noche, del compositor mexicano Roberto Cantoral. Al parecer, Kelley se obsesionó con la canción en El Capiro, 'uno de los pocosbares de Los Ángeles donde se puede fumar'.

Y aunque el encargado de la discográfica había avisado de que 'cuidadín, cuidadín' con las preguntas sobre los Pixies, la profesión periodística obligaba a la tentativa. 'Kim, ¿hay alguna posibilidad de que grabéis algo nuevo los Pixies?' Deja el portátil sobre el sillón, se vuelve y espeta: '¿Sabes? Me encantan tus calcetines'. Eran unos del H&M, de rayas negras y blancas.

‘Mountain Battles’ es el cuarto disco de The Breeders en casi 20 años. Las autoras de ‘Cannonball’ siguen manejándose con facilidad en el territorio del indie-rock. ‘Overglazed’ y ‘Bang On’ abren el disco con aliento punk. En ‘Night of Joy’ mecen al oyente al ritmo de una nana tenebrosa, sacando partido del mínimo de recursos. “Somos voz, bajo, guitarra y batería, y con eso hacemos todo”, dice Kelley Deal. No faltan singles pegadizos, marca de la casa, como ‘German Studies’, ‘Walk It Off’ o la trepidante ‘It’s The Love’. Un disco que esconde más de lo que en principio parece ofrecer. Lo presentarán en el próximo Summercase. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?