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Nacho Vegas, entre 'moces y panderus' en Lucas 15

Un apasionante disco que tamiza de rock tonadas tradicionales de Asturias.

JESÚS MIGUEL MARCOS

Bajo un nombre tan bíblico como Lucas 15 se esconde uno de los proyectos más excitantes que ha deparado la música española últimamente. Los protagonistas de esta bella aventura son Nacho Vegas y el guitarrista de su banda, Xel Pereda. La idea era la siguiente: hacer un disco con canciones tradicionales asturianas, pero revisadas en clave rock.

Vegas había iniciado este camino a mediados de los noventa, cuando formó junto a Ramón Lluis Bande el grupo DIARIU, que utilizaba la lengua asturiana –también conocida como bable o asturleonés– en sus composiciones. Posteriormente, ya en sus discos en solitario, incluyó canciones como ‘Añada de Ana la Friolera’ o ‘La duermevela’, basadas en tonadas populares de su tierra. Sus paisanos MUS, recientemente disueltos, también acercaron el pop a las cavernas de la música tradicional asturiana.

Pero el debut de Lucas 15 va todavía más allá, al dedicar un disco entero a recuperar la tradición. No se trata de una labor de arqueología musical, ni de un estudio antropológico. Más bien, es la necesidad personal de dos músicos –a los que luego se unirían Manu Molina (batería), Luis Rodríguez (bajo) y Chus Naves  (piano)– de desplegar sus inquietudes musicales de forma coherente y natural.

Carne de realidad

Habitualmente, en Asturias y el norte de León las gentes utilizaban las canciones para contar sucesos excepcionales, ya fueran un enamoramiento, un asesinato, la muerte en la mina o una helada. Es como si existiese la imperiosa necesidad de dejar constancia de las experiencias profundas. Y qué mejor que hacerlo en forma de canción, de tal forma que sea fácil de recordar y de transmitir.

Por eso las canciones de Lucas 15 tienen ese valor excepcional, ese germen que las diferencia de cualquier otra creación musical contemporánea. Transmiten vivencias fuertes, bastante en la línea de lo que suele hacer el propio Nacho Vegas en sus discos. Por ejemplo, en ‘Moces a baillar’ se narra un episodio de violencia de género, ‘Romance de la Pola’ cuenta la historia de un hombre que acaba en la cárcel tras sufrir un desencuentro amoroso, mientras que ‘No hay tal andar’ es un mantra religioso sobre el seguimiento a Jesús.

El gran aliciente es que la relectura de Lucas 15 sirve de puente a un repertorio inaccesible en dos sentidos: por un lado, son creaciones difíciles de encontrar –sobre todo para aquellos que no vivan en Asturias–; por otro lado, las grabaciones existentes, realizadas en su mayoría por grupos folclóricos, pretenden reproducir fielmente las canciones tal y como sonaban en su época, lo que las aleja de un oyente no iniciado. En cambio, Lucas 15 hacen que el pasado suene muy presente.

APOYO | Lucas 15, la gira

Este es el disco de debut de Lucas 15, proyecto paralelo del cantautor asturiano Nacho Vegas. El álbum se publica en Lloria Discos, un sello asturiano dirigido por una de las integrantes de Nosoträsh. La banda presentará próximamente las canciones en vivo, tras debutar en Alicante hace unos días. Por ahora, están confirmados seis conciertos: Madrid (28 de febrero), Barcelona (29 de febrero), Mieres (1 de marzo), Valencia (8 de marzo), Zamora (13 de marzo) y Valladolid (15 de marzo). 

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