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El pop sueco está de moda

Jens Lekman es el cabecilla de una generación de artistas que amenazan el dominio anglosajón.

JESÚS MIGUEL MARCOS

Suecia ha mantenido una relación de amor con la música pop desde siempre. Pero lo que antaño era una tierra yerma regada con el método del goteo –del mito eurovisivo de Abba a la estrategia superventas de Roxette– es hoy un reverdecido campo plagado de
aspersores.

Si en los 90 se dedicaron a exportar un rock más o menos macarra –Backyard Babies, The Hellacopters, The Soundtrack of Our Lives...–, el comienzo del siglo XXI ha multiplicado el producto musical sueco en forma de pop.

Jens Lekman sirve de paradigma de esta nueva generación de artistas. Por tres cosas: sus melodías dulces, la naturaleza casera de su música y su fraternidad con las nuevas tecnologías. Pero este cantante, cuya voz está a medio camino entre Morrissey y Jonathan Richman, no está solo. El Perro del Mar, José González, The Radio Dept., I’m From Barcelona o The Knife son otros artistas suecos que marcan la actualidad. 

Trabajo discográfico artesanal

Lekman acaba de publicar su primer disco con Secretly Canadian, un prestigioso sello independiente ubicado en Bloomington, Indiana, descubridor, entre otros, de Antony & The Johnsons. “He crecido con Secretly Canadian. Adoro sus grupos y su forma de trabajar, tan artesanal. Fue el único sello al que envié mis canciones. Me contestaron una semana después diciéndome que les enviara más. Les mandé otras 200”, explica Lekman desde Bloomington, donde el cantante acaba de iniciar la gira de presentación de Night Falls Over Kortedala.

Para conocer a Jens Lekman, qué mejor que acercarse a Kortedala, ese suburbio de Gotemburgo donde vive y que da título a su disco: “Yo crecí en un suburbio cercano, donde había mucha gente pobre, crímenes y violencia. La gente se cuidaba mutuamente, era una comunidad fuerte. En Kortedala, en cambio, no hay nada. La mayoría de la gente se va a dormir a las ocho de la tarde. Es gente triste, vive ensimismada. Nadie se preocupa de los otros”.

Parece mentira que de un lugar tan frío, aséptico y oscuro, pueda salir un álbum tan melódico y, sobre todo, romántico. Según el cantante, “es absolutamente necesario ser romántico. Si no eres romántico, ¿qué eres? Estás muerto. No hay otra opción”.

Más vida

Sus letras, interpretadas en inglés, cuentan en la mayor parte de los casos con referentes en la realidad. Lekman construye canciones-relato: “Desde el año pasado estoy fijándome en comediantes con el fin de enriquecer mis textos. Quiero crear más diálogos y que los personajes tengan más vida”, avanza.

En todo caso, no estamos ante un cantautor al uso. Las nuevas tecnologías son un elemento clave en su obra, fundamentada en la utilización del sample. Hasta tal punto que cuando cita a su mayor influencia habla de The Avalanches, un combo australiano especializado en la música de corta y pega. “Escuchándoles me di cuenta de que lo que yo intentaba hacer era posible. No estaba tan perdido como creía. Escuché la canción Since I Left You y se me abrió el mundo”, razona Lekman.

Para el neófito en cuestiones de pop sueco, un aviso: Night Falls Over Kortedala es tan asequible como comerse un plátano. Sus doce canciones son una colección de hits que entran a la primera, especialmente recomendables para seguidores de Belle & Sebastian, Kings of Convenience, The Smiths o The Divine Comedy.

Lekman confirma el buen estado de su país en términos musicales y concluye con uno de los motivos de esta eclosión de bandas: “En Suecia pasó algo parecido a lo que ocurre ahora en España. Nadie cantaba en sueco en los años 90. De repente los grupos se preguntaron: ¿por qué cantamos en inglés? Para mí es natural cantar en inglés, pero mucha gente se dio cuenta de que en sueco las letras ganarían mucho”.

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