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Nick Cave, un músico maldito en la Feria del Libro

Seis editoriales españolas pujan por la segunda novela de Nick Cave. Anagrama se hace con un póstumo de Nabokov

GUILLEM SANS MORA

El último viaje de un vendedor ambulante en busca de su alma es lo que cuenta Nick Cave en su segunda novela, The Death of Bunny Munro. El libro se publicará en el Reino Unido dentro de un año. Hasta seis editoriales españolas han estado pujando por adquirir los derechos en la feria del libro de Fráncfort. Esta novela se perfila como uno de los títulos más destacados de la feria, que se cierra este domingo.  

'Es la historia de un vendedor ambulante que después del suicidio de su mujer se lleva a su hijo a un viaje en coche por la costa del sur de Inglaterra. Al principio iba a ser un guión cinematográfico. Cuando lo leí, me pareció que era muy buena la idea de Nick de convertirlo en una novela', explicó Jamie Byng, el editor de la casa escocesa Canongate, que lleva el título de Cave.

El músico colaboró por primera vez con esta editorial cuando escribió el prólogo de una edición del Evangelio de San Marcos. El editor ha repartido una pequeña recopilación musical de Nick Cave para promocionar el libro en Fráncfort. Canciones oscuras para acompañar una historia oscura sobre las atribuladas relaciones de un Fausto moderno que se sabe cerca de la muerte con su hijo pequeño. El músico australiano vive en Brighton, uno de los escenarios de esta segunda novela.

The Death of Bunny Munro es la primera novela de Nick Cave en 20 años. Después de una recopilación de letras de canciones y obras de teatro cortas titulada King Ink, de 1988, el debut literario de Nick Cave se llamó And the Ass Saw the Angel. Lo escribió cuando vivía en Berlín Oeste y se publicó en 1989.

Hasta ahora se han vendido los derechos para Australia, Italia y Alemania. Cave trabaja ahora mismo en la música de la adaptación al cine de la novela The Road, de Cormac McCarthy.

Otra sorpresa de la feria ha venido de la mano del editor de Anagrama Jorge Herralde, quien aprovechó la feria para adquirir los derechos de publicación de la obra póstuma de Vladímir Nabokov, El original de Laura. Cuando empezó a escribirla en 1974, el proyecto se llamaba Dying is Fun. El autor estaba trabajando en él cuando murió en 1977.

Se conservan solo 138 fichas de esta obra inacabada, que el propio Nabokov ordenó destruir después de su muerte, un deseo expresado en el testamento que su viuda Vera no respetó, para gozo de sus fans. El original se conservaba en un depósito de seguridad de un banco suizo. La publicación es un desafío enorme para cualquier editor, ya que las fichas no están ordenadas. Su extensión completa equivale a treinta páginas manuscritas.

El hijo de Nabokov, Dmitri, autorizó la publicación del manuscrito el pasado abril, después de tres décadas de discusión sobre el asunto en el seno de la familia. Dmitri se había pasado los últimos años amenazando con utilizar las cerillas. Sus motivos, sin embargo, no tenían nada que ver con los potenciales remordimientos de conciencia sobre la destrucción o salvación del manuscrito.

Según explica en el Nabokov Online Journal, Dmitri consideraba que algunos críticos y filólogos habían deshonrado a su padre al relacionar un pasaje de su autobiografía con una escena de Lolita. En la novela más famosa de Nabokov, Lolita se sienta en el regazo del protagonista Humbert Humbert, y eso le excita. En la autobiográfica Habla, memoria es el joven Nabokov quien aparece sentado sobre las rodillas de su tío, que es homosexual.

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