Este artículo se publicó hace 14 años.
Nueva York por fin es nuestra
El Reina Sofía participa en PhotoEspaña con 400 imágenes que muestran la creatividad en la urbe
En Ciudad de cuarzo, Mike Davis denunciaba los excesos del urbanismo, "la implacable maquinaria de la renovación urbana" que convierte las ciudades en símbolos políticos y económicos, donde el espacio no pertenece a sus habitantes. Nueva York es uno de esos grandes símbolos mundiales, aunque también fue cuna de la resistencia ciudadana para que sus habitantes volvieran a ser dueños de sus calles, creadores de su propia ciudad. La exposición Manhattan, uso mixto. Fotografía y otras prácticas artísticas de 1970 al presente, que se inaugura el miércoles en el Museo Reina Sofía, refleja esta voluntad de reapropiación. La muestra reúne más de 400 instantáneas de 41 fotógrafos que muestran la creatividad artística en la urbe. "Queríamos titular esta exposición Esta ciudad podría ser nuestra", asegura la comisaria Lynne Cooke.
El alemán Thomas Struth era un joven fotógrafo a finales de los años setenta cuando retrató las calles vacías de Nueva York antes de que despertara el gran bullicio. "Era un momento muy especial, porque fue cuando la riqueza de la ciudad entró en declive y cuando los artistas reclamaron un espacio propio", explica Cooke. El otro comisario, Douglas Crimp, destaca las fotos nocturnas de Peter Hujar (1934-1987), porque sus imágenes del West Side de Manhattan le recuerdan sus propias vivencias en la gran manzana.
Fábricas abandonadasLos artistas se apoderaron de la ciudad y la hicieron suya, como Alvin Baltrop, que retrató los principios de la escena gay. Las antiguas fábricas y plantas industriales, abandonadas tras las sucesivas crisis económicas, se convirtieron en espacios creativos. Las imágenes de Baltrop fueron tomadas durante el rodaje de la película Day's End, de Matta Clark, y muestran actos sexuales en muelles de la ciudad, en viejos almacenes.
La inmensa mayoría de los trabajos son en blanco y negro. David Wojnarowicz se convirtió en un protagonista de la ciudad, transformada en escenario: posó en varios puntos con una máscara de papel de Arthur Rimbaud. Más recientes y en color son las imágenes de Cindy Sherman, que paseó disfrazada por los barrios más simbólicos de Manhattan. "Esas visiones personales de la ciudad no le quitan sus aspectos icónicos", según Douglas Crimp. Desde la cuarta planta del Reina Sofía, visitando la exposición, también se pueden ver los excesos urbanísticos de Madrid.
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