Eduard Ballester (Girona, 1978) pertenece a esa generación de creadores que apuestan por plataformas extranjeras para triunfar. Hace cuatro años, este discípulo del diseñador Ángel Vilda se quedó en el paro. Las opciones eran dos: formar parte del equipo creativo de grandes marcas textiles o ir por libre. 'Como lo primero me parecía monótono, fundé EBP', la marca con la que ha creado nueve colecciones desde 2004.

Ballester ha presentado sus diseños en la pasarela Gaudí, el Ego de Cibeles y la pasarela del FIB (Festival Internacional de Benicassim). Eso, en lo que respecta a España, aunque donde se siente realmente como pez en el agua es en París o Berlín. Una preferencia que achaca a la poca atención que allí se presta a la moda masculina, su especialidad.

El diseñador catalán fue de los pocos españoles que presentaron sus propuestas en la última semana de la moda de París. Eduard no esconde su alegría, aunque le gustaría 'que hubiera más diseñadores españoles en las pasarelas internacionales'.

La línea que ha presentado en sus dos últimas colecciones es muy colorista, 'muy distinta de la tendencia actual, que es el negro', indica. 'Vista la buena acogida que hemos tenido con nuestras últimas colecciones en el extranjero, es el camino a seguir', apunta satisfecho.

La ropa de EBP se puede encontrar en Bilbao (Serie B), Sevilla (La Importadora), Canarias (Liuba), Barcelona (Mare Magnum) y Madrid (Where), aunque Eduard no descarta ubicarla en otros mercados, por ejemplo, Japón.

Pasarela 080 

En la pasarela 080 Barcelona, que se celebra hasta mañana en la ciudad condal, Eduard presentará una colección mixta, de prendas para ambos sexos. Algo que no hacía desde hace tres años. 'Es un pasito más, un poco una prueba, a ver cómo funciona', vaticina con una sonrisa en la boca.

La colección que presenta, Glow in the dark, lo sitúa como uno de los valores de la nueva hornada en el diseño textil masculino, junto a nombres como Eric Lebon (Antillas, 1982), Henrik Vibskov y Petar Petrov. 'Siempre han sido mis referentes así que verme junto a ellos ¡es un subidón!'.