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Patti Smith también sucumbe al documental

'Mis aspiraciones son infinitas', asegura la cantante estadounidense

SIMÓN MAZAS

Esta vez, el documental era de los de toda la vida, de los que descubren la verdad detrás del mito y, en consecuencia, acaban con él. Patti Smith: Dream of Life es una especie de I'm going to tell you a secret de Madonna, es decir: la diva ficha -ella durante doce largos años- a un joven cineasta, Steven Sebring, que le baila el agua y capta sus arengas con devoción. 'No me ha seguido durante todo este tiempo, ha estado conmigo', matizó Smith en Berlín, donde estrenó la película en la sección Panorama.

'Llegó a mí en un momento en el que estaba reconstruyéndome. Mi marido [Fred Sonic Smith] y mi hermano habían muerto; mi mejor amigo
[el famoso fotógrafo Robert Mapplethorpe] también. Volvía a los escenarios tras 16 años sin tocar y ver que alguien ponía tanta ilusión en mí me ayudó a recuperar mi vida', reconoció en uno de los momentos más emotivos de su comparecencia ante los medios.

Así, esta cinta no es un despliegue de medios para mayor gloria de una estrella en pleno auge. 'Ni siquiera pudimos utilizar grabaciones de mis canciones porque había que pagar derechos a la discográfica; por eso canto yo en directo tantos temas', resumió la intérprete de Horses, y quizá por eso decidió rellenar espacio para mostrar su 'lado humanístico', el que tiñe de pretensión el resultado final.

Madre, pintora, música

'No soy sólo una cantante de rock. Mis aspiraciones son infinitas. Soy madre, pintora, ciudadana, música. Y siempre independiente. Las etiquetas las usan los periodistas son poco inteligentes', aseveró, y por ello, se dedicó a propagar una sarta de referencias que fueron desde Picasso a Rimbaud -uno de los dos hombres de su vida, según ella-, pasando por Jackson Pollock, Bob Dylan o Bertolt Brecht, a quien la
intérprete felicitó su cumpleaños (¿?).

Por ello, Patti Smith: Dream of Life hace un flaco favor a su trayectoria. Deja su actitud beligerante trasnochada y un poco famélica y acaba sobreviviendo gracias a los momentos musicales más íntimos, que son, eso sí, todo un regalo para los fans.

'La música es para compartir con todo el mundo y puede seguir inspirando, pero lo que necesitamos ahora es acción, y eso es responsabilidad de la gente', agregó, tras explicar en el documental su oposición a Bush y presentar un desenlace en el que dice, nada más y nada menos: 'La paz no ha muerto. Se está despertando del sueño de la vida'.

Cómo dar la nota en la Berlinale, por Patti Smith 

Si algo se ha repetido en este festival es aquello de que, más que de cine, parece de música. Queda Madonna, pero ya han pasado los Rolling y Neil Young. ¿Por qué Patti destaca por encima de todos? Pues por cantar en la rueda de prensa su tema ‘My Blakean Years’ y algunas estrofas a capela de ‘Because the Night’.

Y eso como culminación de las excentricidades que desplegó la artista: bajó del estrado a saludar a los periodistas, se quitó y se puso mil veces las gafas de sol, se vistió con una camiseta zarrapastrosa con el símbolo de la paz dibujado con rotulador -tras enseñar en el documental modelitos de Prada y Comme des Garçons- y captó a la prensa con una cámara Polaroid de museo.

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