Este artículo se publicó hace 4 años.
Periodistas en México"Que nos maten a todos": el grito contra la impunidad de los asesinatos y el narcotráfico en México
El reportero de guerra Coizta Grecko hace la crónica de los tres años más sangrientos para los periodistas mexicanos en la película documental 'No se mata la verdad'. Una valiente denuncia de los asesinatos, la violencia del narcotráfico y la implicación del gobierno mexicano.
Madrid-
A pleno sol. Al periodista Javier Valdez, una de las voces periodísticas más poderosas, e incómodas, contra el narcotráfico mexicano, investigador de las relaciones del gobierno con el crimen organizado, le obligaron a arrodillarse y luego le metieron doce balas en el cuerpo. Fue el 17 de mayo de 2017, en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.
"Que nos maten a todos". Javier Valdez escribía sobre los desaparecidos en México, las fosas clandestinas… la violencia del narcotráfico, cuando publicó aquel tuit. Antes había escrito sus libros 'Miss Narco', 'Narcoperiodismo' y 'Con una granada en la boca', pero fue el asesinato de su colega, la periodista Miroslava Breach (el 23 de marzo de 2017), lo que provocó aquellas palabras: "A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio". Dos meses después, le ‘balacearon’.
123 periodistas asesinados
Desde el año 2000 se ha documentado el asesinato de 132 periodistas en México por realizar su trabajo, según datos de la organización Article19. De estos, 47 se registraron durante el mandato anterior del presidente Enrique Peña Nieto y 12 en el actual de Andrés Manuel López Obrador. El más sangriento de todos ha sido el mandato del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte (2010-2016) con 28 periodistas asesinados.
Y es precisamente en el estado de Veracruz donde comienza la película documental ‘No se mata la verdad’, dirigida por el reportero mexicano Coizta Grecko, una crónica de los tres años más violentos contra los periodistas mexicanos, 2015-2017. Recién llegado de cubrir la guerra en Siria, donde fue secuestrado, Grecko aterrizó en su país, uno de los más peligrosos hoy para los periodistas de América Latina y del mundo. La película se estrena el 1 de mayo en Filmin.
"Nosotros, los ciudadanos, ponemos los muertos y los gobiernos de EE.UU. y México, las armas", había gritado en una conferencia Javier Valdez. Acababan de asesinar a Moisés Sánchez, un periodista autodidacta, fundador de La Unión, "la voz de Medellín) (del municipio veracruzano de Medellín de Bravo).
El último vídeo que éste compartió en Internet era el de un grupo de vecinos que se había organizado para protegerse, porque, como ya se había demostrado, la policía estaba involucrada en la oleada de violencia. "La policía llevaba a los vecinos a una cárcel clandestina y les torturaban y pedían dinero a los familiares para que los sacaran. Gracias a ese vídeo, que circula en internet, varios medios nacionales retomaron el asunto", recuerda en la película el hijo del periodista, Jorge Sánchez, que continúa ahora la labor de su padre.
"Posiblemente, no amanezcas vivo"
Salarios miserables, despidos instantáneos, sobornos del gobierno, registros en las manifestaciones, violencia policial, los asesinatos… Son muchas las formas de presión contra los periodistas hoy en México, donde, en palabras de uno de ellos en una concentración por la desaparición de un compañero, "la policía te toma fotos en todas partes, pero si te atreves a denunciarlo, posiblemente no amanezcas vivo".
En la casa de Moisés Sánchez entraron nueve tipos en lo más negro de la noche y se lo llevaron. Su amigo y compañero el fotógrafo Rubén Espinosa siguió trabajando desde Jalapa, pero después de conseguir publicar unas fotografías que la policía había intentado robarle, tuvo que huir a México D.F. para salvar la vida. Él, la antropóloga y activista Nadia Vera, a la que había conocido en una manifestación, y tres mujeres más fueron asesinados el 31 de julio de 2015. El cuerpo del reportero gráfico estaba desnudo, golpeado, "morado, casi negro", cuando pudo reconocerlo una de sus hermanas.
"Salir al puto miedo"
‘No se mata la verdad’ recupera la memoria de estos profesionales y de muchos otros, víctimas de la violencia generada por el narcotráfico y por la implicación gubernamental en él. Hace solo unas semanas, cuando se preparaba el estreno online de esta película en España, apareció en Acapulco la cabeza del periodista Víctor Fernando Álvarez, quien estaba desaparecido desde el 2 de abril. El cuerpo no ha sido hallado. Unos días antes de aquello, el 30 de marzo, un individuo sobre una moto disparó varios tiros a la periodista veracruzana María Elena Ferral en el centro de Papantla. La directora de Quinto Poder murió horas después.
"Hay que volver a encabronarnos. Veo a más gente preocupada por salir a recoger los televisores que reparte este pinche gobierno que por salir a protestar"
"Hay que volver a encabronarnos. Veo a más gente preocupada por salir a recoger los televisores que reparte este pinche gobierno, perdón por lo de gobierno, que por salir a protestar". Juan Valdez, Premio Internacional a la Libertad de Prensa 2011 por el Comité para la protección de periodistas en Nueva York, no cesaba en su objetivo de movilizar a la opinión pública contra la corrupción criminal de las autoridades y contra la mafia del narcotráfico. Unos verdugos terminaron con su vida, pero no consiguieron su silencio. Las palabras que escribió en su libro ‘Narcoperiodismo’ quedan ahí para siempre.
"(…) para qué carajos salir al puto miedo (…), pero aun así hacerlo, salir al terror y a la cerveza bajo el gruñido del sol, a tomar la foto incómoda y avanzar con la denuncia, a aferrarse de un pellejo de esperanza para crear un poco de conciencia (…) decir con miedo la verdad, sí, aunque nos acompañe la angustia, tener un pedazo de voz, lo suficiente para decirle al lector que también esto es la vida".
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