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"Los poderes políticos han tratado de silenciar el 15-M"

La directora de 'Dormíamos, despertamos' explica las claves de este documental colectivo, que se colgará en Internet coincidiendo con el aniversario del movimiento

BEGOÑA PIÑA

'Eran increíbles las ganas que tenía la gente de saber lo que estaba pasando', recuerda Twiggy Hirota, refiriéndose a los primeros días del Movimiento 15-M, cuando la gente tomó las plazas de distintas ciudades y la Puerta del Sol se convirtió en el espacio de referencia de los indignados de todo el mundo.

'Democracia real YA' fue el lema con el que empezó en 2011 este movimiento ciudadano, que entonces provocó un eco internacional y que hoy está ya estructurado en diferentes comisiones, que siguen trabajando activamente.

Dormíamos, despertamos es una película documental coral -codirigida por Twiggy Hirota, Alfonso Domingo, Andrés Linares y Daniel Quiñones- que recoge las reivindicaciones, pero también la emoción, de esos ciudadanos, de aquellas asambleas, de las primeras acciones de los indignados y que sirve ya como documento testimonio de nuestra historia más reciente.

Al principio, Twiggy Hirota (productora, guionista y directora) grababa imágenes con su teléfono móvil cuando pasaba por Sol de camino a su  trabajo. 'Todo empezó por querer tener un documento gráfico de lo que allí sucedía. Me enganché a todo lo que llegaba sobre estos contenidos en las redes sociales y empecé a colgar cosas. Algunos vídeos tuvieron miles de visitas en unos días'. Entonces dio un paso más y se unió al grupo de audiovisual del 15-M, con el que estuvo trabajando durante dos meses. Allí aparecieron, entre otros, los periodistas y directores Alfonso Domingo y Andrés Linares. Y los tres coincidieron en Sol con otro compañero, Daniel Quiñones. Los cuatro decidieron aunar esfuerzos, organizar un plan de trabajo y ponerse en marcha. Y ahora han presentado la película documental  Dormíamos, despertamos, que acaba de estrenarse en Cineteca (Matadero, Madrid), que va a participar en el Festival de Nantes y en otros certámenes de Reino Unido, y que el 15-M estará colgada en la red. La película está dedicada 'a todos los participantes del movimiento 15-M, protagonistas de una página histórica del movimiento de dignidad ciudadano'.

¿Cuánto tiempo estuvieron grabando para la película?

Yo empecé a grabar el día 15-M de 2011. Y no dejé de grabar hasta el 12M de 2012.  Lo bueno del iphone es que vas por la calle, te encuentras con algo y grabas un poco. Al día siguiente vas a otro sitio y se da otra situación que crees que sirve para documentar una parte de nuestra historia, y lo grabas... Y luego ya están las grabaciones pensadas, meditadas, las entrevistas, los recursos ex profeso para determinados contenidos, que hablábamos y o bien buscábamos en archivos (de Audiovisol o amigos que sabíamos que habían grabado determinadas cosas) o bien grabábamos.

Además del material de los otros tres directores, ¿hay aportaciones de imágenes recogidas por otras personas para la película?

Dani Tarriño grabó muchas cosas para el documental, una vez que ya sabíamos a quién entrevistar. Y otros compañeros como Óscar Villasante y Rafa Medrano, los chicos de Nomames Films o Vlad y Nikky, que grabaron mucho, nos pasaron muy buenas imágenes de algunos grandes momentos. El resto de los directores, menos grabar con cámara, han hecho de todo lo que se pueda imaginar para llevar a cabo un documental de esta envergadura.  (En la película hay también dibujos de Enrique Flores, animados por Daniel Ballesteros, Miguel G. Monzón y Evitis Hervás, y músicas de distintos artistas).

¿Cuál es el retrato final que queda del 15-M en la película?

El retrato que queda es que el 15-M es un movimiento que se gestó en la calle, mucha gente se unió para pedir cambios sociales y políticos importantes, mucha gente que creyó y que cree que ésa es la mejor manera de conseguirlo, gente de todas las clases sociales, de todas las ideologías, de todos los sectores, jóvenes y menos jóvenes. Miles de ciudadanos que han apoyado estas iniciativas, pese a que los poderes políticos que tienen voto hayan tratado de silenciarlos usando el miedo. Pero es su miedo y es su ignorancia a la hora de manejar a miles de ciudadanos cabreados, indignados... ignorancia de no saber manejar la situación si no es contraatacando con la fuerza de la policía pagada con nuestros impuestos... y el miedo que tratan de infundir con la venia de sus medios de comunicación. Los poderes políticos han tratado de silenciar el 15-M.

La emoción que se vivió esos días ¿le contagió, contagió la película?

Por supuesto. Sin esa emoción jamás habría grabado ni montado nada parecido. El vivir en primera persona durante tantas horas y con tanta gente cada instante ha sido una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en los últimos tiempos. He conocido a gente maravillosa, algunos participan en el documental de una u otra manera. Y la oportunidad, ahora, de compartirlo con muchas personas más, que lo vivieron o no, en primera persona también, es algo maravilloso. Algunos, volvimos a llorar el lunes en Cineteca al ver el documental. Y aunque una de las entrevistadas decía que Sol no se va a repetir nunca, muchos creemos que sí. Lo que se creó está dentro de cada uno, y hoy puede seguir habiendo lo que hubo en Sol si todos conseguimos no tener miedo, unirnos y luchar por nuestros derechos esenciales.


¿Qué destacaría hoy del contenido ideológico del 15-M?

El 15-M es muchas cosas. Es un batiburrillo de gente con las ideas muy claras y alguna otra gente con las ideas menos claras. Pero su heterogeneidad le da un sabor actual. Si los poderes públicos han rendido la individualidad para vender más productos, ahora esa individualidad les ha estallado en las manos, porque no saben cómo romper un colectivo cuyos integrantes van y vienen, aparecen y desaparecen, son ciudadanos de a pie que luchan en asambleas, poco a poco, para conseguir retos pequeños y necesarios. 15-M son millones de personas en España que no saben que lo son, porque la censura que vivimos se ha encargado de manchar su imagen. ¿Antisistemas? Oigo cada día a personas decir: si este es el sistema que vivimos, yo no lo quiero. Gente... madres, padres, señores, con muchos años a sus espaldas ¡indignados! con esa casta política que se ha creado un ‘sistema' a su imagen y semejanza. Y ese sistema, ese espacio de obligaciones, robos de guante blanco y justicia desigual, ese espacio no es el espacio emocional de los ciudadanos que mantienen ese sistema, curiosamente.

¿Cómo es la reacción  de la gente al ver la película?

La gente se emociona, le gusta, dice que está muy bien contado todo lo que sucedió, que se entiende por qué surgió y cómo se organizó, se entiende por qué la gente salió y sale a la calle, lo que pide, que son cosas sencillas, obvias para muchos: dación en pago, trabajo digno, seguridad, educación y sanidad públicas con gestión pública. La gente reclama el bienestar que les vendieron y ahora les arrebatan. Es normal. Nadie quiere vivir peor de lo que estaba. 

¿El cine documental tiene hoy más fuerza que nunca?

El cine documental, hoy, más que nunca, es necesario. A mí me encantaba la ficción, pero últimamente siento que la realidad es tan fuerte que es mucho más emocionante que la ficción. El documental denuncia abusos que suceden cada día, son trabajos hechos con mimo y documentación, trabajos en los que se profundiza y dan pie a pensar. El reportaje es algo rápido, casual, un titular de imagen, casi, pero el documental es ese reportaje en profundidad del que hablaban las escuelas de periodismo. El problema es que los poderes actuales han recortado en subvenciones a documentales, no hay canales de distribución ni se le apoya ni se fomenta su visibilidad. Quizás algún festival y algún espacio concreto, pero no llega a todos los ciudadanos. 

En lo personal, ¿hacer esta película le ha servido de terapia, ha rebajado los niveles de irritación, de indignación, por la situación?

Esta película documental sí me ha servido de terapia. Además, la gente que no sabe qué es el 15-M podrá verla y podrá entender muchas cosas que no se cuentan en los medios convencionales, la mayoría pagados por aquellos a los que no interesa que se sepan determinadas cosas. Pero no ha rebajado mis niveles de cabreo. Simplemente creo que hay fases en la re-evolución del pueblo. Y ahora estamos en otra. Una re-evolución en silencio, puesto que el PP amedrenta y lanza consignas de miedo para hacer presión y no perder votos. Aunque no hace falta la censura para tapar las vergüenzas de cada casa. Tarde o temprano salen a relucir. 


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