Este artículo se publicó hace 14 años.
La poética del futuro
Del Spectrum a las Bellas Artes: el IVAM recorre en una muestra la trayectoria artística del robótico Ximo Lizana
Se nota que no sólo es artista, sino que también trabaja el márketing: transmite cinco o seis ideas clave, preguntes lo que preguntes. Eso no impide ver la calidad de su obra, la investigación que lo avala y el impacto estético que produce en el espectador.
Ximo Lizana es multifacético. Artista tecnológico, desarrolla la robótica, la realidad ampliada mediante proyecciones holográficas y de láser, la imagen sintética También es profesor universitario, asesor de varias colecciones de arte internacionales y se encarga de la dirección de márketing y publicidad de eventos, como la feria de arte contemporáneo Arco. "Si detrás de cada una de las cosas que hago hay un concepto, puedo considerar que es arte. Tanto si es publicidad viral on-line como una fotografía", explica a Público este oscense de 34 años.
De pequeño, se entretenía con su "Spectrum con botones de goma". Pero también practicaba el dibujo clásico al carboncillo y estudió Bellas Artes, donde pudo comprobar que la tecnología le permitía transmitir con mayor claridad sus ideas. "No intervenía ningún proceso aleatorio, como el secado de una arcilla o la evolución de un color. Todo lo que había pensado, tal y como lo había pensado, se transmitía a través de la obra", comenta Lizana, quien también es consciente de que las creaciones que se apoyan en la tecnología pueden quedar obsoletas. "Si no hay un concepto detrás, tu obra puede ser inútil cuando cambia el programa de retoque fotográfico o la técnica de proyección que utilizas", admite el artista.
Sin embargo, las suyas se encuentran vivas, incluso el primer robot que fue vendido como una obra de arte a un museo en España, que era suyo. Lo compró hace cuatro años el IVAM y ahora exhibe sus Ángeles en perfecto estado, aunque apagados, "para que el espectador se centre en su valor escultórico", explica el artista.
El ritmo del mercadoLa muestra creada para el museo valenciano recorre su trayectoria en cerca de 40 obras. "Cuando trabajas al ritmo del mercado, nunca tienes más de 6 obras juntas", reconoce, así que es la primera vez que ha tenido oportunidad de ver tantas piezas reunidas. Escenas y personajes se complementan con prótesis tecnológicas sin perder su lado humano. La estética ciberpunk y las referencias al masoquismo golpean la mirada del espectador, que tiene la oportunidad de interactuar con las piezas "porque es importante apreciar la inteligencia de quien observa tu obra", justifica Lizana.
Considerado el artista español vivo más importante por la Asociación Española de Críticos de Arte, no tiene miedo a las críticas: "Si son malas, me obligan a subir el listón de calidad. Si son buenas, me estimulan a seguir creando", asegura con una sonrisa el artista.
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