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El Premio Nobel Kazuo Ishiguro estrena 'Living': "Incluso si tu existencia es mediocre, puedes vivirla al máximo"

El escritor firma el guion de 'Living', remake de 'Ikiru', de Akira Kurosawa, con un conmovedor Bill Nighy en el papel protagonista. La película, dirigida por Oliver Hermanus, reflexiona sobre la vida y la muerte, y critica el individualismo y la burocracia.

El escritor y guionista Kazuo Ishiguro, Premio Nobel de Literatura.
El escritor y guionista Kazuo Ishiguro, Premio Nobel de Literatura. Gorka Estrada. Festival de san Sebastián

"Me gustaría vivir como usted un día antes de morir. Si no lo hago, no podré morirme. Quiero hacer algo, pero no sé qué hacer". Kanji Watanabe no sabía vivir. Interpretado por el magnífico actor Takashi Shimura, personificaba la desolación de un individuo que acaba de conocer que le queda poco tiempo de vida y quiere aprovechar el resto de sus días. ¡Qué triste y qué hermosa! Ikiru obra maestra de Akira Kurosawa, uno de los emblemas del gran cine humanista y una historia que hoy, tras los años de la pandemia y con una guerra en Europa, nos habla alto y claro. Pertinencia que han aprovechado el Premio Nobel Kazuo Ishiguro y el director Oliver Hermanus, autores ahora del remake Living.

"La historia de Kurosawa me inspiró mucho cuando era joven, igual que pasó con muchos otros británicos de mi generación. El mensaje era que no tenías que hacer algo que te volviera famoso. Podías tener una vida discreta y que, a pesar de todo, tuviera significado y que fuera vivida al máximo, incluso si tu existencia era relativamente mediocre. No tienes que transformarte en una superestrella o en alguien como Steve Jobs", dice el escritor Kazuo Ishiguro, autor del guion de este remake, estrenado en el Festival de Venecia y presente en Perlak de San Sebastián.

Un logro pequeño y solitario

Protagonizada por Bill Nighy, conmovedor y completamente entregado, el funcionario que se escondía tras la gris rutina de la oficina en el Japón de la posguerra es ahora un servidor público, también en los años cincuenta, en tiempos de reconstrucción del país, pero en la ciudad de Londres. Crítica al individualismo y a la burocracia, reflexión sobre la vida y la muerte, presenta a Williams, angustiado por disfrutar del tiempo que le queda. No sabe cómo hacerlo hasta que se encuentra con una joven vital y sensible.

Living, como antes hizo Kurosawa en Ikiru, aplasta las ambiciones de protagonismo y fama, hoy alimentadas por las redes sociales, como las grandes aspiraciones en la vida. "Es muy probable que no recibas reconocimiento, que el mundo te olvide o que otro se lleve el mérito de lo que tú has hecho, pero debes estar preparado para que el sentido del éxito sea algo muy solitario –dice Ishiguro-. Siempre me ha gustado lo solitario que es ese sentido del éxito al final de la película de Kurosawa. Es un mensaje muy diferente al de las películas de Hollywood, en las que la gente transforma su vida para elegir algo grandioso por lo que mucha gente les aplaude. Me gusta la idea de un logro pequeño y solitario, porque es un mensaje mucho más poderoso.

Las cosas importantes

Watanabe-Williams intenta exprimir los días gastándose el dinero en el bullicio de la diversión nocturna, de la mano de un artista bohemio, al que da vida el siempre estupendo Tom Burke. Pero solo encuentra, en palabras de Kurosawa, "seres humanos frívolos que solo contemplan el sentido de la vida cuando se enfrentan a la muerte". Es la joven Margaret (Aimee Lou Wood) la que le enseña a vivir.

La fiesta, el alcohol y la noche son una jaula para el personaje, una trampa que hoy se materializa en las redes sociales y nuevas tecnologías que no contestan a la eterna pregunta sobre el sentido de la vida. "Internet ha traído muchos cambios en la forma en la que vivimos, pero no responde a las grandes preguntas que se hace el ser humano. Cuando Putin invadió Ucrania se nos reveló que todos los cambios que ha introducido la tecnología en nuestra vida son mucho menos importantes de lo que creíamos. Oíamos que la información y los datos eran 'el nuevo petróleo', pero tras la invasión nos dimos cuenta de que el petróleo es 'el nuevo petróleo'. Y hemos visto que esas cosas que pensábamos que ya habíamos dejado atrás siguen siendo las cosas importantes".

Capitalismo en tiempos de internet

"No sabíamos que iba a haber una pandemia. Tal vez el público tenga más presente la pandemia al ver la película, pero lo más importante para mí es ver cómo internet y las redes sociales han creado un mundo en el que todo el mundo está encerrado en su existencia y es muy difícil relacionarse con el resto. La forma en la que te conectas con el mundo ha cambiado mucho –añade el escritor-. Oliver Hermanus (el director) ha conseguido crear un laberinto de distintos edificios, que es una metáfora del capitalismo en tiempos de internet. Estamos atrapados en distintos mundos y no entendemos cómo podemos trascender".

'Living', una crítica a la burocracia y la individualismo.
'Living', una crítica a la burocracia y la individualismo. Wanda Films

La vida de Williams trasciende ayudando a los demás, empleándose de verdad como servidor público, con amabilidad y respeto. Humanidad. Y la Inglaterra de después de la guerra es el recurso de Kazuo Ishiguro para recordar una forma de estar en el mundo, de vivir con los demás, del valor del colectivo que se va perdiendo. "Nunca me interesó situarla en la Gran Bretaña de hoy en día. El proyecto consistía en aprovechar el material de la película de Kurosawa y combinarlo con una manera de ser británico, que es algo que empieza a desaparecer a partir de los años 60".

"Me refiero –explica el escritor y guionista- a ese inglesismo que representan los gentleman, a ese carácter. Yo ya trabajé con ese material en mi novela Los restos del día y no se trata de una fascinación por la Inglaterra de una determinada época, sino por esa forma de ser inglés, que se convierte en una metáfora presente en la naturaleza humana universal. Todos los hombres y todas las mujeres en todas las partes del mundo tienen una parte de caballero inglés. Es una característica del ser humano".

Inspirada en La muerte de Iván Ilic, de Tolstoi, la película de Kurosawa –y ahora la de Oliver Hermanus- recorría el camino de la desolación de un hombre hasta el momento de la epifanía, cuando descubría cómo vivir la vida para darle sentido. "No puede ser que la vida sea tan sin sentido, tan asquerosa. Si es cierto que la vida es tan asquerosa y tan sin sentido, entonces, ¿para qué morir y morir sufriendo? No; aquí falta algo. A lo mejor no he vivido como debía".

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