María Tena (Madrid, 1953), autora de novelas como Todavía Tú (Anagrama, 2007) y La Fragilidad de las Panteras (2010), fue nombrada el pasado enero comisaria general del Pabellón español en la Expo de Shanghai. Desde entonces se ha instalado en un hotel de la ciudad china, considerada la capital financiera, y aprovecha las noches para anotar todo lo que le sorprende de una cultura desconocida para ella. Por ejemplo, por qué tanta gente en Shanghai se pasea con una bolsa de plástico en la mano, un misterio que espera descubrir antes de que termine la Exposición.

Los organizadores esperan 70 millones de visitantes, el 95% chinos. ¿Servirá para que España y China se conozcan mejor?

La intención del Gobierno español es aprovechar esta Expo para estrechar las relaciones entre ambos países. Algunos critican que con las nuevas tecnologías e Internet ya no hacen falta este tipo de eventos, pero creo que las relaciones a nivel presencial también tienen sentido. Son más apasionadas. Es una ocasión para mostrar otra cara de España, más allá de los tópicos.

En el pabellón hay bar de tapas y un videomontaje con flamenco y fútbol ¿Así se superan los tópicos?

'Los chinos han sido inteligentes al coger el tema Mejor ciudad, mejor vida'

Nos encanta que el deporte español o el flamenco sean tan conocidos. Veo cada mañana los telediarios chinos y siempre incluyen alguna noticia de fútbol español. Pero queremos ampliar la imagen de lo que ya somos: por ejemplo, que hemos apostado por un sistema educativo y sanitario gratuito, y por una industria potente, al margen de la crisis. Ofrecer una visión de país moderno, futurista e innovador.

¿Y lo consigue?

Sí, gracias a la estructura innovadora del edificio, recubierto de mimbre, un material tradicional en China. Y por el formato en que presentamos la exposición audiovisual. No faltan los tópicos como Pau Gasol, el flamenco, la mezquita de Córdoba, sanfermines... Pero vamos más allá al introducir las nuevas tecnologías: las imágenes de Bigas Luna se proyectan en una cueva que se mueve y Coixet ha diseñado un bebé gigante que sueña, Miguelín.

¿Miguelín representa el futuro de nuestro país?

No. Miguelín y sus sueños reflejan el modelo de ciudad 'vivible' logrado por nuestro país durante 30 años de transición democrática. No se trata de ciudades ideales. España logró conjuntos urbanos 'habitables': solidarios con los discapacitados, con educación y sanidad pública, con espacios para el diálogo y la integración. Creemos que las ciudades potencian la democracia y lo contamos sin querer ser agresivos o didácticos. No hemos venido a dar lecciones, sólo a explicar nuestra experiencia: que cuando los ciudadanos pueden participar las ciudades mejoran más rápido cuando los ciudadanos son los que demandan.

¿Y el público chino entenderá este mensaje?

Ya hemos visto en los ensayos que lo que más gusta al público medio es Miguelín. El videomontaje sobre la Transición exige más reflexión. Pero soy optimista: los chinos han sido inteligentes a la hora de plantear el tema Mejor ciudad, mejor vida. Se trata de un gran ejercicio de autoreflexión y de aprendizaje.