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Ración de buenas migas con duende

El grupo más peculiar del flamenco se llama Las Migas y lo componen una francesa, una alemana, una catalana y una andaluza

JESÚS MIGUEL MARCOS

Las Migas tocarán el 27 de junio en la boda de la prima de Paquita. Así lo anuncian en Internet, junto a fechas de postín como su reciente paso por el festival Suma Flamenca de Madrid. Si lo más difícil en la era de la masificación de la oferta musical es diferenciarse, las cuatro Migas parten con un cuerpo de ventaja: todo en esta formación es peculiar.

Es raro, muy raro, encontrar un grupo flamenco formado por cuatro mujeres. Pero más extraño todavía es que entre ellas haya una alemana y una francesa. 'A veces sí que sentimos cierta prepotencia. Parecen decirnos: qué bien toca para ser mujer', cuenta y se ríe Isabelle Laudenbach, guitarrista procedente de Bretaña, y recuerda el día que fue a tocar a un concurso de baile, en Francia, 'y un gitano que estaba al lado mío me preguntó: ¿Tú por qué no bailas?'.

Las Migas son una coincidencia, una casualidad, una travesura del destino para enriquecer el flamenco y la canción, y no lo contrario.Isabelle y Silvia Pérez, una catalana de familia de músicos que cantaba desde niña, se conocieron en las Escuela Superior de Música de Barcelona. Junto a dos amigas más, la guitarrista sevillana Marta Robles y la violinista alemana Lisa Bause, formaron Las Migas en el año 2004. 'Lo de Las Migas nos sonaba muy bien y, además, nos sentimos así. Tenemos mucho respeto por el flamenco y es como si nosotras fuéramos las migajas', explica Silvia Pérez. 'Somos pequeñitas', completa su compañera Isabelle, afirmación dudosa cuando uno escucha su efectiva y personal lectura de La Tarara (www.myspace.com/lasmigas).

En enero de 2004 se presentaron a un concurso del Injuve y lo ganaron. No habían dado ni un concierto. 'El premio nos dio un gran empujón. No hemos parado, hasta hoy', cuenta Isabelle. El destino, como decimos, las hizo rodar y ellas se dejaron llevar. Las Migas todavía no han publicado ni un disco y ya han girado por media Europa: Italia, Croacia, Holanda, Hungría, Bulgaria, Francia, Túnez... 'No hemos buscado nada afirma rotunda la cantante del grupo, de un concierto nos salían cuatro. Cuando tocamos en Túnez fue así, porque en Barcelona nos vio el responsable de un festival de allí'.

La guitarrista Isabelle habla un perfecto español, aunque su cabello rubio, sus ojos claros y su rostro afilado distan leguas de la típica estampa flamenca. 'Mi madre es guitarrista clásica. Desde pequeña, en mi casa de Vannes, le cogía la guitarra y tocaba versiones de Pink Floyd y cosas por el estilo. En 1996, mi madre me llevó a un curso de guitarra flamenca en Normandía y a partir de ahí me lo tomé más en serio. En otro curso en Chipiona fue donde conocí a Marta Robles, la otra guitarrista de Las Migas', cuenta Isabelle.

Dicen Las Migas que la variedad geográfica influye en sus canciones, pero que es todavía más decisivo el gusto personal de cada una. El violín de Lisa desprende aroma de tango, Silvia viene de cantar jazz y fado, y los arreglos se alejan de la típica estructura del flamenco. 'No somos unas cracks de nada prorrumpe Silvia, es más la emoción que el virtuosismo. En realidad, más que flamenco hacemos canción. Los admiradores del flamenco encuentran la conexión con la guitarra y los textos, y a los que les cuesta digerir el flamenco más puro, la estructura sencilla de canción les llega mejor. Lo nuestro no es una cuestión de fuerza, es más de texturas y detalles, más íntimo'.

Silvia dice que siempre, desde el principio, Las Migas han gustado a la gente, que todo ha sido una ascensión y todavía no ha llegado el primer traspiés: 'La imagen era brutal: cuatro tías en el escenario. Y tenemos nuestra personalidad, con unas sonoridades muy determinadas'. El factor femenino también las ha ayudado, ha funcionado como factor sorpresa. Según Isabelle,'el hecho de ser cuatro mujeres nos ha permitido entrar en otros circuitos distintos a los flamencos, pero también nos han llamado de festivales de flamenco. Yo creo que no nos comparan con los hombres, somos como otra especie'.

Este lunes se meterán en un estudio de Barcelona para grabar su primer disco. El encargado de producirlo será Raúl Fernández, Refree, que ya ha trabajado con Sonia Pérez en el proyecto Immigrasons y que ha estado ensayando con Las Migas los últimos meses. 'Tiene una gran visión global de la música y del sonido. Nos parecía bueno no coger a nadie del flamenco', explica Silvia Pérez. Novios discográficos les han salido muchos, pero El Volcán, la casa de Albert Plá y Josele Santiago, muestra especial interés. Parece que hay Migas para rato.

 

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