Este artículo se publicó hace 13 años.
La Real Academia de la Historia culpa a los autores
Gonzalo Anes, director de la RAH, dice que si hay reclamaciones se hagan a los autores del Diccionario Biográfico Español' y califica la hagiografía de Franco como "normal"
El director de la Real Academia de la Historia (RAH), Gonzalo Anes, declaró ayer que la institución no es responsable de los textos del Diccionario Biográfico Español, una monumental obra realizada y editada por la misma RAH. "Quienes tengan reclamaciones que hacer, que se las hagan a los autores", afirmó Anes, en referencia a la polémica hagiografía de Franco que incluye el diccionario, así como una larga serie de incorrecciones que han provocado la alarma entre numerosos historiadores de prestigio.
Anes intentó excusarse en la leyenda que aparece en el primer volumen del diccionario, donde se dice que "cada autor es el único responsable del contenido de la biografía o de las biografías que haya escrito". "La Academia ni tiene vocación inquisitorial, ni censura libros", subrayó al ser preguntado por este periódico si la RAH ha pensado en retirar la obra.
Ante esta situación, el Ministerio de Cultura aseguró a Público que no distribuirá ningún ejemplar del Diccionario Biográfico Español por ser "una obra en revisión". "Hasta que no se compense el desequilibrio de la aportación de la historia de la mujer a la Historia de España recogida en el diccionario y se rectifiquen aquellas biografías cuyo contenido no responda a la necesaria objetividad de los trabajos académicos, la obra no se distribuirá en ninguna de las 52 bibliotecas públicas del Estado", aseguraron las fuentes de Cultura consultadas. Además, apuntaron que si aún así se rectifica, el Estado "no pagará dos veces por la misma obra". Así que las colecciones completas que lleguen a la Dirección General del Libro para ser distribuidas deberán ser donaciones.
Aunque Gonzalo Anes pretende desembarazarse de la responsabilidad sobre los contenidos de la obra, el convenio que firmó con el Ministerio de Educación en 1999, por el que ha recibido 5,8 millones de euros en subvenciones, establece claramente que el diccionario deberá "dar una versión ecuánime" de los personajes e incluir "los elogios y críticas que pudieran haber suscitado". Los expertos consultados por Público han denunciado que la entrada de Franco oculta la represión a la que sometió a miles de personas y deforma gravemente los acontecimientos históricos de su régimen, que el diccionario califica de "autoritario, pero no totalitario".
Suárez y Anes, en desacuerdoLa controvertida entrada fue escrita por Luis Suárez, historiador vinculado a la Fundación Francisco Franco y presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos, que declaró a este periódico: "No pedí hacer el artículo, fue un encargo. La comisión de la RAH lo revisó. Si hubieran estado en desacuerdo, no lo habrían publicado". Por su parte, Gonzalo Anes ha reiterado en varias ocasiones durante esta semana que Suárez "se ofreció a hacer la biografía".
El proyecto recibió una subvención de 4,8 millones de euros hasta 2006, fecha en la que se amplió la financiación con 200.000 euros anuales hasta este año. La subvención para el próximo año, que en principio debería ser de otros 200.000 euros, todavía no está aprobada. Para lanzar el proyecto, la RAH celebró un congreso en junio de 2000, donde se establecieron los criterios de colaboración de las academias iberoamericanas. La institución también se dirigió a las reales academias y a los centros de investigación para pedir colaboración.
A partir de ese momento, la RAH formó varias comisiones para la vasta tarea de escribir las más de 40.000 biografías. La comisión dedicada a la Historia Política y Administración y a la Edad Contemporánea, que es la que se ha ocupado de encargar y revisar los textos sobre la Guerra Civil y el franquismo, la ha dirigido el historiador logroñés Santiago Sáenz Samaniego, que en 2007 publicó un libro fotográfico sobre el Ejército entre 1850 y 1930. El valenciano Gonzalo Manglano y Garay, que ha sido profesor de Derecho en la Universidad de Valencia, supervisó la comisión de Historia Militar.
Al frente del equipo se situó Quintín Aldea, que dada su avanzada edad (en la actualidad tiene 91 años), ya no está en el proyecto. Desde marzo de 2002, el director técnico de la obra es el filólogo Jaime Olmedo. Actualmente, el equipo del Diccionario Biográfico Español cuenta con ocho personas, aunque su dedicación no es exclusiva a esta tarea.
Después de que el Ministerio de Educación y el de Cultura pidieran el lunes que se modificara el diccionario, ayer fue la Asociación de Descendientes del Exilio Español la que denunció el contenido de la obra. Su presidenta en España, Ludivina García, señaló que "hay una corriente historiográfica del franquismo que ha perpetuado en el imaginario colectivo la idea de que Franco fue autoritario, obviando los miles de asesinatos de los que fue responsable", informa Patricia Campelo.
Esta asociación recoge firmas desde hace dos días para solicitar al ministerio de Educación "que deniegue nuevas ayudas y exija a la RAH retirar esas biografías y otras que pudieran incurrir en la falsificación histórica". Entre ellas ya figura la firma de Carmen Negrín, nieta de Juan Negrín, de quien el diccionario de la RAH dice que fue un dictador. "Esto es el producto del revisionismo, que nunca ha desaparecido y se desarrolló aun más bajo Aznar", apuntó la nieta del político republicano.
El diccionario llega al SenadoLa polémica sobre el diccionario también ha llegado al Senado. El senador de ICV en la Entesa Catalana de Progrés Joan Saura ha pedido la comparecencia en la Comisión de Educación de Luis Suárez para saber si se ratifica en que "el catalán no estuvo prohibido durante el franquismo", tal y como el historiador declaró a este periódico. "Es una falta de respeto a las miles de familias que fueron víctimas de Franco en Catalunya", acusó Saura.
Además, Saura ha presentado una relación de preguntas al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, para pedirle cuentas por declarar a Público que "el poder político no debía controlar al poder académico". "Estando de acuerdo con esta afirmación, creo que es inconcebible que con dinero público se haya redactado un diccionario sin rigor, que es totalmente sesgado y falta a la verdad", explicó Saura.
El Diccionario Biográfico Español le ha costado al erario público 5,8 millones de euros, procedentes del Ministerio de Educación y del Plan Avanza del Ministerio de Industria. El proyecto comenzó en 1999 tras recibir el impulso de José María Aznar y de su titular de Educación, Esperanza Aguirre, que aparecen reseñados elogiosamente en la obra.
6,4 millones de euros... y algo másEl presupuesto
El presupuesto de la obra es de 6,4 millones de euros. La mayor parte, 5,8 millones, proceden de subvenciones públicas y otro medio millón de la Fundación Botín. Cada diccionario completo (50 volúmenes) se vende a 3.500 euros. La primera tirada es de 1.000 ejemplares, lo que supondrá 3,5 millones de euros de ingresos. En total, cerca de 10 millones de euros.
El gasto
Imprimir la obra ha costado un millón de euros. Se han destinado 3 millones de euros a pagar a los autores, a una media de 70 euros por biografía. De la subvención quedan 2,4 millones de euros, más los 3,5 millones de euros por la futura venta. Además, cuentan con un equipo especial de ocho personas, trabajando desde hace 11 años, a los que no se ha aclarado cuánto se destinó. La Academia tendrá que aclarar a qué destinará los 6 millones de euros.
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