Las recetas indias son una forma maravillosa de incorporar vegetales en la dieta, incluso para quienes no sienten demasiado amor por las verduras. Al añadir especias, cremas y servirlas como un guiso acompañado de arroz, hasta el más reticente puede llegar a enamorarse de una zanahoria.

Los currys vegetarianos son un claro ejemplo de esto. Con unos garbanzos, champiñones y espinacas se obtiene un plato supersabroso, muy aromático y a la vez delicado gracias a la leche de coco. Además, son recetas sencillas de preparar y siempre adaptables al gusto del cocinero: cada maestro tiene su masala, o combinación de especias.

La versión de la receta original suele ir bien cargada de picante y de cilantro fresco, aunque siempre puedes prescindir de ambos ingredientes si te resultan demasiado exóticos para tu paladar.

Haz el sofrito:

Calienta el aceite en una sartén amplia u olla.

Añade la cebolla y sofríela a fuego medio 8-10 minutos, hasta que esté dorada y blanda.

Incorpora el ajo y el jengibre. Cocina 1 minuto, removiendo. Luego agrega las especias (curry, cúrcuma, comino, pimentón) y tuesta todo 30 segundos hasta que suelten el aroma.

Añade los champiñones y saltea 5-6 minutos, hasta que suelten agua y se doren ligeramente.

Prepara el curry:

Agrega el tomate triturado, cocina 5 minutos más hasta que reduzca un poco y tome color.

Incorpora los garbanzos y la leche de coco.

Mezcla bien, baja el fuego y deja que hierva suave 10 minutos para que espese y se integren los sabores.

Añade las espinacas y cocina solo hasta que se hagan (2–3 minutos).

Ajusta la sal, la pimienta y añade el zumo de limón. Sirve caliente, decorado con cilantro fresco y acompañado de arroz basmati o pan naan.