Aunque la receta original es secreta, muchos han buscado su propia fórmula para acercarse a uno de los entrecots más célebres de la gastronomía. Se llama entrecot Café de París por la mantequilla especiada que se utiliza en su preparación. Una mantequilla cuya fórmula surgió en Suiza a principios del siglo pasado y que hace este plato tan sui generis como especial, ya que es el ingrediente secreto que le otorga ese sabor inconfundible.

Para elaborarla, se mezcla mantequilla a temperatura ambiente con distintas especias, hierbas y salsas. Luego se coloca sobre papel film y se le da forma de cilindro compacto. Después solo queda pasar la carne por la plancha -siempre muy caliente- y colocar una rodaja de esta mantequilla para que se derrita con el calor residual. Hay, sin embargo, otras formas de prepararla. Algunos cocineros le agregan anchoas, oporto, o incluso crema de leche. También hay quien prefiere servir la mantequilla a temperatura ambiente sobre la carne.

Entrecot Café de París

Prepara la mantequilla Café de París:

Bate la mantequilla hasta que esté cremosa.

Añade la chalota, el ajo, las hierbas, las especias, las alcaparras, la mostaza, la salsa Worcestershire, el jugo de limón, el azúcar, la sal y la pimienta.

Mezcla bien hasta integrar todo.

Coloca la mezcla sobre papel film y forma un cilindro.

Refrigera al menos 1 hora (ideal 3-4 horas o durante toda la noche).

Prepara el entrecot:

Saca la carne del refrigerador 20 minutos antes para que tome temperatura ambiente.

Calienta una sartén o plancha a fuego muy fuerte.

Sala la carne justo antes de ponerla al fuego.

Sella cada entrecot 2-3 minutos por lado (ajusta según el punto que prefieras, aunque se suele servir más bien crudito).

Cuando la carne esté lista, inmediatamente, coloca en cada pieza una rodaja de mantequilla Café de Paris y deja que se derrita con el calor residual.

Agrega pimienta negra recién molida por encima.

Puedes acompañarlo con patatas fritas.