Las setas enoki son un tipo de hongo filamentoso y de color blanco que se cultiva principalmente en Asia. Muy apreciadas en la cocina japonesa y china, destacan por su sabor delicado y su textura firme. Se pueden utilizar en todo tipo de platos: en sopas, a la plancha como acompañamiento, en arroces, o también como aperitivo, en tempura o rebozadas, tal como te explicamos aquí.

Una vez bien cubiertas por la mezcla y fritas en abundante aceite vegetal caliente, adquieren una curiosa apariencia de coral crujiente. Si utilizas harina de tempura, sigue las indicaciones del fabricante para obtener un resultado óptimo. El agua, por ejemplo, debe estar muy fría, y la cantidad de harina, justa. Puedes servir los enoki en tempura con tus salsas favoritas, aunque lo habitual es acompañarlos con salsa de soja o sus derivados.

Prepara los enoki:

Corta la base de los hongos (que suele tener tierra) y sepáralos suavemente en pequeños racimos.

Sécalos bien con papel de cocina para que no suelten agua al freír, y asegúrate de que estén limpios.

Prepara la mezcla de tempura:

En un bol, bate ligeramente un huevo y agrégalo al agua helada y bate de nuevo.

Añade la harina y una pizca de sal. Mezcla suavemente con palillos o tenedor. No mezcles demasiado: está bien si queda algo grumoso.

En una sartén profunda, calienta suficiente aceite (puedes probar tirando una gota de la mezcla; si sube burbujeando, está listo).

Reboza y fríe:

Enharina ligeramente los enoki para que el rebozado se adhiera mejor.

Sumérgelos en la mezcla de tempura y fríelos en tandas, sin amontonarlos.

Fríe hasta que estén dorados y crujientes (aprox. 3 minutos).

Sácalos y colócalos sobre papel absorbente.

Sirve caliente, con salsa o incluso con un punto de sal extra.