Este artículo se publicó hace 13 años.
Red Hot Chili Peppers ofrece una noche de funk pop en Barcelona
Con una sobria puesta en escena, el grupo ofreció dos horas sonoras vitaminas californianas en la capital catalana
Con las entradas vendidas hace meses los Red Hot Chili Peppers salieron al escenario del Palau Sant cinco minutos después del horario previsto. El primero en aparecer fue el batería, que para compensar una sobria puesta en escena empezó a marcar el ritmo de Monarchy of roses el segundo single de su último y esperado álbum I'm with you. Con este trabajo la banda californiana —que no sacaba nada nuevo desde 2006— espera reconciliarse con los seguidores que etiquetan sus últimos discos de descafeinados; son muchos los que opinan que desde Californication la banda ha entrado en un agujero negro.
El estribillo de Monarchy of roses hizo brincar al público animado por los espasmos constantes de Flea, bajista y uno de los fundadores del grupo, que vestía unos pantalones con una pernera cortada. Al final del tema el cantante soltó un tímido "hola, ¿qué tal?, y para demostrar que están en forma, la banda atacó Dani California, el primer sencillo de Stadium Arcadium. Los dos primeros temas del concierto fueron indicativos del rumbo que iba a tomar el repertorio: una selección de los temas más escuchados de la banda, priorizando los temas melódicos.
"Buenas noches Barcelona mucho amor gracias por Pau Gasol", dijo Flea antes de dar paso a Tell me baby, (Stadium Arcadium). El nuevo guitarrista, Josh Kinglhoffer, dio la talla ofreciendo tanto espectáculo como predecesor Friusciante, y el concierto avanzó con Ethiopia, (I'm with you), y Otherside del mítico álbum ‘Californication'. Sorprendieron con el If you have to ask del Blood Sugar Sex Magik, que recordó los tiempos más funkies de la banda, y volvieron al nuevo trabajo con Look Around. El momento discotequero de la noche llegó con Right on time, después, el cantante se quitó la camiseta para introducir The adventures of rain dance Maggie, primer single de I'm with you, y el escenario se transformó en una jaula azul y roja que recordó las múltiples posibilidades de las pantallas retráctiles.
Para interpretar Can't stop, cantante y bajista se retaron a una competición de torsos desnudos, tatuados y musculados. Under the bridge marcó el ecuador del concierto, los gritos satisfechos de los asistentes agradecieron el tema que evoca la etapa más psicotrópica del grupo, y aprovechando los saltos de los asistentes ofrecieron su versión del Higher ground de Stevie Wonder con un final de rock salvaje.
Californication, uno de sus temas más exitosos y con el que ganaron un Grammy por la Mejor Canción de Rock en el 2000 brindó uno de los momentos redondos del recital, y By the way coronó la fiesta. Los músicos se hicieron de rogar antes de volver a aparecer para los bises, y lo hicieron con una jam a base de percusión que volvía invitar a la jungla del afro pop. Para rematar, Flea cruzó el escenario haciendo el pino puente, y la banda terminó el recital con: Around the world, Meet me at the corner (que bajó un poco el entusiasmo del público), y Give it away (con un potente solo de Flea y un despilfarro de decibelios). En total, casi dos horas de sonoras vitaminas californianas que el sábado inundarán el Palacio de Deportes de Madrid.
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