MADRID – Según la periodista Rosa María Calaf siempre ha habido "interferencias en TVE, sobretodo en nacional” por parte del partido de Gobierno. “En unos periodos eran más burdas, en otros más sutiles”, añade. Sin embargo, es ahora cuando “la pérdida de pudor y la falta de respeto por los profesionales de la casa y en definitiva por el ciudadano" son más evidentes.

Rosa María Calaf (Barcelona, 1945), con 26 años de carrera en el exterior, ha sido la más veterana de los corresponsales de TVE. Ha informado desde 93 países sobre política, economía, conflictos, catástrofes, cultura y sociedad. A lo largo de su trayectoria profesional, ha explicado los acontecimientos y conocido a los personajes que han conformado la historia de las últimas cuatro décadas.

Su primer destino fue Nueva York y más adelante abriría la corresponsalía de Moscú, para la Unión Soviética. Comparando ambas experiencias concluye que “es tan difícil informar en situaciones de cerrazón como era la Unión Soviética como cuando hay un exceso de información como es el caso de EE.UU”.

Volvería a Rusia casi 10 años después. Era la época de Yeltsin y el inicio de una transición desordenada hacia las peores formas de capitalismo en la que la libertad de prensa seguía bastante limitada: Los muertos en el río Moskva no se comentaban “porque Yeltsin era el gran demócrata para occidente”, sostiene Calaf.

La más veterana de los corresponsales de TVE ha informado desde 93 países sobre política, economía, conflictos, catástrofes, cultura y sociedad

Pero si hay un destino que le ha apasionado es Italia, “la política italiana es un laboratorio absolutamente fascinante”. De sus años en la Roma del primer gobierno de Berlusconi, recuerda como “convenció a mucha gente, a los que no convenció los compró y al resto los desacreditó con la maquinaria mediática”. Y es que tal y como apunta la corresponsal, “las bestias negras del primer ministro italiano fueron los jueces y los periodistas. Y fue a por ellos”.

Con la entrada de España en la CEE, tuvo la oportunidad de entrevistar a alguno de los primeros ministros claves para entender lo que está pasando ahora: “Thatcher fue la única que me quitó preguntas, las dos que tenían que ver con su relación con Reagan; Papandreu era una bestia política; y Laurent Fabius era un seductor que sabía llevarte a su terreno”, recuerda la periodista.

Rosa María ha asumido además la doble tarea de ser mujer en un terreno considerado masculino y de visibilizar a las mujeres en lugares que estaban invisibilizadas. “El ser mujer es una dificultad añadida porque tienes que estar constantemente demostrando una capacidad que no se te supone“, reconoce durante la entrevista con Pablo Iglesias.