Cargando...

El sangriento ajuste de cuentas del 'señor naranja' a Rodrigo Rato

Eurozone sitúa a los líderes europeos en la trama de Reservoir Dogs, donde los diferentes intereses en la crisis de la deuda provocan un gran río de sangre

Publicidad

España es el señor naranja, claro. Maltrecho y desangrado agoniza en el asiento de atrás del coche mientras el señor blanco, Sarkozy, conduce. La bala ha alcanzado justo la zona de la crisis bancaria y el paro se propaga por el resto de órganos amenazando con una parálisis económica de caballo. Dada la situación, la intervención parece inevitable, pero nadie parece dispuesto a mancharse. El paciente pierde mucho capital financiero y las constantes cada vez son más inestables. Sólo un rescate del Banco Central Europeo podría salvar al enfermo. Entre tanto, Rodrigo Rato amordazado y Merkel víctima de un pistolero sin licencia para armas en un gran casino europeo. Unos por otros, la sangre sin barrer.

Publicidad

La ambiciosa producción de la compañía muestra una escenografía sugerente marcada por dos evocadoras escaleras mecánicas. Un montaje escenográfico que ha sido fruto de un concurso de ideas para estudiantes y arquitectos llevado a cabo en colaboración con el Colexio de Arquitectos de Galicia, al que se presentaron 32 proyectos procedentes de todas las comunidades autónomas españolas y de Portugal.

Click to enlarge
A fallback.

Tal y como cuentan los propios creadores de la obra, "Eurozone se ha alimentado de nuestra perplejidad como ciudadanos, de nuestra impotencia, de nuestro coraje y de la necesidad de desahogar la ira acumulada con todo el humor disponible". Una ira en forma de un único disparo a los hombres de negro de Reservoir Dogs, a Merkel y el resto de líderes políticos.

Publicidad