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Magnum. El cuerpo observado

El secreto de los cuerpos que hablan

La Fundación Canal en colaboración con Magnum Photos y Sainsbury Centre presenta 'Magnum. El cuerpo observado', una exposición en la que algunos de los más prestigiosos fotógrafos se aproximan a las carnes ajenas como forma de expresión.

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Agata. París, 2017. — Bieke Depoorter / MAGNUM PHOTOS

MADRID,

De un tiempo a esta parte el cuerpo se ha convertido en un sospechoso habitual, como si de su vigilancia y contención dependiera nuestro bienestar personal. Objeto de deseo, despojo carnal, surtidor de placer y dolor, evidencia de la finitud... El cuerpo es todo eso y mucho más. La exposición Magnum. El cuerpo observado indaga en carnes ajenas a través de la mirada de destacados fotógrafos de la prestigiosa agencia, una aproximación al cuerpo humano como forma de expresión.

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Desde la década de 1930 hasta la actualidad, la fotografía no le ha quitado el ojo a nuestra efímera y mudable fisicidad. Lo ha hecho desde todas las ópticas posibles, atenta a temas como la identidad, la intimidad y la sexualidad, pasando por los rituales, el voyeurismo y la performance. Un festín de imágenes con el cuerpo y sus cicatrices como centro gravitacional. 

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La Fundación Canal reúne hasta el próximo 28 de marzo más de 130 obras de 14 fotógrafos cada uno de su padre y de su madre, dueños de una mirada propia que va del modernismo hasta el realismo mágico y el retrato colaborativo. Aproximaciones dispares con un mismo destino; el cuerpo como relato. Cuerpos magullados que nos hablan de heridas, cuerpos tersos que hablan de esplendor, cuerpos rotundos, cuerpos grotescos, cuerpos sin vida...

'Doc' Kelso durmiendo. Puesto de Restrepo, Afganistán. 2008. — Tim Hetherington / MAGNUM PHOTOS

... y cuerpos durmientes. Como los de Tim Hetherington, reportero gráfico británico-estadounidense fallecido en 2011 mientras cubría la primera línea de batalla de la asediada ciudad de Misrata, en Libia. Su serie Soldados durmientes nos muestra combatientes en pleno pestañeo, ajenos a la barbarie de la guerra.

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"El soldado no es el matarife todopoderoso del que nos suelen hablar, el soldado aquí es una persona que vive una situación extrema y que trata de relajarse como puede", explica la comisaria del Sainsbury Centre Monserrat Pis Marcos, que junto a Emily Graham, de Magnum Photos, se ha encargado de dar forma a Magnum. El cuerpo observado

Sesión fotográfica para 'Funeral de la Mafia'. Queens, Nueva York, EE.UU. 2005. — Bruce Gilden / MAGNUM PHOTOS

Y de los cuerpos durmientes de Hetherington a los cuerpos elegantes e íntimos de Bruce Gilden, autor curtido en la fotografía callejera. Quizá por ello sus imágenes denotan voyeurismo y franqueza, rostros y miradas cazadas al vuelo que detienen lo inadvertido subrayando su singularidad. Un buen ejemplo son las imágenes que captó de la Mafia en un cementerio, en la que retrató a miembros de la mafia norteamericana en un entierro de uno de uno de los suyos sin saberlo.

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Mención aparte merece también la fotógrafa Alessandra Sanguinetti, conocida por el lirismo del que hace gala en sus composiciones. En Magnum. El cuerpo observado se recogen algunas imágenes de su serie Las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus sueños, donde explora la delicada transición de niño a adulto.

Sanguinetti conoció a finales de los años 90 a Guillermina y Belinda, dos niñas con las que pergeñó una serie lúdica y lírica basada en el realismo mágico. A través de este trabajo, la fotógrafa fue documentando la infancia y la adolescencia de las dos amigas. Una transición a la edad adulta que queda testimoniado a través de la imagen, los cambios físicos y la evolución de sus respectivas personalidades se van filtrando en la obra de Sanguinetti.

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La Virgen. Buenos Aires, Argentina. 2001. — Alessandra Sanguinetti / MAGNUM PHOTOS

Y a modo de coda, seleccionamos a la primera mujer fotógrafa de la Agencia Magnum, Eve Arnold. Su obra logran crear un espacio íntimo entre retratado y espectador, un juego de complicidades en el que el arte siempre sale ganando. Arnold consiguió retratar a celebridades y figuras públicas de la década de los años 50 y 60 atendiendo a su lado más íntimo y vulnerable.

Una de las personalidades de la época que tuvo a bien permitir a la fotógrafa acceder a la primera línea de su vida fue la actriz de Hollywood Joan Crawford. Una oportunidad que Arnold no desaprovechó y que daría lugar a un reportaje que documentaba los laboriosos procesos necesarios para preservar su glamurosa imagen. La crudeza y la honestidad de las fotografías ofrecen una inesperada visión de la personalidad pública de Crawford y establecen una relación íntima entre ella y el espectador.

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Joan Crawford en su casa de Hollywood, Los Angeles (EE.UU.). 1959. — Eve Arnold / MAGNUM PHOTOS

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