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‘Sleepy Hollow' y otras series cuyo argumento viajó en la máquina del tiempo

Se acrecienta el gusto por ubicar historias del pasado o ficticias en la actualidad como en 'Sherlock', 'Hannibal' o 'Érase una vez'

MARÍA JOSÉ ARIAS

La Leyenda de Sleepy Hollow o, lo que es lo mismo, la del Jinete sin Cabeza está a punto de revivir en la pequeña pantalla. La cadena estadounidense Fox prepara la conversión en serie de la historia de Washington Irving de cara a estrenarla el próximo otoño como una de sus grandes apuestas de la temporada. Conocido el argumento ideado por Roberto Orci y Alex Kurtzman y visto el tráiler lanzado por la cadena hace unas semanas, Sleepy Hollow es la (hasta ahora) última serie que se ha sumado al creciente fenómeno de coger una historia ambientada en un tiempo pasado, remoto o no, y traérsela al presente.

Aunque los ‘serieadictos' más avezados sabrán descubrir algún ejemplo anterior, lo cierto es que pensar en este fenómeno es pensar en Sherlock como el detonante más reciente. Hace tres años y dos temporadas, la BBC se arriesgó con una versión renovada y actualizada del personaje ideado por Arthur Conan Doyle a finales del siglo XIX. El éxito ha sido tan rotundo que cuenta con un remake a la americana, Elementary, y abrió la veda a otras series.

El Sherlock de la BBC -el de ahora y no al que dio vida Peter Cushing- mantiene la esencia del personaje de tinta y papel, pero vive en el Londres de hoy y es un auténtico geek, con sitio web propio y adicto al móvil. La idea, arriesgada, encaja a la perfección gracias al trabajo de Moffat y Gattis y a la aplaudida recreación que Benedict Cumberbatch y Martin Freeman hacen de Holmes y Wastson, respectivamente.

Elementary es la 'prima americana' de Sherlock. Estrenada al abrigo del éxito de la serie británica, en Estados Unidos no se conformaron con hacer viajar a Holmes (Johnny Lee Miller) a la actualidad, sino que se lo llevaron a Nueva York y convirtieron a Watson en una chica (Lucy Liu). Después llegaron Bates Motel y Hannibal, cuyo salto temporal es menor que en las mencionadas anteriormente.

Alfred Hitchcock rodó Psicosis en 1960. Lo normal, cronológicamente hablando, habría sido que, siendo Bates Motel una precuela de aquella historia, la adolescencia de Norman Bates transcurriese al menos una década antes. Sin embargo, Freddie Highmore y Vera Farmiga  regentan el motel en la actualidad. La acción transcurre hoy en día, pero la ambientación de la serie tiene un toque retro que puede llegar a descolocar al espectador unido a la confusión en algunos episodios con las referencias temporales.

En Hannibal, por el contrario, la actualización ha sido mucho más sencilla. Simplemente la historia cuenta con teléfonos móviles e Internet, inventos que no existían en la época en la que Hannibal Lecter colaboraba con el FBI, allá por la década de los setenta. 'En Hannibal tenemos teléfonos móviles e Internet, pero sigue funcionando, sigue siendo potente', explicaba Hugh Dancy cuando estuvo en Madrid presentando la serie.

Tras los ‘tímidos' saltos temporales de Hannibal y Bates Motel, el de Sleepy Hollow supera incluso al de Sherlock. La idea de Orci y Kurtzman rebasa en un siglo a la de Moffat y Gattis. Washington Irving publicó el relato corto sobre el Jinete sin Cabeza en 1820 situando la acción en 1784. La serie de la Fox -hace un año se hablaba de otro proyecto similar en The CW del que no se ha vuelto a oír- desentierra, literalmente, a Icaboh Crane (Tom Mison) para dar caza al temido jinete con el que técnicamente acabó hace más de doscientos años y que ha despertado para cumplir su venganza.

El tráiler de Sleepy Hollow presenta una serie en la que sacarán punta (y mucha) al desfase temporal del personaje principal con todos los que le rodean. El pequeño avance lanzado por Fox está lleno de gags al respecto. Para frenar a su antiguo antagonista, Crane luchará a lado de la agente Abbie Mills (Nicole Beharie). Y, según la sinopsis, parece que además de con el Jinete sin Cabeza también se las verám con un misterio que tiene que ver con los padres fundadores y la salvación de la humanidad.

 

Sin estar en la misma línea, por tratarse de historias que tienen que ver más con mundos mágicos y cuentos que con la realidad, lo cierto es que existe también cierta tendencia a tomar prestados personajes de estos mundos y colocarlos en la realidad actual. Sus historias no transcurren en un periodo concreto de la historia, pero aún así están ligadas al pasado. Grimm, La Bella y la Bestia y Érase una vez tienen como protagonistas a personajes/criaturas de cuento que viven sus aventuras en el mundo real.

Grimm transcurre en Portland (Oregón), donde el agente Nick Burkhardt (David Giuntoli) descubre un buen día que es un Grimm, descendiente de los autores de los cuentos que, al parecer, basaron sus historias en la realidad. Una realidad en la que los escritores se dedicaban a dar caza a las terribles criaturas de sus historias. En La Bella y la Bestia, ella (Kristin Kreuk) es una agente de policía de Nueva York hoy en día y él (Jay Ryan), un exsoldado estadounidense con el que experimentaron.

En Érase una vez el argumento es algo más enrevesado, pero lo solventan colocando a todos los personajes sacados de los cuentos en un pueblo llamado Storybrooke en el que ninguno recuerda quién era en el otro mundo. Allí están Blancanieves, el Príncipe Encantador, la Malvada Bruja, Pepito Grillo, Caperucita Roja... hasta Garfio. El pueblo, que se encuentra bajo un poderoso hechizo, vive prácticamente aislado del mundo exterior y se encuentra, geográficamente situado en algún punto de la costa de Maine, Estados Unidos.

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