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"La sociedad debe ayudar a conservar El Prado"

Miguel Zugaza. Director del Museo del Prado. Arranque histórico de la pinacoteca en el Hermitage ruso

PEIO H. RIAÑO

Los presupuestos de los museos estatales se han visto recortados en un 30% en los últimos tres años. El esplendor económico de las instituciones museísticas está a la baja, a pesar de haber crecido en un 6% el número de visitas en todos ellos. El Museo del Prado es de los pocos que han decidido mantener su ritmo de actividades frente a la crisis económica, gracias a la inversión privada. Miguel Zugaza se reconoce como un abanderado de la coalición entre dinero público y privado para conservar el patrimonio de los museos y reclama el compromiso de la sociedad en la busca de mecenazgo. Mientras, busca la manera de que El Prado amplíe su horario.

Justo cuando cada vez es más difícil obtener préstamos de obra y la organización de exposiciones se complica, cuando las muestras internacionales giran con menos sedes, El Prado arranca una colaboración histórica con el Hermitage de San Petersburgo para el intercambio de los fondos de estas colecciones históricas. Este viernes, la pinacoteca nacional inaugurará en el museo ruso la muestra El Prado en el Hermitage y cerrará la temporada con Tesoros del Hermitage.

¿La edad de oro de los museos ha terminado?

Hombre, si se ha acabado ha sido una edad de oro muy breve. El Prado, después de muchos años de carencias presupuestarias y de espacio, está viviendo una época de crecimiento. Además, el interés por los museos en España es muy reciente.

'Investigación y restauración no se van a ver afectadas por el presupuesto'

¿Está contento con la política cultural por la que estamos atravesando, basada en los recortes?

Afortunadamente, el sector de la cultura aguanta mejor que otros sectores porque genera beneficios. Una de las salidas para la economía española será una buena gestión del patrimonio. Apostar hoy por la cultura es una de las mejores inversiones del futuro.

¿Es peligroso considerar a la cultura sólo como un fin económico?

'Si surge una oportunidad de compra, podríamos estudiar el patrocinio'

Por supuesto. Lo primero es el valor intelectual del mundo de la creación. Pero no hay que olvidar que el arte vive en un mundo real, donde ejerce influencia. Y esa influencia tiene un impacto en el ámbito económico que hay que cultivar y cuidar.

¿Cómo puede trabajar una gran institución como El Prado sin una Ley de Mecenazgo reformada que impulse la aportación privada de patrocinadores en estos momentos de austeridad?

Ahí hay un camino interesante para trabajar y buscar fórmulas que motiven al patrocinio privado. De alguna manera estoy tratando de abanderar la idea de que las aportaciones de lo privado a lo público tengan una mayor rentabilidad fiscal. Si se reformara la ley habría un terreno interesante para trabajar.

¿Qué es lo mínimo que se debe exigir?

No sé qué márgenes establecerá el Ministerio de Hacienda, pero sean cuales sean hay que bonificar a quien ayuda a un hospital, a un centro de investigación o a un museo. Es más justo con el sistema que alguien que quiera aportar dinero a un museo público se beneficie de una rebaja fiscal mayor.

¿Por qué parece tan difícil que en España surja una iniciativa como el National Trust [organización privada con 3,7 millones de miembros dedicada a preservar el patrimonio cultural inglés con sus aportaciones]?

Es una sociedad diferente. El anglosajón ha asumido desde sus orígenes que la sociedad tiene que ayudar a enriquecer el patrimonio cultural del país. Eso todavía no lo ha entendido nuestra sociedad. Hay que comprometer cada vez más a la sociedad en la responsabilidad de conservar el patrimonio del Prado. Hace pocos años el patrocinio privado no existía y ahora la mayor parte de actividades del museo se soporta gracias a la financiación privada. Pero todavía hay que hacer una labor de concienciación importante sobre lo que significa la conservación del patrimonio nacional.

'Una salida para la economía será una buena gestión del patrimonio'

¿Los museos privados están abocados a la desaparición?

En el modelo anglosajón y suizo la mayor parte de los museos se sostienen por iniciativa privada. Tiene que haber una coalición entre el ámbito privado y el ámbito público. Con espacios tan excepcionales como el Chillida Leku nos concierne a todos buscar una fórmula para mantenerlo abierto. Fue la última gran obra que hizo Eduardo.

¿Qué espera que suceda con el Chillida Leku?

Que exista una fórmula que permita mantener abierto ese espacio de arte, excepcional y valioso para el País Vasco. Sería una pena que se perdiese. Confío en el buen hacer de la familia y las instituciones.

¿Se ve como director del Chillida Leku?

No me planteo todavía mi retiro. Llevo nueve años en El Prado, no sé si es mucho o poco. Uno no es importante, sólo si es capaz de contribuir y de hacer progresar a las personas que trabajan en la institución. Esa es la labor del director, no hacer un museo de autor. Nadie, al menos El Prado, se lo puede permitir.

¿Qué valoración ha hecho de la temporada pasada?

Ha sido un año de muchísima actividad en el museo, tanto por las exposiciones como por la apertura de salas dedicadas a la ampliación. Y hemos tenido una respuesta de público muy satisfactoria. Es el tercer año tras la ampliación, y mantener el número de visitantes por encima de los 2.700.000 es muy saludable. En ese sentido, la crisis, que nos afecta en los presupuestos, no parece que nos afecte en la afluencia de visitas.

Pero han perdido 32.000 visitantes.

Es un descenso anecdótico, la diferencia entre un año y otro no es más que un fin de semana de visitas al museo. La tendencia del Prado ha ido en crecimiento constantemente y ahora el objetivo es estabilizarlas en torno a los 2.500.000 o 2.700.000. Es absurdo darle demasiada importancia a la cifra exacta de visitantes, y es una estupidez tratar de batir tus propios récords. Lo importante es que el interés del museo no ha decaído entre el público.

¿Cree que se ha echado en falta una exposición como la de Sorolla en 2009 [casi 460.000 visitantes]?

La verdad es que el programa de este otoño, con Renoir y con Rubens, ha tenido un índice de afluencia similar al de Sorolla. Pero Sorolla siempre será un caso muy singular, por su fuerte empatía con el público.

¿Qué exposición espera que despunte esta temporada?

'Espero que exista una fórmula para mantener abierto el Chillida Leku'

Es que no programamos en función de los visitantes. Cualquier exposición pretende recabar el interés del público: no hacemos exposiciones para especialistas, sino para el público. Creo que tenemos algo importante que relatar al público y, por tanto, todas las exposiciones tratan de suscitar el interés de los visitantes. Si no, sería irresponsable, porque movilizar muchas obras de museos diferentes para que no se produzca la conexión con el público sería un fracaso.

¿Cómo se van a encarar este año los recortes presupuestarios?

Los museos en general deben tratar de responder con mayor actividad y mayor servicio. Hay que aplicar dinamismo en las instituciones para responder a este reto que plantea los recortes de financiación por parte de la Administración. Hay que buscar nuevas oportunidades de actividad y de servicio. El Prado está trabajando de aquí a los próximos cuatro años en actividades que activarán al museo.

¿Puede concretar alguna?

Bueno, son acciones que iremos haciendo. El Prado ahora se financia en un 50% y aspiramos a aumentar la autofinanciación hasta un 60%, que amortigüe la restricción de la aportación pública que caerá en un 30%.

¿De qué manera se conseguirá subir esa aportación?

Generando más actividad, más interés, y reclamando a la sociedad un esfuerzo mayor para el sostenimiento del museo, tanto desde el ámbito del patrocinio como de la sociedad. Es un buen momento para reclamar que, junto a la responsabilidad de la Administración, la sociedad debe ayudar a conservar la colección para mostrarla públicamente.

¿De dónde recortará para adecuarse al nuevo escenario económico?

'Llevo nueve años en El Prado y todavía no me planteo mi retiro'

En todos los capítulos presupuestarios. El personal de la Administración ha sufrido un recorte muy fuerte de sus atribuciones, por ejemplo. Hay dos soluciones: o reduces el gasto y dejas de producir actividad o tratas de superar esta insuficiencia de crédito con mayor actividad. Esta última es la apuesta que hará el museo. De la actividad de investigación y restauración no vamos a tocar un solo euro del presupuesto.

¿Cómo financiarán las adquisiciones?

Nosotros no tenemos presupuesto para adquisiciones. Surgen las oportunidades y en ese momento buscamos la fórmula de financiación. En el hallazgo del Brueghel del año pasado, afortunadamente teníamos el presupuesto extraordinario del Ministerio de Cultura para la compra. Confiamos en tener posibilidades de compra por si vuelve a pasar la oportunidad, porque en estos momentos de crisis suelen surgir cuadros únicos.

¿Aquellos siete millones de euros que se pagaron por el Brueghel el Viejo' le duelen más unos meses después?

No, porque los españoles tenemos la posibilidad de disfrutar del cuadro.

¿No hubo tiempo de plantear un patrocinio que ayudara a sufragar parte de la inversión?

Había posibilidad de disponer de presupuesto y no se planteó ni una fórmula de dación ni un patrocinador. Había posibilidad presupuestaria de afrontar la adquisición por parte de los presupuestos de la Dirección General de Bellas Artes y otra procedía del remanente de la tesorería del Museo. Pero si surge una oportunidad nueva podríamos estudiar el patrocinio.

Una pregunta recurrente desde hace dos años: ¿cómo van las obras de rehabilitación en el Salón de Reinos?

Estamos en la fase de estudio para valorar la conservación del edificio y analizar el conjunto de actuaciones que se pueden desarrollar en el museo. La intervención sobre ese edificio supondrá una inversión muy importante y hay que meditar mucho los pasos que se dan. No hay que ponerse plazos. La experiencia del Casón del Buen Retiro nos lo demuestra.

¿Será un museo dedicado únicamente a las pinturas de batallas?

Hay que mantener abierta la idea de lo que se puede hacer en el Salón de Reinos. No debemos cerrarnos en una sola posibilidad. Esa es mi idea, hay que encontrar el mejor uso posible para un espacio de calidad, situado en un contexto excelente como es el Paseo del Arte. Además, de la escala de la intervención se programará una cosa u otra. Lo que sí queremos es tener un espacio expositivo de mucha calidad.

¿Qué le pareció el estudio del profesor Carlos Foradada sobre la verdadera cara de las Pinturas negras' de Goya?

Bueno, esto es algo que ya conocíamos. El Prado fue quien cedió las fotografías de Laurent a disposición de la comunidad.

Sí, pero nunca hubo un estudio ampliado de aquellas placas del siglo XIX.

Para la opinión pública quizá es novedoso, así como la intervención de Salvador Martínez Cubells [restaurador encargado de arrancar las pinturas de la Quinta del Sordo para llevarlas al Prado, en 1881]. Ahora, me parece fantástico que se siga avanzando en el estudio de la obra de Goya, particularmente de las Pinturas negras.

¿En la sala se aclara la intervención que sufrieron?

No, en la web se explica el proceso de restauración. Todas las obras del Prado han tenido cambios a lo largo de la historia. La investigación sobre el mundo de Goya es una de las responsabilidades más importantes que tiene el museo y cualquier aportación es bienvenida.

¿Por qué levanta tanta expectación Goya?

Porque está más cerca de nosotros y nos concierne más.

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